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Una de las piscinas naturales más bonitas de España se esconde en el interior de Castellón
Shutterstock / Alberto Zamorano

Piscinas naturales, pozas y charcas: estas son las más espectaculares de España

Tenerife, Lanzarote, Guadalajara, Cuenca, Castellón o Teruel esconden lugares increíbles para darse el mejor baño del verano

Dani Cabezas
Noelia Santos
Escrito por
Dani Cabezas
Colaborador
Noelia Santos
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Piscinas naturales, playas fluviales, pozas en plena naturaleza... Porque lo importante no es cómo las llames, sino decirte dónde están las mejores piscinas naturales de España. Porque aunque Madrid presume de pueblos marineros con playa, ahora toca poner rumbo a las exóticas Tenerife y Lanzarote, al mar interior de Guadalajara o Teruel, en el corazón de la Toscana española, auténticos paraísos en los que disfrutar de un refrescante baño de agua dulce o salada y que se merecen una escapada única este verano: podéis estar seguros de que cualquiera de todas estas opciones son un acierto seguro.

RECOMENDADO:  Las mejores piscinas y zonas de baño naturales de Madrid 

Fuente de los Baños de Montanejos (Castellón)
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Fuente de los Baños de Montanejos (Castellón)

La piscina natural de Fuente de los Baños de Montanejos lo tiene todo para estar en la lista de las más bonitas de España por motivos propios: aguas cristalinas, de un intenso azul turquesa y entre barrancos, como un lago azul rodeado de paredes rocosas de vértigo. Y de aguas mineromedicinales, porque de sus manantiales brotan aguas con efectos curativos conocidas desde finales del siglo XIX, que fue cuando se levantó el balneario que dio fama a esta zona del interior de Castellón. Un destino al norte de la Comunidad valenciana que, para quien no lo sepa, es la segunda provincia más montañosa de España, dato curioso teniendo en cuenta que se trata de un lugar bañado por el Mediterráneo. 

Charco Azul (La Palma)
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Charco Azul (La Palma)

Después de la tomernta siempre llega la calma, y ahora que la erupción del volcán Cumbre Vieja parece solo un sueño, es momento de regresar a La Palma y contrubuir en la medida de lo posibie en la reconstrucción de la isla. Sobran los motivos, y el Charco Azul es uno de ellos, que para eso es su piscina natural más elogiada: un rompeolas entre San Andrés y Sauces (uno de los pueblos más bellos del norte de la isla) protegido del oleaje gracias a una intervención premiada internacionalmente. Entre sus virtudes, sus grandes dimensiones, su piscina infantil, una pequeña cascada, escaleras de acceso y hasta solárium. 

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La Assut (Teruel)
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La Assut (Teruel)

Existe un lugar entre las provincias de Teruel y Castellón que es puro paraíso. Se trata de la comarca del Matarraña (llamado así por el río que la atraviesa) y, por su parecido envidiable, se la conoce como la 'Toscana' española. En su entorno idílico y de carácter mediterráneo, se ocultan varios secretos, y el que ahora más nos interesa es el que se esconde entre las localidades de Beceite y Parrizal: un sendero que conduce a unas pozas de aguas cristalinas de postal. El baño aquí no está permitido (solo se puede pasear por sus pasarelas de madera), pero sí podemos darnos un chapuzón en Font de la Rabosa y La Assut, las piscinas naturales que aguardan a lo largo y al final del sendero. 

Gulpiyuri (Asturias)
Gulpiyuri (foto: Shutterstock)

Gulpiyuri (Asturias)

¿Puede existir una playa sin mar? Claro que sí. Y la prueba está en Asturias. Con sus apenas 50 metros de costa, Gulpiyuri puede presumir de ser la playa más pequeña de España y, probablemente, una de las más pequeñas del mundo. De lo que no hay duda es de que se trata de una de las más curiosas. Se formó a lo largo de siglos, cuando el mar fue creando una cueva que, tras hundirse, permitió el paso del agua. ¿El resultado? Hay que verlo para creerlo... y disfrutarlo.

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El Caletón (Garachico, Tenerife)
©Shutterstock

El Caletón (Garachico, Tenerife)

Es una de las atracciones preferidas por quienes visitan la isla canaria de Tenerife. El Caletón, en la localidad de Garachico, al norte de la isla, es famoso por sus caprichosas formas originadas por la erupción del del volcán de Trevejo, allá por 1706. Un lugar perfecto para bañarse cuando baja la marea y también para que los más valientes salten desde lo alto de las rocas. Aunque la entrada es gratuita, reservar es imprescindible dado que el aforo es limitado.  

La Garganta de los Infiernos (Valle del Jerte, Extremadura)
La Garganta de los Infiernos (foto: Shutterstock)

La Garganta de los Infiernos (Valle del Jerte, Extremadura)

Es imposible asistir a una maravilla de la naturaleza como el Valle del Jerte y no quedar prendado por su belleza. Casi tanto como no darse un baño en las piscinas naturales de la Garganta de los Infiernos. Un paisaje tan incondundible como onírico, gracias a sus singulares pozas moldeadas en la piedra debido a la erosión del agua a lo largo de los siglos. Imprescindible bañarse en todas.  

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Pou Clar d’Ontinyent (Valencia)
Pou Clar d'Ontinyent (foto: Shutterstock)

Pou Clar d’Ontinyent (Valencia)

Si algo invita a un baño son las aguas cristalinas. Y pocas lo son más que las de Pou Clar d’Ontinyent, una playa natural formada gracias al caudal del río Clariano y ubicada en el Paraje Natural Municipal Serra de l’Ombria-Pou Clar. Un pequeño paraíso del que los vecinos de Ontinyent se sienten orgullosos. No querrás salir del agua. 

Las Chorreras (Cuenca)
Las Chorreras (foto: Shutterstock)

Las Chorreras (Cuenca)

Otro paraíso cercano si vives en Madrid. El municipio de Enguídanos, en la Serranía de Cuenca, está bañado por cinco ríos, el Cabriel y cuatro de sus afluentes, el Guadazaón, el Narboneta, el San Martín, y el Mira. En Las Chorreras encontrarás rápidos, gargantas, cascadas y unas encantadoras piscinas de agua turquesa. Todas ellas recorren unos 300 metros en el trascurso del río Cabriel, invitando al baño a quienes se acerquen a descubrir este enclave único.

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La Font Calda, (Gandesa, Tarragona)
Fontcalda (foto: DagafeSQV, Wikipedia)

La Font Calda, (Gandesa, Tarragona)

Si lo que buscas es agua caliente, pocos lugares tan espectaculares como la Font Calda, a sólo 13 kilómetros de Gandesa, en Tarragona. Allí, en el margen izquierdo del río Canaletes, hay una fuente termal de la que brota el agua a una temperatura de 28 grados. No es un agua cualquiera: se le atribuyen propiedades medicinales gracias a su riqueza en  cloruro sódico, cloruro cálcico, sulfato magnésico y carbonato cálcico. 

Arenas de San Pedro (Ávila)
Foto: Jesus Perez Pacheco

Arenas de San Pedro (Ávila)

Cualquier visita a la Sierra de Gredos es un acierto seguro. Pero en verano, esa excursión ha de pasar sí o sí por la localidad abulense de Arenas de San Pedro. Allí se ubican dos espectaculares piscinas naturales de aguas, eso sí, frías como el hielo. También, tan limpias y cristalinas que puedes ver a las truchas nadando entre tus piernas mientras te bañas.

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Sa Pedrera (Ibiza)
Sa Pedrera, Ibiza (foto: Shutterstock).

Sa Pedrera (Ibiza)

Es uno de los secretos mejor guardados de la siempre sorprendente isla de Ibiza. Unas cantera de piedra arenisca en las que se forman charcos de aguas transparentes, que cambian de color según el momento el día, y que invitan al máximo relax. Eso sí: hablamos de un lugar pensado para los aventureros. Para llegar allí es necesario atravesar caminos de tierra, un bosque y hasta dunas de arena. Merece la pena. 

Fuentes del Algar (Alicante)
Fuentes del Algar, Alicante (foto: Shutterstock)

Fuentes del Algar (Alicante)

A sólo 16 kilómetros de Benidorm, en la localidad de Callosa d'en Sarrià, existe un recóndito lugar que contrasta con sus rascacielos infinitos. Declarado como Zona Húmeda Protegida, las Fuentes del Algar son un espectáculo de la naturaleza. Sus cascadas se conectan entre sí a través de pequeños canales. Y sus piscinas invitan a un refrescante baño. El paraíso debe parecerse a esto. 

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Las Presillas (Rascafría, Madrid)
©Alfredo Arias Horas

Las Presillas (Rascafría, Madrid)

No hace falta irse muy lejos del centro de Madrid para descubrir una de las piscinas naturales más increíbles de toda la Península. Las Presillas, junto al cauce del río Lozoya y con unas increíbles vistas del Pico de Peñalara, es un complejo que incluye tres piscinas naturales. También uno de los destinos preferidos por los madrileños que buscan huír del calor. Y hay pocos lugares mejores que este para hacerlo: la temperatura del agua hace honor al pueblo en el que están ubicadas, Rascafría.

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