[title]
Las letras de las canciones de Alanis Morissette son largas y, por tanto, no muy fáciles de recordar, pero eso no impidió que el público del Cruïlla cantara estrofas enteras en su regreso a Barcelona, donde no cantaba desde 2008. Su actuación era especialmente esperada: en 2021 se suspendió el concierto que debía celebrarse en el Palau Sant Jordi para conmemorar el 25º aniversario del superventas Jagged Little Pill (1995) y, por si fuera poco, ayer, el aviso de lluvias torrenciales tuvo en vilo a los fans durante las últimas horas. Cuando finalmente el Parc del Fòrum pudo abrir sus puertas con el cielo despejado, se respiraba una energía renovada en el ambiente.
La organización tuvo que trabajar a contrarreloj para rehacer los horarios con los artistas y se apresuró a asegurar que se mantenían los conciertos de Morissette y de Love of Lesbian con amigos, el especial del 15º aniversario del festival. Lamentablemente, no se pudieron reubicar las actuaciones de Hermanos Gutiérrez, Maika Makovski –que tampoco pudo aparecer con los de Sant Vicenç dels Horts–, Filipin Yes y Roko Banana. ¿Fueron víctimas colaterales de un exceso de celo por parte de las autoridades? Al final, en Barcelona solo cayó un chaparrón de verano.

En cualquier caso, a partir de las 21 h, que fue la hora en la que finalmente se abrieron las puertas del recinto, se palpaba una euforia contenida. La jornada fue multitudinaria y así se vivió en conciertos como los de Pau Vallvé y León Benavente. Morissette, además, era el plato fuerte del día y se la esperaba con el alivio de haberse salvado por los pelos. Ahora sí, con cinco años de retraso, celebraría con Barcelona el 25º aniversario de aquel Jagged little pill que marcó un hito en los años 90.

La Alanis que recordábamos
Retrasando un poco su aparición ante el público, lo primero que se escuchó de la canadiense fue la armónica, mientras la banda arrancaba con los primeros compases de Hand in my pocket. Y cuando finalmente saltó al escenario para cantar aquello de "I'm broke, but I'm happy, I'm poor, but I'm kind", vimos que era la Alanis que recordábamos. Melena larga y esa boca enorme y sonriente que protagonizó la portada de Supposed former infatuation junkie (1998). Quizá para marcar y reivindicar el paso del tiempo, llevaba puesta una camiseta de lentejuelas con la palabra perimenopáusica (la artista acaba de cumplir 51 años).
La misma energía, el mismo poder vocal con sus característicos yodels y algunas excursiones a notas agudas y prolongadas que fueron celebradas con emoción. Con un grupo de rock quizás más profesional que apasionado, pero ella con una energía desbordante, corriendo de un lado a otro del escenario y girando como un torbellino con el pelo al viento en más de una ocasión.
Un gran 'gracias'
La gente cantó con entusiasmo Head over feet, You learn y Smiling. Después, el set se movió hacia una parte más acústica con Rest, Mary Jane y Perfect, como preludio de Ironic, uno de los momentos más esperados, y otros éxitos como All I really want y You oughta know, que desataron definitivamente al público, como si no hubieran pasado treinta años desde que estas canciones de pop alternativo irrumpieran en el mainstream. Entonces Morissette hizo como que se iba, pero no, se guardaba un par de bises: Uninvited y Thank U, que convirtió en un mensaje de gratitud al público barcelonés, con el que hacía tantos años que no se encontraba.
View this post on Instagram