Esta moderna panadería, conocida por sus panes de masa madre natural -premio Miga de Oro a la mejor panadería de la capital en 2017-, comienza a estar en boca de todos por sus roscones. Esponjosos, tiernos, con un ligero aroma a ron añejo, elaborado solo con ingredientes naturales y, por supuesto, masa madre.
Son el broche gastronómico que pone fin a la Navidad. O lo eran. Ahora, aún siendo muy estacionales, se empiezan a ver y a comer antes de que lleguen las primeras comidas familiares. A modo de cata selectiva, dicen. Sea como sea, lo que cada vez se vuelve más necesario es reservarlos, encargarlos con antelación. Y más en muchos de los pequeños obradores artesanales que os recomendamos a continuación. El tamaño igual que la decisión de con o sin relleno es cosa vuestra.
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