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A finales del 2021 saltó la noticia: el tercer mejor bar del mundo según el ranking de World's Best Bars es el Paradiso, del Grupo Confiteria, en el Born. Ahora bien, aquella noticia escondía un segundo titular, de lo más jugoso, que hay que recalcar: el undécimo mejor bar del mundo también está en Barcelona, y se encuentra en el Raval profundo.
Estamos hablando del Two Schmucks de Moe Aljaff y AJ White, dos tipos que se conocieron en Oslo y se fueron a Barcelona para abrir un bar en la calle Joaquín Costa; con material reciclado, construyéndolo con sus propias manos. Desde un inicio definieron el proyecto de Two Schmucks como "mutante". Abierto en 2018, primero funcionaba como bar de café de especialidad con coctelería y 'brunch' dominical, y después de varias reformas se convirtió en coctelería al 100%. Ahora se definen como 'five star dive bar', que vendría a ser "un bar de viejos de cinco estrellas".
Y se ha situado en el Olimpo de la coctelería por méritos propios y singulares: la gracia de los Two Schmucks es que si otros locales destilan sus propios licores, ellos destilan irreverencia en tragos que te rompen los esquemas con más rostro que espalda, y todavía más talento y sentido del humor. Como por ejemplo, el cóctel de ensalada de pepino, Flavour Schmuck: "Nuestra bartender, Pom Modeste, tiene náuseas cada vez que huele un pepino. Y eso es porque cada vez que iba a ver a su abuela, la señora le preparaba ensalada de pepino... Pero la dejaba hecha con tres días de antelación, y cuando ella se la comía, ya estaba podrida y llena de moho. Teníamos que hacer un cóctel inspirado en esto", explican en redes.
De Two Schmucks, la guía aprecia aspectos que ya reseñamos en su momento: en las antípodas de las coctelerías solemnes y refinadas, aquí encontrarás 'happy hours de cerveza y chupito (¡a tres euros!), y de cócteles de tirador a seis y bocadillos increíbles (hay que conocer que su local de comida, el Fat Schmuck, unos metros más abajo). Y puede acabar la noche meneando el culo sobre la mesa. Haz eso en el Dry Martini y ya verás qué te pasa. Y recordemos: un cóctel aquí, una de las mejores barras del mundo, cuesta diez euros.
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