Los mejores lugares para salir de fiesta en Barcelona todos los días de la semana

No podíamos empezar la selección por otro sitio de la ciudad que no fuera el Paral·lel y la mítica discoteca Apolo. El origen de la sala de baile se remonta a principio del siglo XX –es uno de los locales de ocio nocturno más antiguos de Europa– y es un espacio musical de referencia a nivel nacional e internacional. Si bien la sala es conocida globalmente por sus sesiones de electrónica de los viernes y sábados noche, Nitsa y Astin, el Apolo ofrece a diario –excepto los domingos, a menos que se celebre el after del Brunch, o el Churros con chocolate– fiestas con temáticas distintas. 

Los lunes, el rock'n'roll y el indie se apoderan de la sala con la sesión Honey Bunny. Al son de 'Kids' de MGMT o 'I love it' de Icona Pop, los DJs residentes Mad Max y Joe Cabana, junto con los artistas invitados, nos amenizan el inicio de semana. 

Salir el martes es de valientes y, por eso, la discoteca del día que recomendamos es el Moog, uno de los clubs más pequeños de la ciudad, pero con una oferta de artistas a la altura de cualquier club berlinés. Los amantes de la electrónica seguro que conocen el local ubicado a dos palmos de la Rambla, pues, desde que abrió sus puertas a mediados de los años 90, la política de apertura diaria (de lunes a domingo los 365 días del año), junto con los nombres nacionales e internacionales que han pasado por su cabina –como Jeff Mills, Matthew Herbert, Elli Acula, Scan 7, An Der Beat y Óscar Mulero, entre otros muchos–, lo han consolidado como el referente indiscutible de la escena underground electrónica de la ciudad. 

¡Venga, que ya es mitad de semana! El cuerpo sigue pidiendo marcha, lo sabemos, así que os proponemos no una, sino dos discotecas para que mováis el esqueleto: Sidecar y Jamboree, ambas ubicadas en la plaza Reial. 

Durante el verano, la sala Sidecar abre sus puertas los miércoles para haceros disfrutar de las noches más calurosas. Replicando las sesiones de los viernes y sábados 'Dance to the underground', el club –fiel a los sonidos de vanguardia desde su apertura en 1982– propone bailar al son del indie, el pop y el rock de la mano de los DJs residentes Clara Rigby y Nacho Ruiz, entre otros. 

Si lo que os gusta, en cambio, es el hip hop, el trap, el R&B, el dancehall y el afrobeat, atravesar la plaza en diagonal y entrar enseguida en el Jamboree donde DJ Yoda se encargará de deleitar vuestros oídos. El club por las tardes celebra conciertos de jazz y flamenco en directo, pero de noche se transforma en una auténtica pista de baile. La mezcla de géneros musicales puede parecer estrambótica, pero el Jamboree se asegura de que haya para todos los gustos. Al fin y al cabo, la discoteca lleva por nombre 'reunión de tribus' en zulú, y, ¿qué menos que juntar las máximas posibles?

Paciencia, que el fin de semana ya está casi aquí. Si aun así no podéis esperar, no os preocupéis, Otto Zutz sale al rescate. La sala situada cerca de la estación de FGC de Gràcia se inauguró en 1985 y desde entonces su oferta musical se ha ido adaptando a los tiempos. Su estructura inicial era de dos pisos, pero después de los Juegos Olímpicos –con el impulso socioeconómico que estos supusieron– se edificó un tercero donde se ubica el sector privado y exclusivo Los Altos. Bien mirado, quizá para la mayoría de entre nosotros el club siga teniendo dos alturas. 

Ahora sí que es fin de semana y la conciencia puede descansar tranquila. De hecho, te recomendamos que lo haga en una de las mecas de ocio nocturno de la ciudad: en Razzmatazz. Dividido en cinco salas con música y estilos diferentes, el club ubicado en Poblenou tiene de todo y para todos. Los viernes, los espacios se dividen entres las sesiones de Fuego, con sonidos urbanos del momento; Àtic, con estilos de house, UK garage, funk e incluso hyperpop, entre otros; Pop Bar, donde podréis 'perrear' hasta el suelo y, las dos de electrónica pura, Lolita y Human, esta última estrenada recientemente. Como veis, aquí seguro que no tendréis que sufrir por poneros de acuerdo con vuestros amigos. Que cada uno elija la sala que más le gusta y ya os entraréis a la salida. 

El sábado se sale por el corazón de la ciudad, no solo por la cantidad de bares y el ambiente que hay, sino porque el Macarena y el Marula están allí. Ubicados cerca de la plaza Reial y de la Rambla, estos dos locales –independientes uno del otro– son emblemas de la ciudad. 

El Macarena, un antiguo tablao flamenco desde los años 20 del siglo pasado, se reformó en 2001 para acoger las últimas tendencias del house y del techno. Es un lugar íntimo, sobre todo por su limitada capacidad –80 personas–, que recuerda a las sesiones de Boiler Room por la ubicación del DJ: justo en medio de la pista de baile. Si tenéis la suerte de entrar porque el aforo no está completo, no os olvidéis de rezar a la virgen de la Macarena bajo las escaleras. 

Por otra parte, Marula es de esos lugares tan auténticos que incluso se respira la bohemia. Una vez te adentras en el local, el groove se apodera de tu cuerpo. Con una programación que comprende música en directo, jams y sesiones de DJ todos los días, los amantes de los sonidos old school y vintage tienen asegurado el paraíso aquí dentro. 

De nuevo, termina una semana, pero la fiesta no. Para los que el día anterior decidisteis no salir y hoy os habéis levantado con energía, o para los que todavía no os habéis ido a dormir, os recomendamos las fiestas diurnas del Brunch y las del Sound It. Si, en cambio, sois de los que preferís que el sol no os deslumbre mientras bailáis, la sala M7 es el lugar ideal. 

Ubicado en el distrito de Sants-Montjuïc, cerca de plaza Espanya, este club de dos salas, con una imagen claramente underground, os hará disfrutar de exquisitas sesiones de electrónica de DJ's nacionales e internacionales.