Tras recoger el testimonio de 200 personas de forma anónima, La Virgueria ha levantado una pequeña joya de teatro documental creativo que quiere celebrar el deseo femenino. En escena, solo dos actrices (Clara Jornet y Patrícia Bargalló), un montón de almohadas, tres pantallas, una mesa de sonido y bolsas llenas de líquido que cuelgan. El público se encuentra a tres bandas, muy cerca. El espectáculo se despliega ante sus ojos como un cuestionario lanzado al espectador mientras las intérpretes hacen preguntas que cada uno responde en su interior y dan vida a todo lo transmitido, mujeres que narran su relación con el sexo.
¿Cómo explicarías el orgasmo? ¿Has fingido alguna vez un orgasmo?
Las preguntas son directas. Empieza con: “¿Qué es, para ti, el placer? ¿Qué es, para ti, el deseo?” Y termina con: “¿Cómo explicarías el orgasmo? ¿Has fingido alguna vez un orgasmo?”. Y justo antes hemos podido ver a Jornet haciendo de mujer de 63 años que nunca ha tenido ninguno y maldice a un marido y una sociedad que le han privado de disfrutar del sexo y de su cuerpo. Pero, más que una queja, 'La punta del iceberg' quiere ser una celebración, una fiesta sexual sin hacer nada explícito, que obliga al jefe del espectador a trabajar.
Isis Martín ha escrito un texto que cabe en dos páginas. El trabajo ha sido de suyo y de Aleix Fauró a la hora de hilvanar un material diverso y disperso. Y conseguir que Bargalló y Jornet no parecieran pitonisas del sexo ni 'performers' punk echando pestes sobre el patriarcado. Un espectáculo para todos, mucho más revolucionario que ciertas piezas morbosas que lo único que hacen que es seguir banalizando y mercantilizando el deseo.
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