Olius
Foto: Shutterstock
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Los 10 pueblos más bonitos de Lleida para visitar este 2025

Guía para descubrir –o redescubrir– los lugares más emblemáticos de las comarcas leridanas

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Cataluña está llena de pueblos con encanto, ideales para hacer escapadas de fin de semana y desconectar de la rutina. Concretamente en la provincia de Lleida, en especial, encontramos joyas medievales, valles y núcleos antiguos bien conservados. Desde pueblos de montaña en los Pirineos hasta pequeños rincones de Ponent, Lleida nos ofrece una fauna, una flora y una geología impresionantes y con lugares bonitos para visitar muy cerca. En esta selección os proponemos 10 de los pueblos más bonitos de Lleida ideales para hacer una escapada con historia, naturaleza y tranquilidad.

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  • Lugares de interés

Cervera es la capital de la comarca de la Segarra, en el interior de Cataluña. Con poco más de 9.000 habitantes, este pueblo elevado sobre la cresta de una colina cercana a la orilla del río Ondara, conserva un rico patrimonio medieval y barroco, y una vida cultural activa. Es un sitio bonito para visitar cerca de Lleida, tranquilo y con historia y presente: es el lugar natal de los motoristas hermanos Márquez, y lo veréis en algunos balcones, y también en la tienda oficial de We Are 93, donde se puede encontrar todo el merchandising de Marc Márquez.

 

Cómo llegar Cervera se encuentra a medio camino entre Lleida y Barcelona. Se puede llegar fácilmente en coche (unos 75 minutos desde Barcelona) y también en tren (R12).

  • Lugares de interés
Conjunt medieval de Guimerà
Conjunt medieval de Guimerà

Guimerà, encajado en una ladera del valle del río Corb, en el corazón del Urgell, es un pueblo con un conjunto histórico de gran valor y solo 246 habitantes. Este pueblo bonito de Lleida mantiene sus calles de estructura y trazado plenamente medieval, en constante subida por la ladera de una colina hasta la iglesia de Santa María y lo que queda del castillo, desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas. Las calles empedradas, las casas de piedra que se adaptan al relieve y el silencio rural, hacen que todo parezca sacado de un belén.

Cómo llegar Guimerà está a una hora y media de Barcelona en coche. Se llega por la A-2 (salida Tàrrega) y luego por carreteras locales. El último tramo está lleno de curvas, pero vale la pena. También se puede llegar en tren hasta Tàrrega y hacer los últimos kilómetros en coche.

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  • Qué hacer
  • Fuera de Barcelona

Esterri d'Àneu es una villa y un pequeño municipio del Pallars Sobirà, que se encuentra sobre un valle de 2 km de ancho y 4 km de largo, lleno de extensos prados verdes y atravesado por las aguas de la Noguera Pallaresa. Esta villa de unos 800 habitantes sirve como centro neurálgico de las Valls d'Àneu. Esterri conserva una estructura tradicional con calles estrechas y casas de piedra con los conocidos tejados de pizarra del norte de Cataluña. El puente románico, del siglo XIII, es un icono del pueblo. A pesar de ser pequeña, esta villa tiene bastante vida: tiendecitas, cafés, farmacia e incluso un museo etnográfico (el de las Valls d’Àneu), que vale mucho la pena para entender cómo se vivía hace unos años. Hay alojamientos para todos los gustos: desde pequeños hoteles familiares hasta casas rurales con vistas.

 

Cómo llegar Esterri está a unas tres horas de Barcelona en coche, pasando por la C-13 (Tremp, Sort) subiendo hacia el norte. También se puede llegar en autobús desde Lleida o Barcelona, pero el coche da la libertad de poder visitar más cómodamente todo el valle.

  • Qué hacer
  • Ciudad

Taüll es un encantador pueblecito de casas de piedra situado en un entorno natural pirenaico de primer orden, en lo alto de la célebre Vall de Boí. Aquí se pueden encontrar los fabulosos paisajes del Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, un escenario ideal para las actividades de turismo activo y los deportes de montaña; así como las iglesias románicas de Santa Maria y de Sant Climent, ambas del siglo XII y declaradas Patrimonio de la Humanidad. Hay que visitar los pueblos del Vall de Boí, uno tras otro (Cóll, Cardet, Barruera, Durro, Erill la Vall, Taüll...), porque encontraréis la grandeza de la sencillez entre montañas imponentes.

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5. Montsonís

Montsonís, con su castillo construido en 1024, es una visita imprescindible para conocer la historia de la zona, que ha marcado la evolución de la comarca de la Noguera, con su ruta teatralizada y los caminos que llevan a los varios núcleos a su alrededor.

Entre otras actividades, destacan la visita nocturna al castillo y un paseo por el Santuari de la Mare de Déu de Salgar, y también podéis probar la gastronomía de la tierra en el Restaurant el Celler. Todo ello hace de Montsonís un lugar idóneo para los amantes de las escapadas de turismo rural.

6. Àger

Más allá de tratarse de un pueblo con encanto, Àger está rodeado de uno de los espacios más impresionantes de Cataluña: el Congost de Mont-rebei, un camino excavado en la roca que acompaña el río Noguera Ribagorçana con unas paredes de hasta 500 metros de altura. Uno de los atractivos de Àger es también el Parc Astronòmic del Montsec, una iniciativa de la Generalitat que pretende aprovechar las características únicas del lugar para la investigación, formación y divulgación de la astronomía.

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7. Sant Llorenç de Montgai

Sant Llorenç de Montgai es un núcleo de población del municipio de Camarasa, en la Noguera. Es conocido por su embalse, un lugar ideal para disfrutar de numerosas actividades acuáticas y de ocio, como pasear en kayak por sus aguas tranquilas y majestuosas. Es un pantano rodeado de paredes, una imagen que nos transporta el alta montaña, pero que está muy cerca de Balaguer.

Es obligatorio pasar por Camarasa y disfrutar de unas 'coques de recapte' exquisitas de la panadería Lluís Capdevila. Están hechas de pasta muy fina y tierna, con berenjena y pimiento troceados y longaniza o arenque por encima, y son de las más ricas del territorio.

8. Arties

Arties es uno de los pueblos con más encanto del Pirineo catalán. Está situado entre los ríos Garona y Valarties, en plena Vall d'Aran. Pasear por el casco urbano es un placer para los sentidos y para muchos es uno de los pueblos más bonitos de todo el valle. Destaca la iglesia de Santa Maria d'Arties, que fecha del siglo XII, un buen ejemplo de superposición de diferentes estilos, con un rico conjunto de pintura mural renacentista del siglo XVI.

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9. Vilanova de Meià

Vilanova de Meià está situado en un entorno privilegiado, el valle de Meià, que acoge un buen puñado de fortificaciones medievales, rincones de gran interés geológico y arqueológico. Su paisaje lo convierte en un lugar idóneo para la espeleología, la escalada, el parapente, el excursionismo y la acampada. Para los amantes de la gastronomía, cada año se celebra la Feria de la Perdiz, elemento típico de la cocina de la zona, que combina a la perfección con el abanico de setas que se pueden encontrar en el municipio.

10. Olius

Olius se encuentra en el centro de la comarca del Solsonès. Destaca la iglesia de Sant Esteve, que es uno de los monumentos capitales de la arquitectura lombarda del siglo XI. El templo es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón. A poca distancia de la iglesia encontramos el cementerio modernista de Olius, que llama la atención porque huye del esquema típico de los cementerios. Es un espacio que combina las rocas caídas de la montaña, símbolo del decaimiento y de la muerte, con las hojas de encina siempre verdes, símbolo de la vida.

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11. Llimiana

Llimiana es un pueblecito con encanto del Pallars Jussà, donde viven poco más de 180 personas. Situado en el sur de la Conca de Tremp y desde lo alto de una peña, hace de balcón a la sierra del Montsec y domina el Noguera Pallaresa. Uno de los atractivos de Llimiana es su iglesia, dedicada a Santa Maria de la Cinta, que conserva ábsides románicos. Desde la plazoleta del Mü, en el sudeste de la población, se puede contemplar la vista impresionante del castillo de Mur, Guardia y el pantano de Terradets.

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