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El Ayuntamiento de Barcelona continúa con su apuesta por el uso del transporte público y los desplazamientos a pie en detrimento del vehículo privado. Desde el inicio de la legislatura, el gobierno de coalición ha presentado diferentes medidas para conseguir un objetivo a corto plazo: que más de medio millón de coches se queden aparcados y sus usuarios apuesten por el transporte público. El Plan de Movilidad Urbana (PMU), que fija 2024 como fecha límite para llevarlo a cabo, quiere desplegar más de 300 actuaciones para hacer de la ciudad un ejemplo de movilidad sostenible y ecológica. Hacer realidad la recientemente anunciada 'Superilla Barcelona', la pacificación de decenas de calles, la creación del carril bici en la calle Aragó o la transformación de la ronda Universitat son algunas de estas transformaciones.
Lo que ahora ha anunciado el Ayuntamiento es su apuesta por la regulación del aparcamiento del 90% de la ciudad, es decir, transformarlo en zona azul o verde. Ahora mismo este porcentaje se encuentra concretamente al 56% de las plazas actuales de aparcamiento para coches, por tanto, supondrá en menos de 4 años una pérdida muy considerable de las pocas zonas blancas de la ciudad. En paralelo pretende reforzar la frecuencia de buses y facilitar sus desplazamientos con la construcción de 68 nuevos kilómetros de carril.
Aceras: espacios "sagrados"
En la presentación del nuevo plan la concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, utilizaba el adjetivo "sagrado" para referirse a la condición de las aceras, espacios que los últimos años han ganado miles de metros a favor del peatón. Aunque las bicicletas y las motos parecen quedar al margen, la concejala ha insistido en bajar "todos los vehículos de las aceras" como objetivo principal, postes de luz incluidos. El PMU prevé hasta el 2024 aumentar una treintena de kilómetros del espacio para peatones, 67 kilómetros para buses y un 40% más para bicicletas. El Plan también aborda que algunas calles de tres o más carriles de la ciudad puedan tener al menos un carril de velocidad reducida (30 km / h).
¿Y ahora dónde aparcaré?
El aparcamiento no desaparece, solo se transforma. En menos de 5 años, el Plan de Movilidad Urbana quiere reducir las plazas gratuitas a un 10% del total de la ciudad. Y siguiendo esta línea, la titular de Movilidad no solo contempla la multiplicación de áreas verdes y azules, sino que también se fija en la cantidad de plazas subterráneas que se podrían aprovechar, con precios económicos, para estacionar el vehículo por la noche. Cabe recordar que a raíz de la pandemia la ciudad ya ha perdido más de 4.000 plazas de aparcamiento que se han destinado a terrazas nuevas de bares y restaurantes. Una ayuda hacia el sector de la restauración que el Ayuntamiento ha renovado hasta finales de 2021.
El Plan, que se ha presentado justo hoy, el Día Mundial sin coche, deberá aprobarse en comisión en el Ayuntamiento para poder llevarse a cabo.