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Essaouira, las playas más bonitas y desconocidas de Marruecos
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Destinos atípicos pero increíbles para unas vacaciones de verano diferentes

Aquí va una selección de lugares para vivir un verano singular, en la ciudad, entre montañas o bajo un sol de justicia en la playa (si es lo que quieres)

Noelia Santos
Escrito por
Noelia Santos
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Si ya sabes cuándo empiezan pero todavía no sabes dónde ir de vacaciones en verano y te aptece hacer algo diferente, sigue leyendo. Porque aunque lo más típico es pensar en sitios que tengan playa para pasar unos días tostándonos al sol, no es la única opción: hay destinos que, sin estar ni siquiera cerca de la costa, son una grandísima alternativa: hacer senderismo, subir una montaña, ver el sol que nunca se pone... Son los típicos destinos secretos (algunos más habituales de invierno) que, de repente van y también te sorprenden en verano. 

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Essaouira es, posiblemente, el secreto mejor guardado de Marruecos (y el menos tópico, también). Esta ciudad portuaria, tranquila y tolerante de la costa Atlántica (justo enfrente de las Islas Canarias y ubicada a unas tres horas en coche de la bulliciosa Marrakech), es uno de esos paraísos desconocidos de verano, un retiro vacacional que solo unos pocos afortunados conocen (hippies, amantes del sur y fanáticos de 'Juego de Tronos', por ese orden). Además de una medina que es todo un ejemplo del urbanismo clásico (es la única ciudad marroquí trazada según los cánones romanos) y presumir de un profundo respeto a las tres religiones que profesan sus habitantes (musulmana, judía y cristiana), oculta desde algunas de las mejores playas de Marruecos a un festival de música electrónica, un pasado con Jimy Hendrix y hasta icónicos escenarios en los que se han rodado escenas clave de Juego de Tronos. Y esto es solo el principio...

La República Dominicana, paraíso del todo incluido, esconde un destino secreto y biodiverso que poco tiene que ver con Punta Cana, Puerto Plata o La Romana, sus 'all inclusive' más conocidos y masificados. Se trata de Samaná, un rincón tranquilo y acogedor en el que además de hoteles de pulserita y playas de postal, destaca su riqueza natural casi virgen: un mar azul turquesa que se combina con montañas y acantilados exuberantes, casitas de colores humildes y marineras con villas de lujo VIP, cocoteros y la mejor piña colada, y hoteles muy top con un malecón popular y rumbero. Te contamos cómo es este rincón dominicano poco conocido, una península con alma de isla al este de La Española, por si te apetece escaparte en tus próximas vacaciones para descubrirla (casi nueve horas desde Madrid, pero con vuelo directo).

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Islandia
WeRoad

3. Islandia

Con más de 20 horas de luz solar y una temperatura media de 12 grados centígrados entre mayo y agosto, ¿por qué no poner un pie en la isla del hielo y el fuego? Cinco días pueden ser suficientes para descubrir sus encantos con temperaturas sobre cero (a diferencia de los -10ºC que se alcanzan en invierno): caminar por la capital de las fachadas de colores, Reikiavik; descubrir la montaña Kirkjufell, en la península Snæfellsnes, una de las más fotografiadas del país (para llegar a ella, playas de arena negra, faros, acantilados y campos de lava solidificada), adentrarse en el 'Círculo dorado', una zona que concentra algunas de las maravillas de la naturaleza islandesa más espectaculares (desde el Geysir, el geiser más antiguo conocido y que da nombre al fenómeno, a la cascada Gullfoss, la más bella de Islandia) o darse un baño termal en las aguas de Blue Lagoon. Y esto solo en cinco días exprimidos al máximo; agencias como WeRoad lo hacen posible. 

Laponia (Finlandia)
Jari Romppainen. Visit Finland

4. Laponia (Finlandia)

Además de ser la casa de Papá Noél, la Laponia finlandesa es una región mágica en verano, aunque mucho menos conocida que durante el invierno. Si durante los meses más fríos las auroras boreales son el tesoro que todos quieren cazar (verlas en movimiento es una de las experiencias más mágicas que se pueden vivir en la vida), el verano es el momento del sol de medianoche que, por aquí y en estas fechas, nunca se pone. Contemplarlo desde una canoa es una de las rutas que se pueden hacer este verano. De hecho hay una ficial, la Midnight Sun Canoe Route, y aunque tiene unos 160 kilómetros en total (no es necesario hacerlos todos), es adecuada tanto para principiantes como para entusiastas del remo con experiencia. Por si esto no fuera ya suficientemente mágicio, durante el recorrido se pueden hacer varias paradas para descansar e incluso hacer fogatas.

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Puro cuento. Hay un lugar frente a las aguas del Atlántico, a poco menos de una hora desde Oporto, donde las casas son de rayas de colores y el ambiente es de lo más marinero. Como un escenario de cartón piedra pero muy real. Se trata de Costa Nova, la zona residencial de veraneo más apetecible de la provincia de Aveiro, donde las casas de los antiguos pescadores, antes conocidas como 'palheiros' (guardaban los aperos de la pesca y las pintaban así para saber cuál era la suya a la vuelta de la faena en alta mar), hoy son el objeto de todas las miradas y la envidia de quienen van a pasar unos días de vacaciones. Las podéis localizar en la avenida José Estevão, algo así como el paseo de la fama más marinero de Costa Nova. Y muy cerca de la playa de Costa Nova, la de Barra, a la que se llega por una pasarela de madera que discurre en paralelo al mar y que lleva directa hasta el faro más alto de Portugal. 

Ginebra (Suiza)
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6. Ginebra (Suiza)

La ciudad de las mil caras resurge este verano con iniciativas que quieren que nos olvidemos, aunque sea por un rato, de su faceta más financiera y política. Y quizá el reclamo más llamativo sea su playa urbana de Eaux Vives, una porción de arena ganada al lago más grande de Europa central, el lago Leman, en 2020. Y ya que estás, adentrarse en la cuna de la relojería suiza de lujo (ofrecen talleres para que el viajero se fabrique su propio reloj), conocer la manufactura de los bolígrafos de diseño más famosos del país o degustar el chocolate típicamente suizo en las mejores chocolaterías de la ciudad con un pasaporte personalizado (el 'chocopass'), son solo algunas de las iniciativas previstas para este verano en su faceta de 'resort city', muy alejada de la imagen 'business' más tradicional. 

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Andorra
Gustavo Subilibia

7. Andorra

El Principado es uno de esos destinos que este año ha decidido salir de su zona de confort y pasarse al verano. El país de los Pirineos, en los que en invierno se practica mucho esquí, cuenta con 468 kilómetros cuadrados de naturaleza (el 90 por ciento de su superficie es natural) con 21 puertos 'sin mar' (subirlos en bici es una idea), más de cien senderos de montaña (puedes encontrarte hasta con marmotas) y mucho bienestar: desde los circuitos wellness en Caldea a los baños de bosque (los japoneses lo llaman 'shinrin-yoku') o las terapias mindfulness al aire libre. Quienes viajen en familia, pueden iniciar a los más pequeños en el senderismo en el bosque de los Menairons, subirles a una tirolina o engatusarles para localizar a los Tamarros, los seres mágicos que se esconden en los bosques de Andorra. 

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