Siguiendo las pequeñas dimensiones de este epatante espacio, Jaime Monzón ha diseñado una carta reducida (y un menú degustación donde se comprime todo). Certera en su brevedad y servida en una vajilla exquisita, artesanal. Su deslumbrante barra de mármol se postula como centro gravitatorio del que cada semana saldrán decenas de cebiches. “Allá son lo que aquí la tortilla de patatas. Hay quien los toma para desayunar”, ha comentado el chef peruano en alguna ocasión. No despertaremos cada mañana frente a un bol con pedazos de corvina y leche de tigre, pero el declarado Patrimonio Cultural de la Nación está aquí a buen recaudo.
La corvina suele ser el pescado más elegido en nuestro país para preparar este plato icónico de la gastronomía sudamericana, Patrimonio Cultural de la Nación si hablamos de Perú. La tersura de su carne se comporta muy bien con el marinado cítrico, con la leche de tigre, y su precio es más asequible que, por ejemplo, una lubina, que suele ser la opción más elegante. También se prepara con pulpo o como una combinación de varios mariscos o pescados.
Cebiche, ceviche, sebiche o seviche (la Real Academia Española confirma que puede escribirse de estas cuatro formas dependiendo del lugar). Sea cual sea su redacción, estas son las direcciones que no puedes perderte si quieres probarlo en Madrid con todas garantías.
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