El napolitano Ciro Cristiano estuvo detrás del éxito de nombres tan tan populares en el panorama de la capital como Bel Mondo o Villa Capri pero decidió salir del grupo Big Mamma y navegar solo. Solo pero con los mejores proveedores y un equipo de su confianza. Y así ha levantado la persiana de Baldoria, su nueva casa y, sin duda, la de muchos madrileños a partir de ahora. Baldoria significa jarana. Jarana de la buena, de la que sale de su portentoso horno y de sus incombustibles fogones y de su, cómo no, cuidado interiorismo. Aquí del bartender a los pizzaiolos, todos, presumen de su origen italiano. Hasta la bodega es 100% italiana.
Los restaurantes italianos, quizás la cocina internacional más representada y demandada, tratan de responder cada vez más a las exigencias del público madrileño. Las pizzerías se refinan y se multiplican las trattorias. Olvidaos de la ensalada de burrata (salvo que esté muy muy rica) como recurso fácil y disfrutad de todos los bocados tradicionales, actualizados o reinterpretados que ofrece la vastísima gastronomía transalpina. Buon appetito!