Antoni Tàpies destacó en la escena artística en los años 50, cuando comenzó a incorporar residuos de papel, barro y trapos en sus pinturas. El artista creó la Fundació Tàpies en 1984 en el edificio de la antigua editorial Montaner i Simon, y se dedica al estudio y a la apreciación del arte contemporáneo. En un acto polémico, Tàpies coronó el edificio con su obra Núvol i cadira (Nube y silla). El edificio sigue siendo uno de los primeros ejemplos del modernismo en combinar obra vista y hierro, y es ahora un centro cultural y un museo dedicado a la obra y a la vida de Tàpies, con exposiciones, simposios, conferencias y películas.
Dentro hay la entidad Amics de la Fundació Tàpies, que permite a los socios disfrutar de exposiciones, conferencias y todo tipo de actividades que organiza la fundación.