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  1. Hanging Man

    'On the Table' arranca con el Ai Weiwei americano. El artista chino llegó a Nueva York en 1981 huyendo de la política de Deng Xiaoping, después de la Primavera de Pequín, y se quedó hasta 1993. En aquella época fotografiaba en blanco y negro trípticos sobre su vida en Estados Unidos, rodeado de otros artistas de la diáspora china y de intelectuales de la época como el poeta Allen Ginsberg. Ai se fotografió imitando a Andy Warhol y creó obras inspirándose en Duchamp y sus 'ready made'; también rindió homenaje al artista dadaista en una obra donde incorpora la famosa pipa de girasol; el elemento que antiguamente acompañaba los retratos de Mao y simbolizaba el calor y compasión humana, Ai lo utilizará posteriormente en la gran ilustración de la Tate Modern.

     

     

     

     

     

  2. Bejing Photographs

    El hijo del famoso poeta Ai Qing, que fue desterrado por Mao Tse-tun, vuelve a su país natal en 1993. Antes de marcharse había participado en la fundación del grupo experimental chino Stars, que desafió la ortodoxia del Partido Comunista, y en el momento de su vuelta apuesta por profundizar en la realidad de la escena artística alternativa en China. De esta época datan los Black Cover Book, y fotografías que recogen los encuentros de Ai con intelectuales, músicos, poetas, pintores y activistas...

     

  3. Cao

    Ai Weiwei es especialista en los dobles sentidos, en desafiar el orden establecido, en hacerle cortes de mangas al poder... 'Cao' lo corrobora. Dentro de la sala forrada con un papel decorativo a base de brazos en movimiento – con ciertas reminiscencias a la cinemática futurista y a las cruces gamadas– reposa una instalación de mármol que recrea la hierba. No solo le saca partido al 'fake' de recrear la naturaleza tierna con la piedra minimalista y fría sino que sus cortes de mangas se multiplican por la sala. También le saca partido a la palabra 'cao', que significa hierba en japonés y es homófona de la palabra que equivale a la inglesa 'fuck'. Ai es un hombre de improperios.

     

     

     

     

  4. Coca Cola Vase

    La memoria y el consumismo son dos temas recurrentes en la obra de Ai Weiwei, que colecciona piezas cerámicas, muebles e incluso fragmentos de templos de la antigua China. En este sentido es conocida su acción de romper porcelanas –que serán el germen para el 'Drop a Dinasty Urn'– y también sus piezas costumizadas. Así es como queda una cerámica neolítica de la dinastía Han con el logo de Coca-Cola.

     

     

     

  5. Study of Perspective

    Durante seis años, el activista fue acumulando peinetas delante de los principales símbolos de poder del mundo occidental y oriental. Enseña el dedo en el Valle de los Caídos, a la Mona Lisa, en la Tate Modern de Londres, en la Sagrada Família, en el Reichstag, en San Pedro del Vaticano y la Casa Blanca, entre otros. Mirada, gesto y subversión quedan plasmados en fotografías que ayudan a tejer la mirada de un disidente que, recordémoslo, no ha podido salir de China desde 2011.

     

     

     

  6. Map of China

    Los mapas también tienen un lugar especial en la cartografía de Ai. En 2009, y para denunciar la falta de objetivos políticos, construyó un mapamundi a partir de miles de piezas de algodón (no es casualidad: Ai señalaba que China es subministradora de recursos, y en este caso es el primer productor mundial de algodón). También ha representado China con latas de leche en polvo infantil, una forma de disparar contra la muerte de bebés intoxicados por ingesta de leche en mal estado, y con piezas de madera que habían formado parte de los templos de la dinastía Qing. La memoria y la reivindicación de la artesanía se fusionan en esta pieza geopolítica.

     

     

     

  7. Estadio 'Nido de pájaro'

    En 2003 Ai Weiwei funda su estudio de diseño y arquitectura, y Fake Design Studio es su primer proyecto constructivo, levantado en los barrios rurales de Pequín que en aquel momento fueron “reocupados” por galerías y naves de creación. También participa con Herzog & the Meuron en el diseño del estadio Olímpico de Pequín, el Nido de Pájaro, un juego de contrarios en el que la estructura adquiere notoriedad en el exterior del recinto. Pero, aún y así, el régimen chino sigue sin caerle simpático; por eso finalmente no apoyó la Olimpiada de 2008.

     

     

     

  8. Illumination

    Una fecha, 2008, y el terremoto de 8,5 grados en la escala de Richter en la provincia de Sichuan. Ai Weiwei inició una campaña para hacer recuento del número de niños muertos –la lista de 5.196 víctimas la publicó en su blog– e impedir que el gobierno chino ocultara la tragedia provocada por las pésimas construcciones escolares. El artista hubiera querido testificar a favor del activista ambiental Tan Zouren en 2009, pero la policía se lo impidió y después sufrió una hemorragia cerebral atribuida a los golpes que habría recibido el artista al ser reprimido. El 'selfie' es una evidencia de esta sensación de amenaza y asalto que sufre Ai, que en 2011 será detenido por las autoridades chinas.


     

     

     

     

  9. He Xie

    Ai Weiwei se encarga de materializar las absurdidades de la política china, y una muestra es 'He Xie', un cargamento de miles de cangrejos de río de porcelana amontonados a la manera de las pipas de girasol famosas. En 2010, Ai recibió un encargo arquitectónico de las autoridades municipales pero cuando la obra estuvo lista fue declarada ilegal por el aparato gubernamental. La respuesta del artista fue una fiesta multitudinaria que reunió hasta 3.000 seguidores de Ai; no fue censurada, pero el artista solo pudo hacer acto de presencia virtual. En la fiesta se comió cangrejo...

     

     

     

Retrospectiva de Ai Weiwei en Barcelona: el artista detrás del activista

La Virreina acoge 'On the Table', una exposición que recorre la trayectoria artística del artista y activista chino

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Ai Weiwei es uno de los artistas de moda, a pesar de vivir confinado en China desde 2011. Conocido por su activismo político, el hijo del poeta Ai Qing se ha posicionado abiertamente en contra del régimen chino y ha llevado su disidencia al terreno artístico en instalaciones de grandes dimensiones que se han podido ver por museos de todo el mundo. Para La Virreina ha diseñado 'On the Table', una exposición a medida que, concebida como retrospectiva, nos acerca a los diferentes momentos de la trayectoria del artista que ha trabajado con la fotografía, la escultura, el vídeo y la arquitectura. Dice que su palabra preferida es la acción, y que necesita hacer fotos como el aire que respira (comprobadlo en Instagram, donde es muy activo). "La libertad comporta el derecho de cuestionarlo todo", dice. Pasad por su mesa y comprobadlo.

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