Vecina de las consagradas Del Diego y Cock, Angelita Madrid es sin duda una de las coctelerías del momento. Así lo demuestra que haya obtenido el premio al mejor cocktail bar de España en la última edición de la Feria Internacional FIBAR. No es una propuesta transgresora pero sí escrupulosa con los cánones clásicos de la gran mixología. Carta profunda, con gran respeto por los clásicos, y propuestas muy vanguardistas, siempre con cuidadas presentaciones y a precios muy razonables. Aquí los bartenders saben qué se traen entre manos y lo mejor es dejarse aconsejar por ellos. Todo se sale de los caminos trillados: el ‘Draper’ tiene licor de tabaco, el ‘Whiskey Sour’ bacon y ‘Del BRONX a Sanlúcar’ manzanilla. Atmósfera de 'speakeasy' y un dry martini de alta costura, con la temperatura perfecta. Completa la propuesta un wine bar con más de 500 referencias (incluyendo sakes) y una oferta gastronómica a cargo del chef Roberto Serrano de tipo “locávoro”: cocina local (los propietarios tienen huerta propia en Zamora), como en el caso de sus tomates OX.
Lejos quedan los tiempos en que el arte de la coctelería en Madrid empezaba y acababa en la Gran Vía de Perico Chicote. Junto a los templos míticos (Cock, Del Diego…) una nueva oleada de espacios alternativos se ha abierto paso ampliando la oferta para los paladares sibaritas o curiosos. La vieja coctelería neoyorkina vuelve por sus fueros. Brotan atmósferas de club inglés, 'speakeasys', rincones clandestinos y cuevas underground. El Dry Martini ha sido recuperado en todo su esplendor, el glamour del Negroni convive con nuevas propuestas. Licores rarísimos se incorporan a las recetas con una ambiciosa puesta en escena. Se acabaron los aburridos lobby bar de hoteles deprimentes. Las nuevas coctelerías son el nuevo culto y los bartenders emergentes sus profetas.