Calella de Palafrugell Airbnb
Foto: AirbnbCalella de Palafrugell
Foto: Airbnb

Escapadas de un día desde Barcelona

Un día festivo, un domingo cualquiera... Bastan unas pocas horas para descubrir los rincones más bonitos de Cataluña

Publicidad

No siempre se dispone de tiempo, ni dinero, para viajar lejos. Por eso hemos repasado algunos de los rincones más bonitos de Cataluña en busca de escapadas de cerca. Es la suerte de tener un territorio pequeño al alcance de todos. Con una hora y pico de coche, o incluso planificando una buena excursión para hacer en tren, podéis salir bien temprano por la mañana y volver por la noche. Y por el camino, encontraros con algunos de los mejores restaurantes de nuestra geografía. El equipo de Time Out Barcelona hemos recopilado nuestras escapadas de un día favoritas, lugares para desconectar y volver a la capital con las pilas cargadas.

NO TE LO PIERDAS: Escapadas románticas cerca de Barcelona

1. Sitges

¿Por qué tienes que ir? Sitges es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña, está a sólo 40 km de Barcelona y casi cada semana hay algún sarao cultural: el Festival de Cine, Fiesta Mayor, el Carnaval, la Vendimia, el Festival de Poesía, el Corpus, el Festival de Jazz Antiguo ... aquí no hay descanso. Perdeos por sus callejuelas estrechas, inspiraos con el arte del Palau Maricel y de la Fundación Stämpfli. Si deseáis conocer el estado de ánimo del pueblo, tomad una copa de vino en el Racó del Vi, una birra en la Sitgetana -cerveceria local con dos espacios- y un vermut en El Cable. Bajad al paseo y recorredlo de la Punta -la Iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla- hasta el Sausalito, el mejor chiringuito de la zona. Y si deseáis huir de la postal, subid hacia el Poble Sec, el Sitges que no sale en las guías. Si os quedáis a pasar la noche, pasad por Janio's y por Guitar Shop. Y si alargáis, que sea en el Ricky's. Y para dormir, un capricho en las afueras, el Hotel Dolce, un cinco estrellas con las mejores vistas de la ciudad.

¿Dónde comer? Buenos platillos para compartir en el Nem y los Jardines del Retiro que ahora lo llevan los del Cable (sí, se llama así). Las mejores pizzas, en la Pizzería del Cap de la Vila. Para cocina marinera (¡el arroz de alcachofas y pulpitos!), en el Pic Nic.

¿Cómo llegar? Facilísimo con Renfe: tomad el cercanías en Passeig de Gràcia o en Sants y tardaréis 40 minutos junto al mar hasta Sitges. En coche, si queréis evitar el peaje, podéis pasar por las costas del Garraf.

Maria Junyent

2. Golf de Roses

¿Por qué tienes que ir? En la costa del Alt Empordà, el Golfo de Roses ofrece playas preciosas. Salvajes, como la del Cortal de la Villa, en Sant Pere Pescador, junto al Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà -por eso hay tantos pájaros-, con dunas y sin brutalismo a la vista y zonas donde hacer nudismo. O calas como la de enfrente del exclusivo Hotel Spa Empúries; en su terraza con vistas es un privilegio hacer un vermut, y los domingos a primera hora hacen yoga al aire libre, sintiendo el rumor del mar. Está muy cerca de las ruinas de Empúries, que os harán viajar a la Grecia clásica y al Imperio Romano.

¿Dónde comer? En el restaurante Mas Concas (Camí Cinc Claus, s / n, T. 97 277 51 58) -ubicado en una masía que perteneció a la familia de la escritora Víctor Català, por cierto- que os permitirá dar un paseo por Cinc Claus, un conjunto arquitectónico con joyas de entre el siglo IX y el XVIII.

¿Cómo llegar? A 1 h 45 en coche, es la mejor manera de llegar desde Barcelona, ​​hasta la salida 5 de la AP7. En tren, la mejor opción es Figueres-Vilafant, donde para el tren de alta velocidad.

Marta Salicrú

Publicidad

3. Mont-roig y Mas Miró

¿Por qué tienes que ir? El sur siempre es un buen destino y esta vez tiene el aliciente de conocer los orígenes de Joan Miró. Ponemos rumbo a Mont-roig del Camp, a Mas Miró, que este año celebra el 5º aniversario de la fundación. Y a pesar de que está junto a la autopista (y la autovía y la vía de tren) rápidamente te integras en el entorno donde el pintor vivió e imaginó 'La masía' y muchas otras obras. Si visitáis la casa familiar, por donde pasaron artistas como Hemingway y Calder, resulta imprescindible la capilla desacralizada y el taller, joya que se conserva intacta. No hay obra expuesta, pero se respira el paisaje emocional del artista (la audioguía es muy completa y permite seguir la visita fuera del centro). Vale la pena acercarse al pueblo que Miró también pintó, en la iglesia de San Ramón y la cima de la ermita de la Virgen de la Roca hay vistas increíbles del Camp de Tarragona.

¿Dónde comer? La playa de Rifà es ideal para un picnic o un baño rápido.

¿Cómo llegar? Se recomienda desplazamiento en coche. 1 h 30 min por autopista de pago. Entradas en www.masmiro.com, 8 euros (ds. De 10 a 14 y de 15.30 a 18 h. Dom. De 10 a 14 h).

Eugenia Sendra

4. Priorat

¿Por qué tienes que ir? ¿Os gustan los paisajes de masía pija del Empordà? En el Priorat se encuentra el mismo sentimiento de ruralidad inmaculada, pero en este caso situada en un paisaje casi lunar: pasear por espléndidos surcos de viñedos de pizarra es como caer entre brócolis gigantes y puntiagudos del espacio exterior. Los lugares imprescindibles para visitar son la monumental cartuja de Scala Dei -con un portal de entrada que transmite un poder telúrico difícil de explicar-, los conjuntos de pinturas rupestres de los valles de Capçanes -un conjunto único en Cataluya- y la cooperativa de Falset-Marçà, un edificio modernista conocido como la Catedral del Vino.

¿Dónde comer? Lo mejor es no complicarse la vida: el restaurante del Hotel Hostal Sport -que en la región goza de un más que justificado estatus de catedral de la cocina catalana- abre 365 días al año. Y la verdad es que después de pasearse por su carta de cocina catalana, uno no puede evitar pensar cómo nos hacen pagar a precio de oro ciertas cosas en Barcelona. Un restaurante de cocina tradicional que ofrece finura, proximidad, producto de primera, y ... ¡cantidad! Nada de platillos de montaje fino y mordisco escaso, sino platazos donde la estética no roba espacio a la comida.

¿Cómo llegar? Tomad la Ronda Litoral, la C-32, la AP7 y la N-420 hasta Falset.

Ricard Martín

Publicidad

5. De Creixell al castillo de Tamarit

¿Por qué tienes que ir? En este recorrido estaréis dos horas pisando arena y sintiendo el rumor del mar. Y, ojo, sin apenas desnivel. El trayecto comienza en el pueblo de Creixell, en la playa del Gorg. Id hacia el sur, dirección Tarragona -el mar a la izquierda– durante los 7 kilómetros que se prolongan los Muntanyans, una playa de gran valor ecológico con dunas, marismas y flora autóctona. Atravesad las playas urbanas de Torredembarra en dirección al faro –el último que se construyó en el Estado– y buscad el sendero, muy bien señalizado, que lleva a la playa del Canyadell, también preciosa y rodeada de acantilados. Resistid las ganas de quedaros a vivir y buscad el camino que lleva, hacia el sur, al paseo del Fortín y al mirador: ya estáis en Altafulla. Bajad a la playa y continuad tranquilamente por la de Tamarit, para admirar de cerca su castillo.

¿Dónde comer? Después de dos horas de camino seguro que se os ha abierto el apetito. En Altafulla encontraréis Lola Bistro (Martí de Ardenya, 25. T. 977 650 804), un pequeño local de tapas de autor. ¡Reservad con tiempo!

¿Cómo llegar? Si no queréis repetir el recorrido de ida y vuelta, podéis tomar un tren hasta Torredemberra (R15, R16) y luego un bus que os acerque a Creixell. Para volver a Barcelona, tomad el tren en Altafulla (R15, R16).

María José Gómez

6. Girona

¿Por qué tienes que ir? Mucho antes de transformarse en el decorado perfecto para 'Juego de tronos', Girona ya tenía atractivos suficientes para ponerse la corona de una de las ciudades más bonitas de Cataluña, ideal para una escapada romántica exprés. Su centro medieval es mucho más que un decorado, con rincones y callejones para dejar sueltas las pasiones amorosas. Las casas de colores sobre el río Onyar son el blanco perfecto de los Instagramers que prefieren, sobre todo, el puente de hierro de les Peixateries Velles, con el mismo sello Eiffel de la torre de París. Rodeados de las montañas de la Garrotxa y el Empordà, un paseo al atardecer por las murallas os regalará una puesta de sol que no olvidaréis.

¿Dónde comer? Para escapadas 'low cost' visitad una institución de la ciudad, el rey de los frankfurts locales de calidad, König, el más famoso al pie de las escaleras de Sant Feliu. Si os lo podéis permitir, sin embargo, visitad algunos de los excelentes restaurantes de la ciudad, como el Occi (cocina catalana creativa, que apuesta por la fusión y redefinición de platos), y si con un encantador paseo deseáis descubrir el precioso monasterio de Sant Daniel, probad el toque fusión marroquí de El Cul del Món (T. 97 221 87 84).

¿Cómo llegar? El AVE os deja en Girona en 39 minutos desde Sants, como lo oís, así que mejor dejar el coche en casa.

Manuel Pérez i Muñoz

Publicidad

7. Calella de Palafrugell

¿Por qué tienes que ir? Si nos apetece pasar un día junto al mar y no volver a casa con arena pegada por todo el cuerpo, Calella de Palafrugell es nuestro destino. Un pueblecito marinero de postal bañado por seis pequeñas calas de arena gruesa y mar turquesa, casi siempre tranquilo (de ahí el nombre del Port-Bo, la cala donde cada julio se celebra la tradicional cantada de habaneras). Si se nos hace corto el paseo por los callejones estrechos de casitas blancas, podemos caminar hacia el norte hasta Llafranc (unos 20 minutos de camino de ronda), o hacer un camino más agreste hacia la Platja del Golfet, al sur.

¿Dónde comer? Aunque hay mucha oferta, es recomendable reservar mesa, ya que los días festivos también hay muchos visitantes. Podemos comer buena cocina marinera en el restaurante Fiego (Platja del Port Pelegrí) o en el Tragamar (Platja del Canadell), pero quizás preferimos comer bajo las emblemáticas “voltas” de Calella.

¿Cómo llegar? La mejor opción es ir en coche: tardaremos una hora y media, ¡la mitad que con otros transportes!

Anna Mateu Mur

8. Vilafranca del Penedès

¿Por qué tienes que ir? A solo una hora de Barcelona, la capital del Alt Penedès es un lugar donde hacer una breve escapada, pasear, disfrutar de su patrimonio arquitectónico, y tomar un buen vino. En el núcleo medieval encontraréis la Plaza de Santa Maria, donde podréis visitar la basílica de estilo gótico. Justo al lado, a solo un minuto andando, llegaréis a la Plaza de la Vila, lugar de las actuaciones de los 'verds', los castellers de Vilafranca.

¿Dónde comer? En La Fábrica, si os gusta la fusión de cocina japonesa y mediterránea. Para tomar unas bravas y un vino, las opciones no son pocas: el Casino, el Cèntric o la vinateria Inzolia son algunos lugares donde todo villafranquino va a disfrutar de unas tapas. Si, en cambio, os apetece ir a las afueras de Vilafranca, El Celleret, de la familia Torres, es una buena opción para comer entre las viñas, música en directo incluida.

¿Cómo llegar? En coche, el trayecto desde Barcelona son unos 50 minutos. En transporte público, podéis coger la R4 en Sants y en poco menos de una hora llegaréis a Vilafranca.

Irene Poza

Publicidad

9. Escapada a la Vall del Corb y estanque de Ivars y Vila-Sana

¿Por qué tienes que ir? Poniente, la gran zona desconocida pese a situarse a una hora en coche de Barcelona. Esconde paisajes únicos, buenos alimentos y una ruta libre de peajes que guarda como un tesoro la esencia de la Cataluña ligada al campo. La Vall del Corb, al sur de la comarca del Urgell, es un mosaico de fincas de cultivos, colores, caminos y pueblos medievales. 

Cruzar el valle siguiendo el río Corb, parando en pueblos de calles adoquinadas como Guimerà o Nalec y adentrarse en la calma monástica en el Monasterio de Vallbona de les Monges, punto imprescindible de la Ruta del Císter. Para comer, aprovechad para saborear el vino de la zona - Costers del Segre - y coged el camino hacia el estanque de Ivars y Vila-Sana.

En media hora os plantaréis en el lago artificial más extenso del país. Con una rica flora y diversidad de aves, regalaos un paseo en barca o bici - rodearlo son 13 km - mientras "la tierra donde se pone el sol" os dedica un atardecer que no olvidaréis.

¿Dónde comer? En Cal Menut de Belianes encontraréis cocina casera y de la zona. Si la opción de picnic os tira más, el estanque tiene habilitadas zonas de mesas para comer al aire libre.

¿Cómo llegar? El coche es la mejor y única opción para llegar en 1 hora 30 minutos por autovía (A2). Hay que coger las salidas a Cervera o Tàrrega.

Marc Andreu

10. Sant Esteve de Palautordera

¿Por qué tienes que ir? Aparte de estar situado en un entorno natural privilegiado, a las puertas del Montseny, rodeado de ríos, arroyos, estanques, colinas coronadas por castillos, bosques de encinas... encontramos la sede del Circ Cric de Tortell Poltrona que cada fin de semana de primavera monta unos saraos espectaculares. Si no habéis ido nunca, esta es la vuestra.

¿Dónde comer? Si no queréis hacer un picnic en el bosque (la opción para el buen tiempo), podéis visitar todo un clásico, Can Marc (Can Marc, 6, T. 93 848 27 13), un local ideal con cocina de temporada, con los clásicos de siempre muy bien cocinados.

¿Cómo llegar? De Barcelona, ​​en coche no son ni tres cuartos de hora. En transporte público, podéis tomar la línea R2 de Cercanías hasta la estación de Palautordera. También existe la posibilidad de coger un Sagalés.

Andreu Gomila

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad