1. Altea


Altea, situada en la Costa Blanca, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más populares de los últimos años. A pesar del creciente número de visitantes, ha logrado conservar su esencia tradicional, lo que la diferencia de otras ciudades más masificadas como Barcelona o Málaga. Con sus casas encaladas y vistas al mar, muchos la comparan con Santorini, atrayendo a quienes buscan un ambiente mediterráneo auténtico sin salir de España. Es accesible desde Madrid en tan solo tres horas en coche, lo que la convierte en una escapada perfecta desde la capital. Su casco antiguo, repleto de callejuelas empedradas, cafés con encanto, tiendas artesanales y galerías de arte, es ideal para recorrer a pie y dejarse sorprender. Gracias a la protección natural de la Serra de Bernia, Altea goza de un microclima suave y agradable. Cada martes, su mercado local llena de vida la ciudad con productos frescos, flores y artesanía. El pintoresco puerto pesquero y el entorno montañoso ofrecen un marco visual único que refuerza su belleza.