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Como dos viejos amigos que quedan para repasar los mejores momentos de sus vidas. Así fue un poco el concierto de Elvis Costello y Steve Nieve del martes en el Palau de la Música. Más de cuatro décadas tocando juntos y un repertorio espléndido son motivos de peso para que estos dos señores piensen que es buena idea salir a la carretera para tocar frente al público sin The Imposters, la banda que normalmente les acompaña.
Y es buena idea, claro que lo es, aunque después de ver el concierto podría ser mejor si se desnudaran todavía más en el escenario. Como lo hicieron con las baladas de voz y piano, el formato con el que más brillaron y que mejor se ajustaba al entorno modernista del Palau. Es más (y que nos perdone Domènech i Montaner), a las magníficas 'Almost blue', que versionó Chet Baker; 'I still have that other girl', del disco que hizo con Burt Bacharach, y 'She', de Charles Aznavour, aún les habría ido mejor un ambiente de club, con ruido de cubitos de hielo de fondo.
Era la actitud que exudaba Costello, a quien sobran tablas en el escenario y que se mueve con la seguridad de quien sabe que ha escrito algunas de las mejores canciones de la historia del pop británico. Como 'Alison', de los pocos momentos en los que se vieron móviles filmando (no le hizo falta prohibirlos, como a Bob Dylan). Buen comunicador, letrista audaz y no tan buen cantante, el de Paddington caminó por una cuerda floja cuando entonó sus canciones más exigentes, desafinando a menudo en los tonos más altos.
Arma de doble filo
También era un arma de doble filo la música pregrabada, que cutreaba en la mayoría de casos, exceptuando la espléndida 'Watching the detectives', en la que la base dub se empastó muy bien con la canción (lo contrario fue 'Cinco minutos con vos', de su disco con The Roots). Costello también blandió las guitarras acústica y eléctrica, que le funcionó bien en 'Like licorice on your tongue', un blues que puso al público a cantar y palmear.
Steve Nieve (hay que pronunciar 'naïve') estuvo espléndido al piano y además de tocar también la melódica y el sintetizador, se atrevió a cantar una estrofa de una de las piezas más conocidas del repertorio de Costello, '(What's sonido funny 'bout) peace, love, and understanding', original de Nick Lowe. Esto fue justo antes de ofrecer un par de bises al entregado público del Palau ('The whirlwind' y 'I want you'), que despidió a los dos camaradas con una ovación tras dos horas de concierto irregulares, pero con momentos por los que valió la pena estar ahí.