“Un sitio que se llama L’Anxoveta ha de tener las mejores anchoas", dice Carles, propietario de este establecimiento de Gràcia que tiene clientes tan ilustres como Isabel Coixet. En honor a la cineasta, una habitual del local, se creó la tapa La vida secreta de las anchoas, con pan de coca, higo, ricotta y, claro, anchoas. La anchoa se desala y limpia cada día en el mismo local, cosa que es garantía de calidad, y puede degustarse también en forma de brocheta o con pan de coca. Se marinan con aceite de girasol y se sirven con aceite de oliva y un poco de vinagre de Módena.
Bajo una pose humilde, la anchoa es un producto prémium que necesita todo el amor y la destreza para mostrar su esplendor. Aquí tenéis preparados de escándalo.