Time Out en tu buzón de entrada

Buscar

24 horas en Ávila: qué ver en la ciudad amurallada mejor conservada de Europa

  • Viaje
  • Fuera de Madrid
  1. Ávila, la ciudad perfecta para una escapada desde Madrid
    Shutterstock
  2. Parador de Ávila
    Paradores
  3. Parador de Ávila
    Paradores
  4. Sofraga Palacio, posiblemente el hotel boutique más bonito de Ávila
    Sofraga Palacio. Ávila
  5. Ávila
    Shutterstock
  6. Ávila
    Shutterstock
  7. Ávila
    Shutterstock
Publicidad

Time Out dice

¿Y si te decimos que uno de los recintos medievales mejor conservados de Europa está a poco más de una hora de Madrid? Un escenario de cuento en el que, curiosamente, también está la primera categral gótica de España. Y no, no es Toledo. Hablamos de Ávila, capital y provincia de Castilla y León famosa por sus murallas kilométricas, sus calles empedradas y su rico patrimonio: el que se ve, y el que se degusta en largas sobremesas que arrancan con unas revolconas con torrezno y acaban con un chuletón avileño. Si estás pensando en una escapada cerca de Madrid, y te apetece descubrir qué tiene esta monumental ciudad, además de piedras y buenas carnes, te damos unos cuantos motivos para que sepas qué ver en Ávila y te animes a pasar más de 24 horas

Qué ver en Ávila, además de la impresionante muralla

Cuesta creer que la muralla de Ávila, esa construcción de dos kilómetros y medio de perímetro (transitables), 88 torreones y nueve puertas, no sea el único hito histórico patromonial más importante de Ávila. Lo que pasa es que su monumentalidad, su tamaño y su perfecto estado de conservación son capaces de eclipsar todo a su aldedor. Sucede con su catedral, considerada la primera catedral gótica levantada en España (un templo de 85 metros de largo, 42,5 de ancho y 28 de alto la nave central), de sobriedad exterior y extraordinaria riqueza artística por dentro (cuesta 7 euros entrar). Frente a los gruesos muros que la sostienen, por dentro es pura ligereza gótica, con toques renacentistas y excesos barrocos (el retablo del altar mayor es una de sus obras más apreciadas, firmada por Pedro Berruguete en 1499). 

Tras esta primera parada (obligatoria), una menos conocida pero imprescindible: no dejéis de visitar la basílica de San Vicente, considerada por la historia del Arte como el gran modelo del románico en la provincia y, sin embarbo, obviada por muchos turistas que pasan de largo. Quizá porque está nada llegar a la ciudad, justo enfrente de la puerta de San Vicente (la más icónica de las nueve puertas de acceso al interior de la muralla). Imposible no verla. Como imposible salir de Ávila y no escuchar el nombre de Santa Teresa (aquí está su casa natal). Lo vais a escuchar hasta en la sopa, y en los postres: las yemas de Santa Teresa son uno de los dulces típicos más populares de la ciudad (curiosamente no los hacen en el convento carmelitano que lleva su nombre, donde se encuentra el Museo de Santa Teresa). 

Otro museo, menos popular pero muy interesante por su singularidad: el Museo de Arte Oriental (solo hay dos museos como este en España, el otro está en Valladolid). Se encuentra dentro del conjunto monástico de Santo Tomás (más conocido por ser el palacio de veraneo de los Reyes Católicos) y, entre sus fondos, obras de China, Vietnam, Japón, Hong Kong y Filipinas. 

Dónde comer en Ávila: direcciones imprescindibles

Que levante la mano quien no haya hecho una escapada de ida y vuelta para darse un homenaje en forma de chuletón. En el Gastrobar de Sofraga Palacio los hacen de diez, igual que las chuletillas de lechal, las judías de El Barco, las patatas revolconas...  En su carta no falta ni uno de los platos populares (podéis comprobarlo con su menú gastroabulense, una suerte de ruta gastronómica por Castilla y León sin levantarte de la mesa), eso sí, compartiendo espacio con platos más actualizados, desde unas croquetas de salmón a un steak tartar de ternera avileña.  

De todos modos, si os apetece salir del bucle tradicional y probar algo diferente, tenemos la alternativa perfecta. Reservad ya en la casa del joven Carlos Casillas, Barro, más que un restaurante (con una estrella Michelin) una oda al territorio y a sus productores. Su rigor, su devoción y su respeto por la tradición, la familia y las cosas bien hechas son contagiosas. Y lo consigue con un menú degustación de 16 pases, acompañado de una bodega en la que hay más de mil referencias (aquí sí se permite la licencia de salir del territorio, trayendo hasta este rincón frente a la tapia de la muralla vinos de todos los rincones del mundo). 

Dónde comprar en Ávila: de productos gastro a retales con historia

Si queréis llevaros un buen sabor de boca de esta escapada (¿quién no?), hay que poner rumbo a sus mejores pastelerías: si os apetecen yemas de Santa Teresa, las hacen en las pastelerías Muñoz Iselma (varias direcciones); si preferís pastas de té, Chuchi (San Segundo, 24), junto a la catedral. Pero antes de los postres, ir en busca de otros productos gourmet parece buena idea: en Mantequerías Irande (plaza Teniente Arévalo, 8) tienen desde vinos a genuinas judías de rión de El Barco, y si os apetecen los mejores (y multipremiados) quesos de la zona (Elvira García, Montenegro o Palacios de Goda), los tienen en Don Gourmet (paseo de la Estación, 18), junto a la estación de tren. 

¿Queréis algo más curioso? Buscad la tienda de los retales con más historia de Ávila. Retales Isabel (David Herrero, 19, en el barrio de La Cacharra) lleva más de 50 años despachando telas y tejidos para confecciones de ropa y de hogar. Cuatro generaciones después, sigue siendo un referente en la ciudad, y en toda la provincia, y una de las direcciones imprescindibles de lugares que ver en Ávila. 

Dónde dormir en Ávila: el hotel más bonito

Teniendo en cuenta el pasado medieval de esta ciudad, es fácil encontrar algún hotel curioso (como el castillo convertido en hotel en la isla del Burguillo). Pero en esta ocasión nos quedamos en el centro de la ciudad, en un preicioso hotel boutique que hay nada más cruzar la puerta de San Vicente. Se trata de Sofraga Palacio, un hotel tan especial y con tanta historia que, por tener, tiene hasta un pedazo de muralla en su interior. Y no, no es una forma de hablar. Sofraga Palacio es un cuatro estrellas levantado en lo que antiguamente fue la casa de los Águila (familia muy influyente en la Castilla de la época), hoy totalmente restaurada y convertida en un precioso hotel boutique de solo 27 habitaciones, gastrobar, restaurante y un patio ajardinado para eventos. Su interiorismo es de lo más actual y acogedor (en tonos neutros y materiales orgánicos), con historia pero sin estridencias. Así de singular es este hotel.  

Como se trata de un pequeño hotel boutique de solo 27 habitaciones, por si de repente no hay disponibilidad de reserva, aquí va otra opción: el Parador de Ávila, un palacete del siglo XVI totalmente recuperado y con vistas a la muralla. 

 

Cómo llegar a Ávila desde Madrid

En tren. En tren de Cercanías desde la estación de Príncipe Pío (una hora y media). 

En coche. Por la carretera A-6 y AP-6 (dirección A Coruña) en poco más de una hora.  

Noelia Santos
Escrito por
Noelia Santos

Detalles

Dirección
Av. de Madrid, 39
Ávila
05001
Publicidad
También te gustará
También te gustará