"Vega no representa un restaurante sino una forma de vida", lanza Mito. La trayectoria de esta pequeña gran familia ha sido extraordinaria desde que abrieron hace seis años enraizados en un lema: activistas del sabor. Ahora, en mitad de la pandemia, han estrenado otro local. "Buscamos darle un toque más gastronómico a los platos. Cuidamos cada proceso porque nada más entrar, desde que pides al camarero, ves todo el despliegue que se activa". Entre semana ofrecen un menú que varía constantemente porque son muchos quienes se acercan a diario. Todas sus recetas parten de ingredientes ecológicos y, en lo posible, de cercanía. Pasan por Tailandia, México o Italia pero si aún no habéis probado su castizo 'rabo de toro' de jackfruit... ya tenéis una recomendación.
Cada vez más gente se inclina hacia el veganismo y lo convierte en su filosofía de vida, en su manera de estar en el mundo. Pero también hay mucho omnívoro que, comprometido con el medio ambiente o contra el maltrato animal, o simplemente preocupado por la herencia que vamos a dejar a futuras generaciones, busca comer de otra forma. Y, luego, también hay una masa de clientes que quieren sentarse a una mesa y disfrutar de platos más sanos, más limpios, comer distinto al menos de vez en cuando. Para todos ellos, por suerte, cada vez aparecen en nuestras calles un mayor número de restaurantes, tabernas y cartas con opciones veganas.
RECOMENDADO: Moda sostenible en Madrid