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Duquende
© Jacob CrawfurdDuquende

El flamenco más auténtico de Barcelona

Te proponemos un recorrido por la cultura flamenca más arraigada, ¡que te hará caer de rodillas bajo el embrujo de el ‘duende’!

Time Out en colaboración con The Project
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Con una historia que se remonta casi a dos siglos atrás, el flamenco en Barcelona se puede considerar hoy en día un arte autóctono. Figuras de la talla de la bailaora Carmen Amaya, que se convirtió en internacional e incluso actuó en la Casa Blanca ante el presidente Roosevelt, de los cantaores y guitarristas El Pescaílla, Peret y Gato Pérez, padres de la rumba catalana, y muchos otros artistas que se han convertido en referentes, han nacido y vivido en calles y plazas de la ciudad y los han transformado en lugares de herencia flamenca donde este arte se vive con total intensidad. Y festivales de la talla del De Cajón !, que arranca con una nueva edición a finales de octubre, han contribuido a posicionar Barcelona en la primera fila de la ruta internacional del flamenco. Te proponemos disfrutar de algunos de los escenarios más auténticos. ¡Prepárate para bailar!

  • Música

Si te apasiona la música en vivo y la cultura flamenca, no te puedes perder las nuevas propuestas musicales del Festival De Cajón 2018. Conciertos exclusivos para emocionarte con el duende de cinco artistas que están considerados como grandes representantes de este género. ¡Ya puedes comprar tus entradas y prepararte para vivir una experiencia musical llena de talento! ¡Mira todo lo que te espera y compra aquí tus entradas!

El Somorrostro de Carmen Amaya
©Iván Moreno

El Somorrostro de Carmen Amaya

La bailaora más grande de todos los tiempos, la universal Carmen Amaya, nació en una barraca de la playa del Somorrostro y creció bailando en las tabernas de la Barceloneta. Hoy en día, una fuente le rinde homenaje y actúa de epicentro de un barrio donde el arte y la cultura flamenca han arraigado fuerte. En la Barceloneta siguen viviendo muchas familias gitanas entregadas al arte, entre las cuales hay muchos de los artistas habituales de los escenarios del circuito flamenco. Y, además, a menudo te los puedes encontrar en plazas y bares del barrio arrancándose a la guitarra, la caja, las palmas y el cante. En la calle Sant Carles, que une la Font Carmen Amaya con la plaza del Poeta Boscà (la del mercado), hay lugares donde es ¡más que probable coincidir con ellos! Son tascas de tapeo como el Bar Leo, que rinde tributo a la rumba y al cantaor Bambino; o el Maians (no confundir con Els Maians), una taberna de las de siempre, devota de Carmen Amaya, y donde se sirve un cazón en adobo al más puro estilo flamenco.

Los tablaos

Los tablaos

Pocas ciudades fuera de Andalucía pueden presumir de contar con algunos de los mejores tablaos del mundo y con grandes artistas locales, y Barcelona no solo es una de ellas, sino que se sitúa como punto principal dentro del circuito internacional de flamenco. Los hay históricos, como el Tablao Flamenco Cordobés, abierto en 1970 en la Rambla; y el Palacio del Flamenco, el más grande de Barcelona, y ubicado en un antiguo teatro de la calle Balmes (¡justo por encima de la Diagonal!); y el Tablao de Carmen, en el Poble Espanyol, abierto desde 1988 en tributo a Carmen Amaya; y Los Tarantos, en plena plaza Reial, en el corazón de la ciudad, fusionando flamenco y rumba con el jazz del Jamboree, con el que comparte local. También los hay de aquellos donde el flamenco se ha convertido en show, como El Patio Andaluz, y otros más auténticos y jóvenes, como Los Juanele, donde cualquiera que se atreva puede ir a marcarse un zapateao y bailar al ritmo del ventilador hasta bien entrada la noche.

La Gràcia gitana
©Scott Chasserot

La Gràcia gitana

En Gràcia vive desde hace un siglo una importante comunidad gitana que ha hecho de la rumba catalana su ritmo de vida. En una de las calles del barrio nació el Pescaílla, cantaor y gran guitarrista que ha pasado a la historia como uno de los padres de la técnica del ‘ventilador’, esta forma de golpear la guitarra con la mano mientras se tocan las cuerdas, propia de nuestra rumba. Cabe decir, además, que el Pescaílla fue el marido de Lola Flores y el padre de toda una saga de grandes artistas, como Rosario Flores.

Gràcia también fue el lugar escogido por otro de los padres de la rumba catalana: el gran Gato Pérez, argentino de nacimiento y gitano barcelonés de adopción. En la plaza del Poble Romaní una placa le rinde culto. Y en la plaza del Raspall, en el bar Resolís, todavía se respira el ambiente flamenco de cuando él se reunía allí con sus amigos a charlar, tocar, componer y lo que surgiese. Recorrer estas plazas y calles es siempre una sorpresa, ¡a menudo animada al ritmo de la improvisación más auténtica!

Otros flamencos y rumberos

Otros flamencos y rumberos

Si hay un padre de la rumba catalana reconocido e idolatrado, este es, sin lugar a dudas, Peret. Su territorio fue la calle de la Cera, en el corazón del Raval, un barrio donde el flamenco y la rumba se fusionaron con otros ritmos, llegando a todo el mundo. El ambiente gitano todavía se respira en lugares como La Taverna del Suculent, que los jueves se transforma en un tablao improvisado y abierto a todo el mundo.

También en Hostafrancs, con la plaza de Herenni como epicentro, hay una comunidad flamenca y rumbera destacada. De este barrio son hijos los famosos Los Manolos, que nos dejaron como legado su mítico ‘All my loving’, tema con el que lo petaron en todo el mundo a partir de las Olimpiadas de 1992. Seguro que solo de escuchar el título, ¡ya bailas!

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