El yoga apela a la conexión entre la mente y el cuerpo, pero no todas las modalidades son igual de gimnásticas. Si lo que buscáis es relajación sin sudor, probad el kundalini. Combina diferentes técnicas de yoga como las asanas (posturas que mejoran la flexibilidad, fortalecen el cuerpo y estimulan los órganos internos, entre otras propiedades), el pranayama (ejercicios de respiración, esenciales en el yoga: como un interruptor para calmar el sistema nervioso), el cántico de mantras (que ayudan a vaciar la mente y dejar fuera de la sala las preocupaciones y planes de futuro que llevamos con nosotros) y la ejecución de mudras (gestos con las manos). Es una de las especialidades de Happy Yoga, que tienen cinco centros en Barcelona.
El yoga provoca adicción. Los beneficios que genera esta disciplina física, mental y espiritual son tantos, y algunos tan inmediatos -la sensación de bienestar- o a corto plazo -quitarse de encima los dolores musculares- que quienes se enganchan sufren síndrome de abstinencia si no lo practican a menudo. Escoger una modalidad de yoga que no se adapta a lo que buscáis puede alejaros o haceros perder todo lo que os puede aportar. Estas son algunas de las que se pueden practicar en Barcelona.