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Mejores heladerías de Madrid: los helados más gourmet y los sabores más clásicos

El listado definitivo. Desde las últimas aperturas a las heladerías más antiguas de la capital

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Deberíamos disfrutar el helado todo el año. Y, de hecho, lo hacemos, más o menos conscientemente, si pensamos en muchos postres de los restaurantes a los que vamos. Pero es cuando el calor se hace más presente en Madrid cuando nos subimos a las mejores azoteas y vemos todas esas heladerías que en noviembre nos pasaban (casi) desapercibidas. La variedad es tanta que podemos encontrar desde helados inspirados en propuestas que vienen del otro lado del mundo, cucuruchos de masa de gofre con forma de pez, paletas de frutas y jalapeños, brioches rellenos, hechos con leche de vaca gallega recién ordeñada... Si ahora solo piensas en probarlos, sigue leyendo, porque los tenemos todos en este listado. 

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Bibì e Bibò

Esta familia italo-española, con Sofia y Carlo al frente, cuenta ya con cuatro establecimientos repartidos por Madrid. Trabajan con proveedores locales (lácteos de la Sierra de Madrid) y van detrás de las mejores materias primas allá donde estén: pistachos silicianos, mangos de la India, un verdadero yogur griego... Su catálogo, donde cambian algunos sabores según la temporada, combina clásicos italianos como el de Zabaione (una combinación perfecta de crema con un toque de Marsala, vino licoroso típico de Sicilia), Amarena (fusión de cerezas silvestres con suaves notas de crema) o Avellana (un clásico que se prepara con avellanas del Piamonte), con recetas propias como el helado de Biscoff, el de Arroz con leche o el Citrus (refrescante mezcla de pomelo, naranja sanguina y mandarina). Pero de su obrador no salen únicamente helados; por cierto también te sirven el helado que quieras dentro de un brioche templado. En sus locales vais a poder disfrutar unos espléndidos tiramisú o panna cotta. Y una curiosidad: su neveras tienen los llamados Doggys, helados para perros.

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A un paso del cine Doré (perfecto para completar el paseo y charla sobre la peli) y del mercado de Antón Martín (buen postre si vais a alguno de sus puestos para comer y no a comprar), las hermanas Grazina y Ausra acaban de instalar su estupenda vitrina de sabores. Alrededor de una veintena de opciones -clásicos, de temporada o un lemon pie- para tomar en tarrina o barquillo en dos o tres tamaños distintos. No son italianas, son lituanas pero su gelato de pistacho igual os lleva de golpe a Sicilia aunque ellas mismas apuestan por el milhojas con nata o el de menta con chocolate. Recetas tradicionales, buenos ingredientes, cuidado diseño para esta histórica zapatería flamenca (Santa Isabel, 7) convertida ahora en otra parada ineludible en esta parte alta de Lavapiés.

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  • Comer

Acaba de abrir sus puertas (y lo hacen todos los días de la semana) este local híbrido con todo lo que triunfa, con todo lo que te apetece estos días de verano: un helado, un cold brew y un brunch (porque anoche se te hizo tarde). Detrás están unas jóvenes argentinas, Iara y Melisa, con ganas de alegrarte las semanas que pases en este caluroso Madrid y todas las que vengan. Que ni las bicicletas ni los helados son solo para el verano. Aquí puedes venir a cualquier hora porque siempre vas a encontrar algo que te tiente (de una porción de tarta a un plato del día a la hora del almuerzo -13 euros con bebida y helado/café de lunes a viernes de 13:00 a 16:00-). 

  • Tiendas
  • Chamberí
  • precio 1 de 4

Estos no son unos helados cualquiera. Son helados hechos con leche recién ordeñada -y pasteurizada-, 100% natural y elaborados al estilo tradicional. Es lo que viene siendo, genuino helado de granja. En su elaboración solo utilizan leche de una granja del concello de Miño, en A Coruña -allí se encuentra la primera heladería abierta por esta marca-, y desde hace algunos años también se pueden degustar aquí en Madrid.

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  • Heladerías
  • Retiro
  • precio 1 de 4

Pan con chocolate y AOVE, fresas con nata, aceituna negra o leche merengada y tocino de cielo. Si esta breve enumeración os hace salivar, tenéis que conocer el nuevo sello de Ricardo Vélez. El llamado chef del cacao, y la tarta de chocolate fundente os confirmará que el apodo no es en vano, da un nuevo giro a su firma heladera (antes The Patissier). Dos espacios (en Ibiza, 42 y Alcalá, 77) donde se trabaja con los ingredientes más exquisitos y el barquillo se elabora al momento. La tarrina de medio kilo se os quedará corta, vaya.

Amorino

Ya se sabe que una rosa, o un buen puñado de ellas, puede convertirse en el regalo más apreciado por la persona que lo recibe. Por eso los helados artesanales italianos en forma de rosa de Amorino son tan demandados por el público madrileño (y a nivel mundial). Bueno, que lleven más de 15 años elaborando gelato orgánico, sin colorantes ni aromas artificiales, es algo que también ayuda. Entre los sabores más llamativos se encuentran los de tiramisú, amarena o dulce de leche. Aunque son muchos más los que han hecho de la marca de Cristiano Sereni y Paolo Benassi un éxito internacional. Además, sus creaciones están muy comprometidas con los nuevos tiempos, de ahí que sus sorbetes y la galleta de los conos cuenten con el certificado de la Vegan Society, y que tanto sus helados como sus sorbetes sean gluten free. ¡No hay excusa para no acercarse a probarlos a cualquiera de sus cuatro tiendas del centro de Madrid! 

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  • Comer

Los amantes del yogur griego están de enhorabuena. Una nueva heladería, Myka, aterriza en el barrio de Salamanca, ofreciendo yogur en forma de helado. Su decoración, azul y blanca, busca transmitir el estilo de las casas tradicionales del archipiélago de las Cícladas, donde se encuentran Míkonos y Santorini. Su receta tradicional hace uso de leche y kéfir para conseguir un helado suave y cremoso. Myka ofrece un total de veinte toppings como acompañamiento, entre los que se encuentran el pistacho, la naranja amarga, aceite de oliva, miel artesanal, frutos secos, chocolate con avellana, stracciatella de higos, 'crumbles' o frutas confitadas. También podréis disfrutar de un sorbete de frutas de temporada o yogures de edición limitada, que irán cambiando frecuentemente.

 

Tutti Frutti

Si alguna vez has pasado por los alrededores de la estación de Príncipe Pío es probable que hayas visto a varias personas esperando por su helado artesanal en el número 22 de la Cuesta de San Vicente. Allí se encuentra este gran referente del mundo de los helados artesanales cuya historia arranca en 1949 en el municipio cacereño de Madrigal de la Vera. Aunque el proyecto ha evolucionado mucho desde entonces, lo que no ha cambiado es su empeño en seguir trabajando con fórmulas heredadas, nieve de la sierra, leche recién ordeñada, las mejores frutas de temporada, azúcar y miel. Por eso sus helados (tienes más de 200 sabores para elegir) han tenido siempre tan buena acogida en Madrid, tanto los más tradicionales (chocolate, nata, vainilla,…) como los más novedosos y tropicales (mango, mandarina, frambuesa, mojito,…). Por si todo esto fuera poco, en Tutti Frutti también vas a encontrar sorbetes, granizados y tartas, todo ello elaborado igualmente con las mejores y más saludables materias primas.

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  • Tiendas
  • Centro
  • precio 1 de 4

La pasta y la pizza no son las únicas delicias gastronómicas que han exportado los sicilianos. La última en llegar a Madrid es el brioche relleno de helado artesanal, un postre típico de la isla italiana que en esta heladería hacen como nadie, y con ingredientes seleccionados; la leche, sin ir más lejos, procede de una granja ecológica de Madrid. Y no acaba ahí la cosa, porque si el helado es el rey del verano, en invierno lo son los cannoli, la sfogliatella napolitana, las focacce saladas y, cómo no, el auténtico Panettone. Difícil resistir la tentación. 

Kalúa

Aunque la marca nació en Buenos Aires hace más de 40 años, hace ya tiempo que empezaron a hacer bastante ruido en nuestro país. Tras conquistar Málaga, donde ya cuentan con seis locales, dieron el salto a Madrid, y ahora mismo puedes disfrutar de sus helados artesanales de más de 40 sabores en plena calle Fuencarral. ¡Ahí es nada! Su fundador, italiano de nacimiento y gran apasionado de este tentempié tan refrescante como sabroso, siempre tuvo claro que su concepto de heladería debía tener su razón de ser en la elaboración diaria en cada uno de los establecimientos y el empleo de los mejores productos del mercado para crear un sabor y una textura inconfundibles. Y esto es algo que se ha mantenido con la llegada de las nuevas generaciones a la empresa. Sus cremas heladas arrasan allí donde van, al igual que sus creps, brioches o cakes… ¡Te va a costar decidirte!

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