El Puto Ken, un chef y artista gráfico japonés afincado en Barcelona –también conocido como Ken Umehara– abrió Fry House en la calle Unió en verano de 2025, una propuesta minimalista pero potente que reivindica el karaage, el pollo rebozado y frito al estilo japonés, elaborado con un rigor obsesivo. Aquí solo trabaja con contramuslo deshuesado, limpio de venas y cartílagos, que macera durante 24 horas con más de 30 especias antes de rebozarlo con una fórmula secreta (nada que ver con el panko tradicional) y freírlo en aceite de girasol alto oleico hasta que queda crujiente y ligeramente sonrosado por dentro.
Aquí devoraréis bocadillos como la Japanese Dirty: pollo frito japonés con lechuga, pepinillos y salsa de sésamo y soja. Excelente: tiene la frescura jugosa de una cocción al punto, queda rosado, se fríe con la piel –así conserva mejor la humedad– y el contrapunto ligero de los condimentos remite a Japón, pero de manera discreta. Lo que importa es el pollo frito, su crujir y su sabor. Está en las antípodas de los rebozados de pechuga fibrosa. Otras opciones son el de la casa, igual pero con salsa bearmiso –¡bearnesa con miso!– o el karaage and chips, pollo frito con patatas con un toque de alga nori. Local minimalista, para comer en barra o para llevar, aunque siempre podéis cascaros una buena lata de sake, que siempre aligera.