¡Atención! Nos esforzamos para informar con precisión, pero estos son tiempos inusuales, así que comprueba siempre antes de salir.

Restaurantes mexicanos en Madrid con reserva online
Selección de los restaurantes mexicanos más populares de Madrid en los que podrás reservar mesa online
Tacos (aquí puedes encontrar los mejores de Madrid), quesadillas, burritos, nachos con guacamole... si eres fan de la comida mexicana y te apetece probar sitios nuevos en Madrid, este listado de restaurantes mexicanos te será de gran ayuda. ¡Además puedes reservar mesa online!
Tepic
Este rincón dedicado a México nació en Chueca y después de nueve años dio el salto para estrenarse ya renovado en el barrio de Salamanca. Desde entonces, ha reforzado su propuesta y podemos decir que está entre los mejores restaurantes de cocina mexicana de la capital. Sin olvidarnos de la barra que cuenta con una importante colección de referencias en tequilas y mezcales, más de 60. El local, con una decoración sencilla, muy cuidada y alejada de topicazos, está dividido en dos plantas lo que deja la opción de elegir ambiente. A pie de calle, está la barra con mesas altas para encuentros más informales y una más abajo, un comedor más tranquilo y acogedor. Siguen siendo fieles a la apuesta inicial ofreciendo una cocina mexicana tradicional, la de Nayarit. Y lo cumplen con creces a través de un recorrido muy interesante por recetas e ingredientes, algunos como los chiles cultivados en su propio huerto. La carta es tan amplia que lo mejor es que os dejéis aconsejar por el personal. También con los cócteles aunque la margarita y la michelada son apuestas seguras. Destacar su guacamole, los tacos al pastor (impecables), el aguachile de camarón y las tostas de tinga, entre otros. De postre, no os perdáis el pastel de elote, puro maíz.
La Mordida
Joaquín Sabina, además de cantante tiene restaurantes, sí, pero quien hubiera imaginado que mejicanos. Y de comida auténtica mejicana, rica y del corazón de Tenochtitlan. A tope de animados aficionados al tequila, es el lugar para disfrutar del mole, la salsa de chocolate mejicana que de primeras suele asustar. El pavo con mole se deshace en la boca y la cochinita pibil es exquisita. Echa un vistazo a ver qué famosos o qué canción de Sabina descubres en su mural.
La Gastro Salvaje
Una de las últimas aperturas de la calle Ponzano con ingredientes para ser el lugar de culto para amantes de sabores potentes de las cocinas callejeras de México y Asia. Una vez más: fusión, un concepto (trillado y maltratado) que a priori provoca cierta pereza pero que en esta ocasión gusta, y mucho. Será que detrás del proyecto está Chema Soler, que cambió la Gastrocroquetería por La Gastro de Chema (Barco, 7) donde su cocina es más libre y personal. En la Gastro Salvaje, Soler se une a la cocinera mexicana Cynthia Pariente, natural de Chiapas, con la que ya había trabajado y que ahora está al frente de esta aventura. Proponen una cocina informal con una carta breve y resultona de bocados fríos, calientes, tacos y un guiño a los clásicos de Chema como sus croquetas de sepia gratinada. Respetan recetas tradicionales como el aguachile de gambas de Michoacán, elote (maíz) como en Ciudad de México y el queso fundido con chorizo verde y tortillas de Toluca. Personalizan una sabrosa cochinita pibil en pan bao; el taco de calamar en tempura con kimchi, crujiente y picante; y un acertado alambre de panceta y papada a la brasa. Fuera de carta, tacos del pastor con pato a la brasa y el de guiso de oreja con curry rojo. El postre, un delicioso pan de elote. El local tiene el tamaño suficiente para alojar un par de mesas altas y la barra que es la protagonista. Buen sitio para tomar “Traguitos coquetos” o cócteles, micheladas, tequilas, mezcales, vinos o cervezas nacionales y mexicanas
Comala
Si a la firma del aplaudido chef Abraham García le sumamos un nombre extraído del mítico escritor Juan Rulfo nada puede salir mal. El resultado, una tasca de altos vuelos en cocina y cuidado (pero algo incómodo) interiorismo; no busques el precio de la taquería de tu barrio. A los obligatorios tacos, se suman ensaladas, sopas y varias raciones (atentos al fuera de carta). No es nada desdeñable opción pedir una michelada para una mayor inmersión. Fusión y buenas ejecuciones pero no siempre con el punto de picante esperado y sabor deseado. Hay mimbres pero mucho camino por recorrer.
Luz de luna
Patatas bravas con chipotle, albóndigas de jabalí al mole poblano y quinoa andina salteada con cebolletas tiernas, alambres de pluma ibérica enchilada, pollo de corral y cordero merino, helado de chocolate con piña asada al tequila. No suena al clásico mexicano, ¿verdad? Normal. Detrás de esta nueva apertura está Abraham García (Viridiana), un apasionado por todo lo que suene a buen mestizaje. Aquí su ojo derecho es la joven chef Diana del Amo que sabe bien exprimir las posibilidades de una cocina dinámica, de una informalidad ilustrada. En la barra, claro, no falta una sugerente selección de tequilas, mezcales y sotoles.
Entre Suspiro y Suspiro
La herencia de una cocina tan vasta como la mexicana está magníficamente representada en este céntrico restaurante, muy querido entre los amantes a esta gastronomía. Hay respeto por la tradición y la calidad de la materia prima. Es puro disfrute. Su carta de tequilas parece infinita… Será que al final uno ya ve doble.
Mestizo
Es posible que la cocina mexicana fuera una de las primeras en importarse y adaptarse al mapa gastronómico madrileño. Sin embargo, el ADN más tradicional del país centroamericano, salvo contadísimas excepciones, estaba capitaneado por la tex mex y cadenas de desigual resultado. De ahí que propuestas como la de Mestizo sean dignas de aplauso y recibidas con entusiasmo por quienes buscan un trocito de esta tierra en forma de sabores y aromas. Por supuesto, tiene nachos (totopos con frijol, queso, pico de gallo y jalapeño), quesadillas con diferentes rellenos y más de diez variedades de tacos. Pero también tamales (masa de maíz rellena, envuelta en hoja y cocinada al vapor), nopales (cactus laminado) o guisos como el pato en mole a la ciruela y nueces. Te recomendamos, especialmente, el molcajete mestizo (de pollo, ternera, vegetariano o gambas); un gran mortero de piedra volcánica con aguacate, chorizo, queso, cebolleta, cilantro y salsa a elegir entre roja, verde, mole y chipotle. Un plato para compartir (mínimo 2 personas) que llega a la mesa en plena cocción y se monta en tortitas de trigo o maíz. Increíble y divertido. Cuentan, además, con un espacio dedicado a los destilados locales, un club de tequila y mezcal donde descubrir las maravillas y diferencias de ambos alcoholes. Y de dónde, cómo no podía ser de otro modo, también salen estupendos margaritas con los que acompañar los platos. Ofrecen menú de mediodía.