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Incluso los objetos más cotidianos son piezas de diseño. Detrás de cualquier artefacto hay siglos de historia y la idea brillante de alguien que se ha atrevido a ponerla en práctica: esta es, de hecho, la premisa de Objetos comunes. Historias locales, debates globales, una de las exposiciones permanentes del DHub. Esta exposición sitúa al mismo nivel los electrodomésticos que usamos para hacernos el desayuno con una motocicleta o, por ejemplo, una silla.
Ahora, el museo estrena una instalación vinculada a esta muestra centrada exclusivamente en las sillas de diseño que tanto gustan a los visitantes. ¡Toma asiento, por favor! es una propuesta que permite hacer aquello que normalmente no se puede hacer en un museo: tocar, sentarse y experimentar. Y esto es posible gracias a la confección de versiones reeditadas de los diseños originales de sillas icónicas que forman parte de nuestro patrimonio y de la colección del museo, como la silla BKF, la Toledo o el banco Catalano.
Se prevé que la instalación tenga una duración de un año y la idea es que, a lo largo de este año, los visitantes que se acerquen al DHub puedan experimentar de primera mano la ergonomía del mobiliario, sus materiales y decidir por ellos mismos si las sillas que se exponen en el museo son cómodas o no.