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Barcelona en 5 arroces

Escrito por
Òscar Broc
Arròs i Peix
© Maria Dias Arròs i Peix
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1. Arroz Hofmann: calçots, 'espardenyes' y romesco
Donde antes se encontraba el Bistrot Hofmann, hay ahora un un nuevo espacio (de la misma familia) que rinde culto al arroz como si fuera un dios 'lovecraftiano', pero no se olvida de otros placeres extradimensionales, como el increíble steak tartar con rösti de patata, huevo y helado de mostaza o los guisantes con pulpo. La carta de arroces se divide en especiales, secos, caldosos y melosos: una jungla de grano que deberás explorar en más de una visita. El arroz de langostinos y pollo de granja es una fiesta loca, pero me quedo con la majestuosidad del arroz con calçots, romesco y 'espardenyes': sabor potentísimo, textura melosa, producto majestuoso y cucharadas llenas directas al gaznate. Cuidado con el arroz de Arroz: quiere mandar en Barcelona.

2. Dos Pebrots: Proto risotto
Todas los platillos de arroz que salen de la cocina liderada por Borja García –uno de los mejores chefs de Barcelona– son pequeños torbellinos de emociones concentradas que nos remontan a los orígenes de la cocina mediterránea. Sin embargo, hay un milagro que hay que destacar por encima de los demás: el proto risotto, una receta ancestral que aparece por primera vez en el 'Libro de Coch', en 1520. Se trata de un arroz goloso, untuoso, con un puñetazo de sabor colosal; un arroz impregnado de jamón, ligado con huevo y salpicado con esferas de kefir de cabra. Para rematar la faena, el plato llega con pétalos de rosa en tempura para alternar con las cucharadas del maná: Dos Pebrots es otro planeta.

3. El Racó de l’Agüir: Bacalao con coliflor
Este restaurante de tradición familiar y raíces alicantinas es un sueño para los amantes del grano. El arroz al horno de la casa es una locura, creo recordar que llevaba chorizo ​​y pimiento rojo: contundente como un puñetazo de Mike Tyson. De todos modos, tienen una variante en la carta que me volvió particularmente loco: el arroz con bacalao y coliflor. Y no desconfíes de la sencillez de los ingredientes; es uno de los mejores platos que comerás en Sant Antoni con diferencia.

4. Big Kokka: Cangrejo de concha blanda, cilantro y caldo de marisco
No me canso de recomendar este restaurante de cocina nikkei. Su carta de delicias peruanas y japonesas nunca decepciona, sobre todo porque juega con una golosina que crea adictos. El arroz verde con cilantro licuado, cangrejo de concha blanda y caldo de marisco es una erección culinaria garantizada; un plato meloso, colorido, equilibrado, con una presencia nada molesta del cilantro y el 'punch' del cangrejo para rematar la faena. Si la acompañas con un Pisco Sour de la casa, verás como se ablanda tu cáscara e incluso caminas hacia atrás, como el bicho que te acabas de zampar.

5. Cheriff: Almejas y 'espardenyes'
No me dejo caer por la Barceloneta con la asiduidad de hace unos años, pero recuerdo perfectamente mi última visita, gracias al arroz que compartí con unos buenos amigos en el Cheriff. Esta iglesia del grano lleva eones impartiendo misa paellera y factura un arroz con espardenyes y almejas divino. Sabor a raudales. Fumet estratosférico. Un arroz trabajado, de sabores tan intensos que horas después de comer todavía reverbera en tu boca como Peta Zetas de pescado de efecto retardado.

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