Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
Ventura Pons
© Maria Dias

5 momentos fundamentales para recordar a Ventura Pons

Repasamos algunos de los hitos de su actividad artística y empresarial, una trayectoria primordial para la cultura catalana

M. P. Muñoz
Escrito por
M. P. Muñoz
Publicidad

2024 comienza mal. Nos ha dejado Ventura Pons, fuerza impulsora (y en algunas épocas mantenedor) de la producción de cine en catalán. Su filmografía supone una huella profunda a través de más de treinta películas firmadas con su productora Los Films de la Rambla SA , fundada en 1985.

Su legado trasciende la simple creación de películas. Fue un hábil adaptador de lo bueno y lo mejor de la narrativa y el teatro y, además, impulsó iniciativas para dignificar la lengua. Por todo esto y más, su partida nos deja un vacío profundo en el mundo cinematográfico y cultural catalán, del que era parte y centro. Echaremos de menos su compromiso inquebrantable del que, a modo de ejemplo, recordemos algunos hitos.

1 'Ocaña, retrato intermitente' (1978)

Después de algunos años dirigiendo teatro (un oficio con el que mantendría siempre un vínculo profundo), Ventura Pons se estrena como director de cine con un trabajo sobre un personaje que se ha convertido en un icono, Ocaña. Con las leyes represivas del franquismo todavía vigentes, Ventura Pons filma un documental, pero también un canto a la libertad queer que pasaría por el Festival de Cannes. Una golpe pararomper los barrotes de la dictadura que transforma la pantalla del cine en una ventana al futuro. De todos sus trabajos, el 'retrato' permanecerá más allá del tiempo para mostrar una Barcelona que latía con fuerza. Una imagen imborrable: Ocaña baja la Rambla travestido del brazo de Nazario y Camilo, la nueva santa trinidad del underground, ¡amén!

Ocaña, retrato intermitente
Foto: Ocaña, retrato intermitente

2 'El vicario de Olot' (1981)

Con guión de Emili Teixidor, Pons se estrena en el cine de ficción con una sátira feroz del conservadurismo hipócrita de la sociedad catalana. Un pueblo, Olot, atrapado entre el inmovilismo tardofranquista y la corriente imparable de cambio de la nueva democracia. Un filme con destacables rasgos berlanguianos y con un reparto de lujo encabezado por Enric Majó, Rosa Maria Sardà y otros pequeños personajes interpretados por Maria Aurèlia Capmany, Núria Feliu, Mary Santpere y Anna Lizaran, entre otros. Película rodada enteramente en catalán, primera prueba del firme compromiso del director con la lengua, algo heroico en la industria del cine de la época.

'El vicario de Olot'
Foto: RTVE 'El vicario de Olot'

3. 'Actrices' (1997)

Sin demasiados recursos, los años ochenta y primeros noventa estarían plagados de comedias despreocupadas dirigidas al gran público, trabajos con vocación cosmopolita y tics locales en la estela del cine de Francesc Bellmunt y algunos otros, títulos como 'Puta misèria' o 'Aquesta nit o mai' son ejemplos. En esa época se va forjando un estilo directo basado en el trabajo de intérprete, muy teatral. Tal vez por eso, hacia finales de la década, Pons se fija en la narrativa y el teatro para un doble juego: contagiarse de su prestigio y difundir la literatura más allá del papel. Quim Monzó fue el primero con la adaptación de 'El perquè de tot plegat' (1994), pero hacia finales de siglo llega uno de sus filmes más redondos, 'Actrius', adaptación de la obra 'ER' de Benet i Jornet. Cine basado en la palabra, como una representación teatral pero con primeros planos. Mucha música para subir el melodrama y un duelo interpretativo entre la Espert, la Sardà y la Lizaran; no hace falta más.

Actrices
Foto: Filmin

4 . 'Barcelona (un mapa)' (2007)

La inspiración literaria se transformó desde entonces en su principal gasolina. Colaboró ​​estrechamente con una extensa nómina de escritores. De Benet i Jornet aún adaptó 'Amic/Amat' (1998), de Sergi Belbel –autor de moda entonces– levantó 'Carícies' (1997) y 'Morir (o no) (1999). Ya en el siglo XXI consigue otro gran éxito, 'Anita no pierde el tren' (2000), basada en la novela 'Bones obres' de Lluís-Anton Baulenas y con una espléndida Rosa Maria Sardà de protagonista. Siguieron 'Animals ferits' (2005), de Jordi Puntí; 'La vida abismal' (2006), basada en una novela de Ferran Torrent y la destacable 'Barcelona (un mapa)' (2007), sobre una obra de la dramaturga Lluïsa Cunillé, un retrato oscuro y sarcástico de Barcelona, ​​ciudad que ningún director como él retrató con tanta constancia. Su producción frenética de esta época, con una peli por año, posiciona a Pons como un referente del cine de ficción que aún sacaba tiempo para el documental, para retratar figuras tan carismáticas como el rumbero Gato Pérez a través de la cinta 'El gran Gato ' (2002).

'Barcelona (un mapa)'
Foto: Los Films de la Rambla 'Barcelona (un mapa)'

5 – De los Texas en el cielo

Por encima de su contribución al cine catalán, la del perfil de trabajador incansable, Ventura Pons fue también un activista comprometido más allá del ámbito profesional. En 2014 recuperó los viejos cines Lauren de Gràcia para abrir los Cines Texas, un multisala en el que se ofrecían películas en versión original subtituladas al catalán y donde se pregonó con el ejemplo del apoyo a la autoría local. Pese a que cerraron tras la pandemia, la iniciativa ha renacido con el renovado Espai Texas, projecto que ahora conjuga sus dos grandes pasiones: cine y teatro. El Gaudí de Honor, la Medalla de Oro de las Bellas Artes, Premio Nacional de Cine... más allá de las distinciones, el mejor homenaje que podemos rendir a Ventura Pons es el recuerdo de su cine, el orgullo de ver en pantalla grande la buena literatura de nuestro tiempo, el sueño de un panorama cultural sano y sin complejos.

Los cines Texas reabrirán este otoño
Foto: Clara Ruiz Texas

NO TE LO PIERDAS: Las 50 mejores películas catalanas

¿Quieres estar al día de todo lo que se mueve en la ciudad? Inscríbete en nuestra newsletter y tendrás toda la info y los planes que te gustan para disfrutar de Barcelona

Últimas noticias

    Publicidad