Historia
Uno de los templos de la cocina catalana de Barcelona, Ca l'Isidre es un referente gastronómico abierto en 1970 por Isidre Gironès —cocinero autodidacta— y Montserrat Salvó. Desde hace unos años, su hija, Núria —formada en cocina, repostería y sommellerie— ha tomado las riendas y ha seguido apostando por un servicio de quitarse el sombrero. La sala es territorio del maître José Millán.
Las paredes de Ca l’Isidre han visto desfilar a grandes personajes de la farándula del Paral·lel (fueron sus primeros clientes), famosos, políticos e incluso miembros de la familia real, todos atraídos por su excelencia culinaria y el calor del trato familiar. Por cierto, en una de esas paredes cuelga un Tàpies.
Carta
En la cocina se pueden encontrar platos emblemáticos de la gastronomía catalana —manitas de cerdo rellenas de butifarra y foie de pato, morro de bacalao a la plancha con alubias de Santa Pau— y española —callos a la madrileña, rabo de rape a la andaluza— con guiños a la francesa e italiana. Para convertir a cualquier reticente a las vísceras en un devoto, están los sesos de cordero con mantequilla negra y alcaparras. En verano, gazpacho y esqueixada.
Ca l’Isidre gira en torno al buen producto de temporada y de mercado. Núria pasa cada día por Santa Caterina y la Boqueria antes de llegar al trabajo.
Vinos
La carta de vinos es una de las más celebradas de Barcelona, con más de 300 referencias seleccionadas con criterio y pasión. Un sueño para los amantes del vino, que pueden encontrar desde grandes clásicos hasta perlas inesperadas, perfectamente armonizadas con la propuesta gastronómica del restaurante.
Precios
Calculad unos 80-100 euros por persona. Ofrecen menús de grupo a partir de 66 euros (sin incluir bebida). Sea cual sea el ticket, vale mucho la pena: es una experiencia gastronómica que, al menos una vez en la vida, hay que regalarse.