Las obras de teatro de Madrid que tienes que ver

El actor y cómico Wilbur, alter ego de Víctor Ortiz de la Torre, trae de nuevo un espectáculo donde centra su mirada en la necesidad de aceptarse tal y como se es. Mediante increíbles acrobacias y números de humor blanco, Wilbur, quien se ha hecho famoso por sus vídeos virales en las redes sociales, presenta una historia real y arrebatadora que invita a los asistentes a examinarse internamente.

El famoso humorista, escritor e ilusionista gallego Luis Piedrahíta lleva al Teatro La Latina un monólogo lleno de ingenio y humor en el que analiza con ironía el horóscopo y las autocaravanas camperizadas, prueba incontestable de que el destino puede estar escrito en las estrellas o en la sección de ofertas de Leroy Merlin. Además, cuestionará algunas verdades asumidas por la sociedad como la existencia de las anguilas eléctricas o los tornados. 

Jorge y César, Los Morancos, van a prisión por culpa de la Ley Mostaza, que condena a todos los humoristas del país. Ambos tendrán que aprender a manejarse en el tenso y siempre peligroso ambiente carcelario, algo que les llevará incluso a distanciarse entre ellos.

Jesús García escribe y dirige un espectáculo cómico que se burla de los prejuicios personales y la religión por medio de una extravagante historia que fusiona la reflexión existencial, la intriga y la divina providencia.

Las relaciones entre generaciones y las emancipaciones tardías son el objeto de análisis de esta original tragicomedia escrita y dirigida por Marcos Fernández Alonso, que bebe del humor burlón de Antón Chéjov, los hermanos Marx y el vodevil estadounidense.

Santiago Segura, Florentino Fernández y José Mota crean un espectáculo cómico donde reflexionan sobre el sentido del humor. El montaje cuenta con monólogos, escenas compartidas por dos de los intérpretes y otras realizadas por este peculiar trío. Todo, para brindar una velada llena de risas y deliberaciones acerca de la comicidad antigua y actual que busca hacer entender qué es el humor y por qué nos reímos.

El guionista, monologuista y actor Berto Romero, conocido por su faceta en televisión, cine y radio, vuelto al Gran Teatro Caixabank su último espectáculo, en el que se muestra más sincero que nunca. Un show completamente inédito en su carrera en el que, además de comedia, habrá magia, música, efectos especiales y un sinfín de sorpresas. Las risas están garantizdas.

Con motivo del inminente estreno de 'Transformers One', la Sala Equis acoge este show de humor que combina comedia 'standup', trailers, sketches en vivo y extractos de filmes ignotos y de bajo presupuesto, organizado por los responsables de CUTRECON, el Festival Internacional De Cine Cutre de Madrid.

La ópera de João Guilherme Ripper está basada en Domitila de Castro, una importante figura histórica en el Brasil del siglo XIX. Domitila está interpretada por la cantante Ana Quitans, quien está acompañada por el pianista Borja Mariño, la clarinetista Irene Martínez y la violonchelista Ángela Rubio.

Regresa a la cartelera madrileña esta obra después de triunfar la temporada pasada en la Nave 10 de Matadero, que ha tomado ahora un nuevo rumbo supuestamente más contemporáneo. Y regresa con una nueva actriz encarnando el papel protagonista. En este caso es Beatriz Argüello quien se mete en la piel de la controvertida Carmen Díez de Rivera, la primera y única mujer que ha desempeñado el cargo de jefe del gabinete del presidente del gobierno en España desde que acabó la dictadura. Es curioso reparar en este punto mientras se ve la función, y es imposible no pensar que algo tiene que ver, sí, con que Carmen era una mujer aguerrida, valiente e inteligente, pero también con su linaje aristocrático y su amistad personal con Juan Carlos de Borbón, que además de enchufarla en Televisión Española en 1968, le quería enchufar otra cosa. Esta cuestión planea por sobre la obra siempre. Es la historia de una mujer importante, una mujer que parece estar detrás de decisiones tan trascendentales en la llamada Transición como la legalización del Partido Comunista de España. Pero, al mismo tiempo, es una mujer privilegiada que, tras ser víctima en su juventud de la indigencia moral endogámica, típica de la alta alcurnia de este país, viajó por el mundo, vivió en África (nunca se dice dónde ni cómo, el habitual desliz colonialista y eurocentrista) y, viendo y compartiendo la vida “simple” de los aborígenes, entendió que la humanidad debe entenderse y vivir en paz y armonía. Probablemente, la p