Barcelona Top 10: Cruising

Es la zona más clásica del contacto sexual anónimo, tirando a gay, que se practica en Barcelona. Los entendidos dicen que concretamente en la parte este del MNAC. Entre fuentes, escaleras de azulejos, turistas perdidos y practicantes de yoga, puede haber alguna pareja aúllando entre matojos.

Ahora entendemos por qué a tanta gente le ha cogido la fiebre de correr. En este lugar se practica el 'running' con 'happy ending' y no se puede ir desentrenado. Hace falta lucir una buena musculatura para atraer a las miradas y hacer un buen papel. No se trata de llegar al bosquecito jadeando como un perro.

Los lavabos de las estaciones son lugares de 'cruising' por excelencia y los de Sants, si atendemos a los foros especializados, tienen una gran afluencia. Ahora, sin embargo, ha caído una jarra de agua fría sobre los usuarios habituales: ¡hay que pagar para entrar! Dónde iremos a parar...

Pues, en El Corte Inglés, o en otros grandes almacenes. Sus lavabos son otro clásico. En una página especializada incluso avisan que en el de plaza Cataluña hay que ir a las plantas -1, 1, 2 y 5 y en el de Francesc Macià, directos a la -1. Estas informaciones, no obstante, caducan rápido!

Y hablando de lavabos, otro punto de encuentro, más heterosexual, es el de los sitios dónde la gente lleva a los perros para socializar mientras ellos defecan. Son espacios buenos para ligar, tal vez de una manera más tradicional. Antes de la penetración, se estila un mínimo de conversación simpática.

Es la manera más práctica para que Mahoma no tenga ni que ir a la montaña. Te permite saber si en el sitio en el que estás hay alguien disponible. Está el Tinder, sobre todo para los heteros, el Grindr, para los hombres homos, y el Qrushr, para las mujeres lesbis. Vale la pena hacerse buenas fotos.

Hay un espacio dedicado al nudismo y otro especificamente gay, y esto ayuda a que sea un lugar de cruising: si más no, en la red hay un Google Maps dedicado a este tema y esta playa aparece destacada, así como la de la Barceloneta, la de Gavà y el Prat, por no decir Sitges, claro.

Atención, no nos referimos al interior del templo, sino a los jardines que hay delante y sobre todo a la noche o madrugada, no en horario infantil cuando se reúnen los niños del Eixample. Los impacientes, que se abstengan y se ciñan al horario convenido.

Los que no buscáis tanto anonimato siempre podéis optar por el intercambio de parejas. Este es un club especializado en el tema con un nombre que ya lo dice todo. Se anuncia como un 'club liberal' y se supone que no tiene nada que ver con la connotación política del término.

Sí, las de toda la vida, y no precisamente para hacer cruising en sentido figurado, sino en el literal: para cruzar el mar encima de un barco sin ninguna voluntad sexual sino para disfrutar de la ciudad. Ahora hay un nuevo itinerario por el Port Vell que explica como era en 1714. Buen viaje!