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Quedan atrás los años en que un buen puñado de los restaurantes Michelin de Barcelona exhibían unas asequibles fórmulas de mediodía en las que el personal podía gozar de una experiencia de alta cocina en una horita justa. Según los datos del estudio 'Restaurant Price Tracker' de la consultora Simon-Kucher, el precio de los restaurantes en Cataluña subió un 6,9 % durante el 2024.
Que el tique de los restaurantes de alta cocina se ha incrementado en Barcelona –no hay un estudio del Gremio de Restauración que explicite en qué medida– es una obviedad. Tan solo hay que ver la evolución de los menús degustación: en Barcelona solo quedan tres o cuatro por debajo de los 100 euros. En la capital, esta situación se explica por el incremento de la materia prima y los suministros, pero sobre todo por el irrefrenable aumento del precio de los alquileres y también la inmensa demanda turística, que achica la oferta. Pese a esta situación, existen ciertos enclaves en los que podemos comer de Michelin sin dejarnos media semana de sueldo.
Prodigi, menú a 38 euros
La estrella Michelin más económica de Barcelona también es una de las más nuevas: es el restaurante Prodigi de Jordi Tarré, un joven chef galardonado con la distinción en la ceremonia de finales de 2024. En Prodigi –con un nombre que es la contracción de Provença, Diagonal y Girona, su enclave– Tarré ha dispuesto un menú de mediodía con entrantes, primero, segundo y postres –a escoger uno de dos– que es un chollazo: cuesta 38 euros! (bebidas aparte). Son platos disfrutones de cocina autoral con influencia catalana y asiática, como cremoso de pollo con piel crujiente, pera, mostaza encurtida y ponzu. Y su menú degustación, diez pasos a 90 euros, es el menú Michelin largo más económico de Barcelona (Lluerna se llevaría la palma si no estuviera en Santa Coloma).
Hofmann, un lujo asequible
El restaurante de Silvia Hofmann, como la escuela, tiene un valor pedagógico; dispone diversos menús a precios entre 56 euros –el menú de mediodía semanal, con pequeñas obras de arte como un suquet de pescado de roca asado con perlas de patata y celerí, maitake y brioche de ajo asado– y un menú degustación largo, diez pasos por 110 euros. La pedagogía aquí yace en el hecho que puedas conocer y apreciar la alta cocina creativa sin pagar un peaje excluyente para la mayoría de la humanidad.
Caelis, 20 años de menú de mediodía Michelin
El Caelis de Romain Fornell el pasado 2024 cumplió 20 años de vida, con una merecida Michelin casi desde el momento de salida. ¡Y un menú de mediodía que en algunas épocas costaba 38 euros! Hoy vale 65 euros. "Nuestro menú de mediodía tiene la edad de nuestra Michelin y forma parte de la identidad del Caelis, lo seguiré manteniendo contra viento y marea", me asegura Fornell.
Consiste en un entrante (a escoger entre dos), un principal (a elegir entre dos) seguidos de una seleccionada oferta de quesos o un postre, además de un café o infusión. Con dos copas de vino incluidas. "Eso en cualquier restaurante bueno sin Michelin ya te sube a ese precio", valora Fornell. Son platos creados para el menú de mediodía, que cambia cada semana, y tiene una fuerte identidad francesa. Vichyssoise ligera de puerro asado, burrata y huevas de arenque y pithivier de rape con muselina de almendras y jugo de bullabesa, por ejemplo.
Por cierto, uno de sus dos menús degustación, 16 pasos a 125 euros, también está entre los más asequibles de Barcelona. "Me encargo de comprar yo, conozco el mercado y me puedo permitir ese precio. De momento todavía es factible trabajar de ese modo", explica el chef.
Un chef Michelin a 35 euros, todo incluido
Fran López, chef con estrella Michelin en Villa Retiro, se instala todos los martes de julio en Time Out Market con un menú de alta cocina a precio amigo: 35 € con bebida incluida. Una propuesta para celebrar como toca el primer aniversario del Market, con platos de estrella, pero en un ambiente distendido y sin protocolo.
El menú arranca tres aperitivos: xatonada sobre piel inflada de bacalao, una ostra con capipota y un 'sam' de ensalada César, y una falsa burratina que engaña al ojo y seduce al paladar. Luego llegan un ravioli abierto de carpaccio de gambas, un cordero meloso lacado y, de postre, una espuma de crema catalana. Un festín que es un ofertón: reserva ya!
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