Comer en agosto: restaurantes abiertos por vacaciones en Madrid

Safe Cruz y Aida González ya han estrenado su nueva casa (Caballero de Gracia, 20) a la espalda de Gran Vía. Y tenéis que ir a verla. Abren todo agosto y será más fácil reservar mesa estas semanas. Más de 300 metros cuadrados en dos plantas que no han perdido esa atmósfera de recogido bistró que atesoraba su ubicación anterior; del interiorismo se ha encargado los diseñadores de Plantea, el estudio de moda ahora mismo, apoyándose en los colores de las islas y la obra del legendario César Manrique. Más comodidad para los clientes en sala, se disparan las referencias de la bodega (de vinos canarios & co.) y crece en posibilidades ese campo de juegos que permite seguir desarrollando su vibrante concepto gastronómico de canariedad máxima. Tres menús para elegir en un viaje que recupera y donde se reinterpretan platos clásicos de su trayectoria a la vez que van apareciendo nuevas creaciones una temporada tras otra. 

Desde un ceviche de corvina y crujiente de calamares a unos mejillones a la chalaca o unas croquetas de ají de gallina. La gastronomía peruana aterriza a orillas del parque de Berlín en un espacio luminoso y colorista. Como la cocina que ejecutan. La carta ofrece todo ese mestizaje propio de un país con múltiples infuencias y territorios tan dispares como la Cordillera Andina, la costa del Pacífico o la selva amazónica. Vais a encontrar platos tradicionales y esos chispazos de sabor (jugando con lo cítrico y lo picante) donde se entremezcla lo asiático con ingredientes mediterráneos. 

Cocina abierta al fondo del local y un escaparate para ver desde la calle cómo hacen cada día la pasta fresca (en varias versiones) que luego se presenta en el plato. Así llega a la zona de Plaza de España el último restaurante italiano para todos los bolsillos con más éxito de Madrid. Sus colas son habituales cada mediodía en la glorieta de Bilbao, la privilegiada ubicación donde Ciro Cristiano (Baldoria, Mejor Apertura de Europa para Top Pizza) abrió este nuevo proyecto que está conquistando la capital. "Hacer pasta fresca es una de las cosas más relajantes que existe. Si esta calma la transmite a la masa, será un éxito seguro". 

Abrió sus puertas en mayo de 2022 y no se han bajado de la ola del éxito desde entonces. Igual en agosto es más fácil hacerse con una mesa en su siempre animadísimo comedor. Sus responsables apuestan por platos sencillos que guardan una relación entre sus países de origen -España y Uruguay- combinando recetas de aquí y de allí. Se sirven de producto de máxima calidad, de cercanía y temporada en una carta muy versatil. La brasa es el eje central. Casi todo pasa por el fuego.

Llevan casi una década conquistando comensales en el norte de Madrid con un gran comedor acristalado y una terraza a la sombra de grandes árboles que enamora a sus vecinos de La Moraleja, pero también a quien busca escapar del asfalto de la capital. Es sentarse en una de sus mesas y bajar las pulsaciones. Reina el ambiente relajado en todos los espacios, tanto interiores como al aire libre, de Cabaña Marconi. Y eso ya es excusa suficiente para acercarse a este oasis entre encinas centenarias, cocina internacional y mucho cóctel al atardecer (de hecho, en 2021 se convirtió en uno de los 25 restaurantes con terraza más reservados según la plataforma The Fork).

Tras consolidar Estimar, triunfar con Rural, el último proyecto de Rafa Zafra y los suyos se enmarca en el hotel NH Collection Madrid Eurobuilding. Dos espacios, dos propuestas. Mientras Bikini Bar nace para ofrecer "un lujo que se disfruta con las manos", cocina asentada en una cuidada selección de entrepanes y bikinis a la que se suma una selecta carta de coctelería, Casa de Comidas añade la formalidad justa para poner en la mesa un homenaje disfrutón a las recetas y platos de siempre pero con el hedonismo y los apuntes de sofisticación que caracterizan el trabajo del chef sevillano. Tienes desde un salmorejo con jamón ibérico y uva y crema de calabaza, crème fraîche y picatostes a unos tacos merluza de merluza a la romana con salsa tártara o una paletilla de cabrito con chalotas caramelizadas. 

Ninguno de los casi 10 locales de Lamucca cierran en agosto. Pero este verano hacemos parada en uno con nás 15 años de trayectoria, un tiempo que avala su gestión y su propuesta en el número cuatro de la plaza de Carlos Cambronero. Tienen una gran terraza bajo los árboles y están en Malasaña, a orillas de la calle Pez, pero si no te han dado la pista igual no llegas. Se trata de un refugio económico y agradable para irse de cañas, para tapear por el mundo (de croquetas y salmorejo a ceviche, patacones o tacos) o para pedirse la pizza de boletus más vendida de la ciudad. 

Cada nuevo taco de Roberto Ruiz, el chef mexicano más audaz a este lado del Atlántico, es una descarga, una fiesta; mayor si te asomas al carrito de destilados del ágave, mejor si te pides un cóctel. En esas tortillas hay mar y montaña, un viaje que arranca en una chispa ácida, cierra una salsa picante y pasa por un toque ahumado. Su desenfadadamente gastronómico proyecto (en la tercera planta de El Corte Inglés de Serrano, 47, frente a StreetXO) es México atravesado por una singular y placentera autovía que va de Galicia (empanada de huitlacoche) a Cádiz (guacamole con tortillita de camarón). Pasárselo bien era esto.

El napolitano Ciro Cristiano estuvo detrás del éxito de nombres tan tan populares en el panorama de la capital como Bel Mondo o Villa Capri pero decidió salir del grupo Big Mamma y navegar solo. Solo pero con los mejores proveedores y un equipo de su confianza. Y así levantó la persiana de Baldoria, su nueva casa y, sin duda, la de muchos madrileños; no solo vecinos del barrio de Lista o del distrito de Salamanca. Aquí el peregrinaje es constante y son varios los premios y los elogios de la prensa especializada hacia sus pizzas.

Tras consolidar la propuesta gastronómica de Nunuka, un bistró que puso en el mapa platos típicos del país como el khachapuri y el khinkali, sus responsables han dado un paso más allá pero no muy lejos de este acogedor y romántico espacio instalado en Chueca. Ahora acaban de estrenar proyecto, y a la parte sólida, donde mandan los platos para compartir, le han sumado una carismática y cuidada sección de coctelería. Sugerentes tragos que tienen un destilado llamado chacha (extraído a partir del caqui) como columna vertebral.