
Escapadas gastronómicas a un paso de Madrid
Para huir del asfalto y oler a campo, para darse un placentero homenaje sentado en un espacio acogedor
Os proponemos un puñado de viajes de ida y vuelta en el día para salir de los rigores del termómetro madrileño y entrar en varios paraísos gastronómicos. De un macrorestaurante a orillas de la autovía a Valencia a todo un Relais & Châteaux rodeado de largas sombras arboladas. Si te has quedado teletrabajando o de vacaciones en la ciudad, te mereces una escapada de vez en cuando.
RECOMENDADO: Y si quieres escaparte por España...


Molino de Alcuneza
A 137 km. Porque la panadería es sagrada en este Relais & Châteaux con estrella Michelin, en el confinamiento lanzaron un kit para que hicieras tus pinitos en casa. Ahora toca disfrutar las creaciones de Samuel Moreno ya partan de harinas molidas a la piedra o compongan su logrado menú, espejo del terruño. Sin duda, la sombra de esos árboles resulta tan inspiradora como agradable. Alcuneza (Guadalajara).


Casa Elena
A 55 km. Quizá sea la mejor temporada tras seis años de andadura. El menú de Àlex Vidal rezuma sencillez ilustrada, profesionalidad y carácter. Sea un arroz de remolacha o una lubina con tubérculos y velouté al aroma de cítricos, la propuesta seduce y levanta el ánimo. Si además la cosecha de tu huerto acaba en el plato y tienes un rincón acogedor al aire libre... ¡Ve arrancando el coche! Cabañas de la Sagra (Toledo)


Essentia
A 83 km. Debería estar en la lista de ineludibles para todo buen aficionado a la carne. Sus torreznos son leyenda en la A-3, sirven esa chuleta de vaca vieja finlandesa que para muchos (jurado internacional incluido) es la mejor del mundo y, más allá de los códigos QR, encontrarás un menú monográfico de cerdo ibérico. Si la barbacoa familiar te dejó a medias y quieres garantías, no busques más. Tarancón (Cuenca).


Huerta de Carabaña
A 56 km. La visita entre hortalizas, tomateras y fresas culmina en una preciosa galería con jazmines y piano de fondo, en una carta fija con tres platos de verdura y un cordero asado de raza colmenareña. Cerrado su local en el barrio de Salamanca, Roberto Cabrera y Ricardo Álvarez abanderan este regalo efímero que venera y exhibe las raíces del sello familiar en todo su esplendor. Conquista a cualquiera. Carabaña (Madrid).
Filandón
A 15 km. Es innegable que unos boquerones del Cantábrico vuelta y vuelta sobre brasas candentes son la expresión más fiel y apetecible de cualquier verano. Este desahogado, versátil y sugerente espacio de Pescaderías Coruñesas se eleva sobre las terrazas de la capital con un producto excelso y unas ejecuciones precisas. Puedes pasear la sobremesa por los senderos de El Pardo. Carretera Fuencarral-El Pardo (M-612)