Esto parece que ya es imparable. Hace unos años la ciudad de Barcelona era un desierto en relación a una oferta culinaria considerada un bien patrimonial ibérico, la tapa, y un bien patrimonial vasco, el pincho. No se podía imaginar la existencia de locales como Los Pinxus, con una oferta de pinchos, tapas, huevos estrellados, tortillas, ensaladas y encurtidos, encurtidos y escabeches de Premier League, y una cerveza que tiran como si estuviéramos en los mejores bares de Madrid.Toni Santanach es el pinche de Los Pinxus. Él, que formó parte del equipo de chefs de la escuela de Mey Hofmann, quería demostrar que en Barcelona es posible hacer tapas y pinchos nostrats, aprovechando una tradición culinaria que, como demostró el maestro Toni Massanés en su Corpus de la cocina catalana, no necesita reflejarse en ninguna cocina hispánica o europea. Su pincho de tartar de fuet es toda una declaración excepcional de principios.La cena giró prácticamente en torno a unos pinchos donde la calidad del pan es fundamental, aunque también pude probar una tapa de albóndigas con sepia fantástica. La carne que emplean a Los Pinxus es de primera y el pincho de hamburguesa de ternera con mayonesa de dos mostazas es muy recomendable.En Los Pinxus hay platos para todos los gustos. Yo tengo una gran predilección por la tripa: aquí la hacen al estilo de la prima, que debe ser una de esas primas que a las que apetece encontrarse en Navidad. O por unos huevos revueltos con bacalao, bestia anfibia que dem
Los pintxos son "propiedad" del País Vasco y Navarra, pero en Barcelona también hay lugares con largas barras repletas de estas pequeñas delicias sobre pan. Desde los clásicos a los más elaborados. ¿Crees que falta algún bar de pintxos importante? Dínoslo en los comentarios de abajo.