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¿Cuántas veces habéis visto comida preparada ultraprocesada en el supermercado con la palabra "artesano" impresa en el envase? Tantas, que a veces nos hemos hecho una idea equivocada de cómo es un plato (pongamos, por ejemplo, el trinxat de la Cerdanya o los espaguetis a la carbonara). Uno de los casos más flagrantes es el de la empanada gallega. Mucha gente ha llegado a creerse que una empanada gallega es esa cosa retractilada y sosa que cuesta cinco euros en el súper, cargada de letras y números en la composición.
Pues no. En Barcelona hay buena empanada gallega, pero fuera de los restaurantes se encuentra con cuentagotas. Fame Empanada Gallega (Sant Lluís, 105. 935 36 71 18) es una tienda de comida para llevar donde Estrella Justo —propietaria de la tienda de comida gallega Ego Galego y del Bar El Norte— afirma, con contundencia, que "ahora mismo servimos la empanada gallega de más calidad de Barcelona". Fame (hambre en gallego) es la única tienda dedicada a esta especialidad en Barcelona.
La empanada gallega no es eso del supermercado: es un alimento saludable sin conservantes ni colorantes
Justo emprendió este proyecto porque "la empanada era el producto con más salida de Ego Galego", pero también para abrirnos los ojos y la boca y demostrarnos que una empanada artesana "no es eso que compras en el supermercado, es un alimento más saludable, sin conservantes ni colorantes. En realidad es slow food que consumes como comida rápida", valora.

Encarga las empanadas a un artesano en Galicia, y como sabe del tema, apunta a la máxima calidad. Todos los rellenos se cocinan antes de entrar en la masa —de trigo, con un toque crujiente y jugosa— y así no repiten. Todo el producto es autóctono gallego: desde la harina, ecológica, hasta la cebolla, porque la gallega tiene más agua, dice.
Rompemos dos tópicos: la empanada gallega no se calienta, se come a temperatura ambiente, y la más clásica no es de atún: es de bonito. A partir de aquí podemos animarnos con otras especialidades tradicionales, como la de bacalao con pasas, o la del caldo gallego: con las verduras y la carne del cocido, que de tan telúrica parece vanguardia. Justo incluso habla de una empanada de almejas que sueltan su jugo al hornearse, un plato clásico gallego.

Según la temporada, podéis comprar de calçots con romesco y de setas de temporada, por ejemplo. Una ración individual de 400 gramos cuesta unos 8 euros y, además de ser una comida completa, habla: os llama a la boca diciendo que la del súper es una pálida réplica sin sabor. Por si fuera poco, tienen café de especialidad a 2 euros y cañitas de Carballino, delicioso pariente gallego de nuestro xuixo.
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