La superficie de los jardines es muy grande, con varios niveles y con un buen entramado de escaleras y caminos. Cada rincón es único, con esculturas, fuentes, cipreses e incluso una pérgola. Tendréis la sensación de que habéis aparecido en un jardín de una casa de la Toscana.
Estos jardines se encuentran en la montaña de Montjuïc y fueron realizados por Jean-Claude Nicolas Forestier y Nicolau Maria Rubió, para la Exposición Universal de 1929.