Los maestros de ocho fogones imprescindibles de Barcelona nos han chivado dónde van cuando quieren llenarse la barriga. ¡Aprended de los expertos! Los gemelos Colombo recomiendan el Gelida "Lo que más me gusta de la mejilla de cerdo es que, a diferencia de la hamburguesa, te comes una cara y queda otra". Éste es el tipo de reflexiones que salen haciendo un desayuno de arrieros en el Gelida, con los gemelos Colombo: Stefano y Max, propietarios del Xemei, übercool restaurante veneciano. Stefano explica que conoció este oasis a través de su amigo Adolf, del restaurante Bonanova. Aprecian que "justo a las 7 en punto, ya tienen toda la carta funcionando", dice Stefano. Y toda la carta son más de 40 platos, de donde cabe destacar una de las mejores mejillas de cerdo que he probado nunca. Capipota, fricandó, bacalao a la lata ... "Es un lugar ideal para ir al mercado muy temprano o para un desayuno de resaca", insiste Max (los Colombo tienen fama de trabajar duro y divertirse de lo lindo). Miran con respeto la barra donde señores mayores bebeb carajillo y engullen capipota, y opinan que su fenomenal comedor privado "no lo tiene ni la Mafia". No temen las indiegestiones: entre tortilla de morcilla, fricandó y mejilla, el Stefano asegura que "este lugar nunca se pondrá de moda". "Es la polla", dice Max. No seré yo quien los contradiga, Dios-me libre. Isma Prados recomienda La Cova Fumada Encontramos a Isma Prados sentado en la entrada, ayudando a pelar ajos a la señora Palmira. E
Barcelona puede presumir de una red de mercados amplia, variada y de calidad. Concretamente de 39 mercados que tienen productos de aquí y de la otra punto del mundo, frescos, elaborados y también cocinados. Y de un personal que cada día se gana la confianza del cliente. Si en Barcelona podemos decir que tenemos algunos de los mejores cocineros del mundo es porque ellos disponen de unos mercados a la altura. ¿Cuáles son?
"La confianza entre el comprador y el vendedor es el éxito de los mercados de Barcelona. A diferencia de otros sistemas de venta, aquí hablas directamente con quien te vende un determinado producto". Carles Gaig recuerda los gritos que daban los tenderos cuando, de pequeño, iba con su madre a comprar al mercado de Horta. "¡Mira que calamares tengo! Acabo de coger la judía perona, ¡Maria!". En el mercado, explica, "vas a buscar justamente estas cosas; la caza cuando llega, las setas cuando es época, los primeros guisantes de la primavera. Todo lo que perseguimos los chefs", explica. Lo encontraréis en la Boqueria, comprando caza a los Capdevila de Distribucions Avinova, siempre en busca de la primicia y del mejor producto para el Restaurant Gaig.
Y una vez más, la Boqueria es el primer mercado que entra en juego. "Es inevitable hablar de la Boqueria", dice el cocinero francés Romain Fornell. "Es un punto de encuentro y de vida. El ambiente que hay, la proximidad con la gente, los bares y la sonrisa de Juanito del Pinotxo hacen que empiece el día con buen humor". Cuando no pasa por la Boqueria rebusca en los puestos del mercado de Galvany, cerca del Café Turó, que también regenta, a parte de El Café de Emma. Explica que es un pequeño mercado muy interesante, con un producto más sofisticado, quizá para la clientela de la zona alta que lo frecuenta. Sea como sea, está fascinado con las costillitas de conejo que encuentra.
Con el Hotel DO en plena plaza Reial, casi toca la Boqueria con el tenedor y repasa los puestos una vez por semana. Pero si tiene que hablar de un mercado predilecto, el chef de La Cuina del DO lo hará de Santa Caterina donde, de muy joven, Pere Moreno trabajó vendiendo fruta y verdura con su hermano. Ahora cuando va es para admirar los nuevos aceites que llegan al puesto Olisoliva, donde siempre le sorprenden.