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El Rastro

Las mejores tiendas del Rastro

Un repaso por los locales imprescindibles del mercadillo más famoso de Madrid y una guía de supervivencia para encontrar auténticas gangas

Escrito por
David Farrán de Mora
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El Rastro de Madrid, es sin duda uno de los  sitios más populares de la ciudad, y de visita obligada para todo adicto a las cosas vintage. Sin embargo, El Rastro de 2017 casi no tiene nada que ver con el de hace unos años. La gentrificación (que alcanzó su cima con la aparición de un pop up de Ikea) lo ha transformado en una cosa, ni mejor ni peor, tan sólo diferente. Pasear por sus callejuelas es ahora parecido a estar por un barrio chic lleno de tiendas de decoración, librerías, cafeterías, tiendas gourmet, pero con la gracia de seguir disfrutando de las típicas almonedas 'old school', y los domingos de los puestos callejeros.

Atrás quedaron las calles donde se vendían animales, los puestos de berenjenas y encurtidos, los mercados ilegales de juegos de ordenador, las reuniones de cambios de cromos, los maravillosos puestos de 'bag ladies' ofreciendo todo tipo de cosas imposibles (mítica era una señora que vendía vinilos traídos en cientos de bolsas de plástico, o un señor muy anciano de origen magrebí vendiendo piezas dentales usadas, u otra matriarca de etnia gitana vendiendo abrigos de pieles), o simplemente los puestos de gente que iban allí a vender las cosas que ya no usaban, en plan precursores de Wallapop.

La caza de chollos es ahora mucho más complicada con la aparición de las tiendas vintage, que han encarecido todo en esta zona, destrozando de alguna manera el verdadero espíritu de lo debería ser un "mercado de pulgas" o un rastro: la caza de un objeto antiguo único pagando por él casi nada. Esta evolución ha hecho que todo sea mucho más caro, aunque también ha dotado de otro estilo mucho más chic al barrio de La Latina.

Sin embargo todavía es posible encontrar esos ansiados chollos y os vamos a dar las claves con estos consejos de supervivencia en El Rastro. Por donde hace décadas campaban a sus anchas traperos, buhoneros, chatarreros, ropavejeros, cacharreros, chamarileros, afiladores, charlatanes... pasean ahora hípsters, millonarias pijas, modernos de todo tipo, 'cool hunters', 'influencers' digitales o juntaletras de tendencias en plan postureo máximo para luego subir sus fotos a Instagram y otras redes sociales. ¿Será esto el principio del fin del Rastro madrileño? Seguramente no, es simplemente una evolución.

Así que hemos seleccionado una serie de tiendas para poder entender la evolución del Rastro. Desde las de toda la vida para buscar entre montañas de objetos y muebles apilados, a los espacios más de revistas de estilo para bolsillos privilegiados, pasando por nuevos conceptos que mezclan  el diseño contemporáneo con el "chatarreo chic".  El Rastro del 2017 es pura mezcla de estilos, lo que le convierte en uno de los más interesantes de toda Europa. Pasen y vean.

RECOMENDADO: Tiendas de decoración en el Barrio de las Letras.

La Tapicera
  • Tiendas
  • Embajadores
  • precio 3 de 4

En pleno corazón del Rastro, es una de la tiendas de nueva hornada más útiles, pues da nueva vida a todo tipo de muebles, sillas y sillones  con su excelente trabajo de tapicería con telas propias creadas por diversos artistas como Abe The Ape por ejemplo. Además imparten cursos para enseñar a tapizar y diseñan sus propios cojines de la mano de su creadora, Alejandra Aguilar. Lo ideal es pillar un chollo en los puestos de la calle y llevarlo a que lo vistan.

Colindante
  • Tiendas
  • Embajadores

Se trata de otra tienda del Rastro gentrificado (de las que llevan el logo de recomendados por la revista AD). Esta marca de joyería está involucrada en la producción de otros elementos decorativos en soportes como el textil y la cerámica para el interiorismo y la decoración. Unas piezas muy finas de cerámica, muebles de estilo nórdico, cuadros originales, joyería estilo años 50 y 80, objetos de cristal soplado... Todo en diseño sostenible.

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Vintage 4P
  • Tiendas
  • La Latina

Vintage 4P lleva una década ofreciendo el mejor mobiliario europeo del siglo XX. Su premisa es la mezcla inteligente, muebles escandinavos se funden con vitrinas de farmacia e iluminación alemana, una selección cuidada de elementos destacables tanto juntos como por separado, como novedad venden en exclusiva luminarias diseñadas por el dueño Juanma Lizana. Y piezas de diferentes artistas, como los platos de cerámica decorada de Artefacto. Una de las tiendas más coquetas y finas de todo el Rastro.

El Transformista
  • Tiendas
  • Decoración
  • Lavapiés

Es sin duda la tienda pionera en decoración vintage gracias a la labor de Carlos, su fallecido fundador, que desde los años 80 ya estaba vendiendo piezas increíbles a todos los modernos de Madrid, cuando era la única tienda de este estilo en la zona. Un visionario que con sus muebles y objetos ha vestido las películas de Almodóvar o Álex de la Iglesia. Su escaparate fue una de las galerías de arte más alternativas en los 90, organizando exposiciones con los artistas plásticos  más importantes en La Movida. Art Decó, años 50, taxidermias, memorabilia, jardinería metálica, porcelanas firmadas, lámparas espectaculares de los 70, barras de bar... todo un delirio de verdaderas joyas del diseño de interior. Un capricho de un coleccionista con un ojo muy fino para el vintage.

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The Closet
  • Tiendas
  • Embajadores
The Closet es el perfecto ejemplo de la evolución del Rastro en un nuevo concepto de espacio callejero. Es un híbrido entre una biblioteca y una tienda de ropa, pero no por vender libros y ropa. Funciona como un biblioteca y al hacerse socio se obtiene el derecho a sacar una prenda de ropa, usarla y después devolverla para llevarse otra. También tienen un showroom con las colecciones de algunos de los diseñadores noveles más alternativos como Orojondo o Lovely y regularmente organizan conciertos acústicos y sesiones de dj´s.
Santa y Señora
  • Tiendas
  • Embajadores

En este local conviven la ropa y los complementos de segunda mano con objetos de decoración vintage y una programación de obras y espectáculos de microteatro. Una ‘chatarrería next generation’ con elementos extra que hacen de ella una de las tiendas más singulares de la zona. Copleras, folclóricas, iconografía religiosa, divas del pop y objetos con un toque kitsch son algunos de sus básicos. En su armario hay ropa vintage y de de firmas como Confecciones Desfachatez y sus camisetas de folclóricas intervenidas.

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Galaxy Saurio
  • Tiendas
  • Embajadores
Galaxy Saurio es un oasis pop dentro del rastro. Sus dueños llevan muchos años coleccionando todo tipo de juguetes vintage. En la tienda venden colecciones y objetos de segunda mano: juguetes, comics, muñecas, cromos, pegatinas, consolas, videojuegos, discos, antigüedades e incluso arte. Tienen todo los que se pueda imaginar, en plan síndrome de Diógenes de juguetes, y se ve que son adictos a acumular estas maravillas pop. Un verdadero delirio donde  lo mismo hay una máquina Arcade del juego Moonwalker de Michael Jackson como todo tipo de memorabilia de películas y series de tv, muñecas vintage, juegos de mesa. Todo lo imaginable lo tienen y los precios son similares a los que se puedan ver en webs como Ebay por ejemplo.
Reno
  • Tiendas
  • Madrid

Esta tienda de antigüedades del siglo XX cuenta con piezas originales de procedencia escandinava de los años 50 y 60, además de ser ‘showroom’ de Reno Home, la web con todos los diseños modernos de estilo nórdico que tan de moda se ha puesto ahora. Tiene además piezas de arte originales de artistas contemporáneos y una excelente colección de lámparas de ese estilo. Una tienda imprescindible si te gusta este tipo de diseño y no entras por el aro de Ikea. Eso sí, es más caro que la tienda sueca.

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Erre Catorce
  • Tiendas
  • Embajadores
Erre Catorce no es una concept store, ni una galería de arte, ni un anticuario sino una mezcla de las tres anteriores. Ofrecen su escaparate a diseñadores, artesanos, creativos y artistas para poder vender allí sus cosas. En esta tienda conviven mobiliario escandinavo de los 50 y 60 con luminosos de Neón Art, u objetos de diseño y moda de marcas nórdicas. Es un espacio muy ecléctico y esa es su gracias. Podemos encontrar obras de Rubenimichi o El Dios de los Tres. Una verdadera tienda de curiosidades.
Lou & Hernández
  • Tiendas
  • Embajadores

Una tienda que se podría catalogar como "muy mona pero algo cara" donde se pueden encontrar espejos vintage, lámparas customizadas, aparadores nórdicos, cristal de Bohemia, y muebles estilo rustico industrial, entre otros. Además realizan proyectos de interiorismo personalizados con su peculiar sello, el que se lleva en las casas de las revistas Nuevo Estilo y similares. No tiene nada que ver con los que es un rastro, pero es ejemplo claro de cómo ha evolucionado la cosa en El Rastro, a veces sólo accesible para bolsillo muy llenos. Aún así se pueden encontrar piezas muy chic y que se pueden comprar ahorrando un poco.

© Rastro de Madrid

-Los domingos hay que madrugar y estar a las seis de la mañana para encontrar todo lo bueno en los puestos de los gitanos. La idea es adelantarse a los dueños de algunas tiendas, que cual buitres van a la caza de joyas para luego venderlas en sus locales con un 300% de beneficio. Una opción es salir el sábado e irte de after a la caza de tesoros.

-El ‘dress code’ es importante para ir al Rastro y a la hora de regatear. Los chatarreros y demás gente que venden cosas en la calle ya han aprendido a detectar a ese nuevo público pijo y si te ven muy bien vestido van a pedir precios demasiado altos. Mejor llevar ropa de batalla.

-A la hora de regatear, un truco es interesarse por algo pero pedir el precio de otra cosa. Una vez rechazado el precio preguntar (como si no interesase) por lo que realmente queremos. Así conseguiremos una cifra que sea un chollo.

-Sed pacientes e insistid en la búsqueda de cosas. Hay mucha ‘basura’ a la venta y para conseguir piezas buenas hay que hacer muchas visitas, rebuscar entre todos los cacharros. La suerte hay que trabajarla.

-Hacerse amigo de los propietarios de las tiendas y los puestos de las cacharrerías y almonedas es otra buena idea. Así buscarán lo que les pidamos, harán buenos precios y guardarán las piezas que nos interesan.

-No caer en el síndrome de Diógenes (es decir, un trastorno mental que hace que la persona acumule todo tipo de cosas sin sentido y como si en ello le fuese la vida), y buscar lo que realmente se necesita.

-Como muchos propietarios de las cacharrerías sí parece que padecen este síndrome, conviene tratarles con cuidado y respeto y que no vean que se le están arrebatando sus tesoros. Valorar sus objetos, por muy bizarros que sean.

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