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Muy cerca de la frontera entre el Baix Llobregat y el Garraf, en el límite entre Castelldefels y Les Botigues de Sitges, hay un chiringuito que ha sabido capturar la esencia de un verano tranquilo. La Xancla (Passeig Marítim de les Botigues de Sitges. T. 661 84 26 67), la última apertura del Grupo Lancaster, se despliega en un rincón protegido de dunas y vegetación baja dentro del Parc Natural del Garraf, en una zona de postal que recuerda a las calas más discretas de Formentera.
Premiado por el Gremio de Hostelería como el mejor chiringuito del Baix Llobregat en 2023, La Xancla está especializado en brasa, y platos como el espeto de sardinas o un pescado de costa con mojo verde hacen honor al recetario clásico de playa (aunque su arroz seco a la llauna, con sepia y gamba, también es uno de los más solicitados). La sangría de cava, bebida de la casa, redondea una oferta pensada más para disfrutar sin prisas que para hacer vídeos de TikTok.
Pero no todo es comer. Los ‘tardeos’ de La Xancla —esas tardes de cócteles y DJ a pie de arena— se han convertido en un ritual para locales y veraneantes. Sin grandes artificios, el lugar ofrece una atmósfera distendida donde la música acompaña sin eclipsar el encanto del entorno. No hay pretensiones de beach club ni sofás blancos, solo una buena dosis de ritmo frente al mar cuando cae el sol.
El Grupo Lancaster, con sellos como BIOSPHERE e ISO 14001, apuesta por el turismo sostenible, un valor añadido que cobra sentido en un entorno como este. El uso de productos de proximidad, la gestión responsable de residuos y el cuidado del paisaje natural completan una propuesta que busca mantener el equilibrio entre disfrute y respeto. La Xancla no quiere ser más de lo que es: un buen chiringuito en un rincón privilegiado, sin necesidad de disfraces.
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