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Elling

  • Teatro
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
'Elling'
Foto: David Ruano / La VillarroelDavid Verdaguer, Albert Prat ('Elling')
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

David Verdaguer y Albert Prat convierten en magnífica una obra que habría pasado sin pena ni gloria sin su concurso

Elling (David Verdaguer) y Kjell (Albert Prat) nunca han vivido solos. Pasaron del hogar familiar al hospital psiquiátrico y nunca han tenido la oportunidad de desarrollarse por su cuenta. Pero han levantado una muy buena relación como compañeros de habitación y el gobierno noruego quiere probar si pueden vivir solos para, de alguna forma, reinsertarse socialmente. Esta es la trama de una novela de Ingvar Ambjørnsen, que Axel Hellstenius transformó en guion cinematográfico y que Simon Bent versionó posteriormente para que llegara a La Villarroel.

Una historia inocente de superación que a menudo hace reír y que Pau Carrió dirige con eficacia con la ayuda de una escenografía modular de Sebastià Brosa de traca. Sin Verdaguer y Prat, sin embargo, no sería más que un mero pasatiempo para buenas personas. Porque Elling es tranquilo, tímido, cerebral, y Kjell es arrebatado, extrovertido, primario. Y los dos actores saben interpretarlos desde su particularidad, con un respeto absoluto, y con unas ganas terribles de pasarlo bien y hacer que vivamos una noche fantástica.

Prat y Verdaguer salen a jugar con la intención de que los espectadores juguemos con ellos

Los encontronazos entre ambos son para enmarcar, ya desde el primer minuto de función. En las miradas, los gestos, los abrazos. Existe una sinceridad, una complicidad, entre estos dos actores que es muy difícil de superar. El resto del reparto (Albert Ribalta, Òscar Muñoz y Queralt Casasayas) bailan a su alrededor.

En teatro, los personajes extremos son siempre los más difíciles, los más complicados de dotar de verosimilitud, porque el intérprete corre el riesgo de pasarse de frenada o de no llegar. Pero Prat y Verdaguer salen a jugar con la intención de que los espectadores juguemos con ellos. Necesitan muy pocas escenas para que los cojamos de la mano.

Todo quiere tener un aire de los años 80 aunque la pieza se abra con el 'First day of my life' de Bright Eyes (2005) y que un personaje se pasee con un teléfono móvil. El énfasis con el 'Paradise City' de Guns'n'Roses (1987) busca recolocarnos. Hay cierta indefinición temporal, una minucia ante un entretenido espectáculo que nos hará creer que el mundo puede ser mejor de lo que es.

No te pierdas la lista de las obras recomendadas que hay en la cartelera ahora mismo y recuerda que el 16 de marzo es un día muy importante para los teatros catalanes: ¡Vamos a llenar todas las localidades bajo el lema Cap Butaca Buida!

Detalles

Dirección
Precio
23-32 €
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