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Estos son los pueblos más bonitos de Madrid

No tenemos que salir de la Comunidad para descubrir bellísimas localidades para visitar (y alejarnos del bullicio de la ciudad)

Noelia Santos
Escrito por
A. Martín Larios
Escrito por
Noelia Santos
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Los pueblos más bonitos de Madrid, además de hermosos, tienen una riqueza cultural tan amplia y unos paisajes tan espectaculares (que figuran también entre los más bonitos de España). Y por suerte para los madrileños, están en Madrid, aguardando a que escapes momentáneamente del mundanal ruido para dejarte conquistar por sus múltiples encantos: que si rica gastronomía, que si patrimonio cultural, que si museos desconocidos..., que para eso son los pueblos más bonitos y desconocidos de Madrid

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Nuevo Baztán
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1. Nuevo Baztán

Esta es una de las últimas incorporaciones a la asociación de Pueblos más bonitos de España. Fundado a principios del siglo XVIII por Juan de Goyeneche, natural del valle navarro de Baztán, y situado a medio centenar de kilómetros de la capital, Nuevo Baztán puede presumir de contar con uno de los cascos históricos más bonitos de Madrid, un conjunto artístico declarado como Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid en el año 2000. El complejo urbanístico proyectado por el banquero navarro se fue expandiendo siguiendo las directrices del arquitecto más prestigioso de la época, José de Churriguera, responsable de las joyas barrocas del Palacio de Goyeneche y de la iglesia de San Francisco Javier, el santo navarro por excelencia.

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Navalcarnero es uno de los pueblos más singulares de Madrid. De hecho, forma parte de las Villas Históricas de la Comunidad, un título que solo ostenta solo una docena de pueblos bonitos y curiosos que salpican el territorio de Madrid. Situado a poco más de 30 kilómetros del centro de la capital, Navalcarnero presume de pasado medieval, con más de 500 años de historia a sus espaldas, guardando en cada adoquín y en cada arcada de su plaza porticada el encanto de la antigüedad. La plaza de Segovia (que así se llama) es, precisamente, uno de sus máximos exponentes: una plaza irregular (estilo típico castellano de la época), con edificios a tres alturas y balcones de madera

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Patones de Arriba
© Shutterstock

3. Patones de Arriba

Sus calles empedradas, sus célebres casas de pizarra y su entorno enmarcado por los paisajes de media montaña han convertido a Patones de Arriba en uno de los municipios más visitados y fotografiados de la región y en una de las opciones preferidas por los madrileños en sus escapadas de fin de semana. Considerado como uno de los pueblos más pintorescos y con más encanto de España, Patones ofrece una de las muestras más representativas de arquitectura negra de la región, con la piedra de pizarra como principal elemento de construcción. Esta roca, muy abundante en la zona, es la gran protagonista de todos los edificios del pueblo, incluso de aquellos levantados en las últimas décadas del siglo XX. A unos cinco kilómetros de él, se encuentra la Dehesa de la Oliva, que acoge un importante yacimiento con restos arqueológicos que datan desde el Paleolítico hasta la Edad Media.

Chinchón
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4. Chinchón

Utilizada a lo largo de su historia como escenario de todo tipo de espectáculos (corral de comedias, fiestas reales, autos sacramentales, coso taurino y set de rodaje de numerosas películas), la Plaza Mayor de Chinchón puede presumir de ser una de las más bonitas y más fotografiadas de toda España. Por algo los madrileños la declararon como la cuarta maravilla de la comunidad de Madrid en una votación popular impulsada por el Gobierno regional en 2008. No es para menos, ya que se trata del principal reclamo turístico –que no el único-  de este municipio de apenas 5.000 habitantes, que cada año atrae más de 300.000 visitas. Merece la pena también adentrarse en la Iglesia de la Asunción, que atesora otro de las joyas del municipio, obra de Francisco de Goya; y conocer la Torre del Reloj, el Convento de las Clarisas o los restos del viejo castillo del siglo XV e imaginar cómo fue la vida en un Madrid que nada tiene que ver con el que hoy conocemos.

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La Hiruela
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5. La Hiruela

En plena Sierra del Rincón, lindando con la provincia de Guadalajara, encontramos uno de los municipios más hermosos y menos conocidos de Madrid. Las viejas casas de piedra con ventanucos y puertas de madera y las calles empinadas de La Hiruela conservan la esencia y el encanto rural de antaño, con un tejido urbano que se ha mantenido prácticamente inalterable desde hace más de dos siglo y medio. El Museo Etnológico, que recrea el interior de una casa de pueblo; la Carbonera, donde los vecinos hacían el carbón vegetal para calentarse; o el antiguo Molino Harinero nos ayudan a recrear y hacernos una idea de cómo era hasta no hace mucho la vida en la sierra, nada que ver con el Madrid urbanita que conocemos. Situada en un entorno natural espectacular, declarado Reserva de la Biosfera, La Hiruela se encuentra a escasos kilómetros de otros preciosos parajes naturales muy recomendables como el Hayedo de Montejo y el Hayedo de Tejera Negra.

Rascafría
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6. Rascafría

Para muchos, Rascafría es una parada obligada dentro de la Sierra de Guadarrama. Perderse por el pueblo ya es una maravilla, pero es el cercano Monasterio de Santa María de El Paular la gran referencia turística del lugar. Construido en 1390, fue el primer monasterio cartujo en tierras castellanas y aún hoy cuenta con gran actividad gracias a los monjes benedictinos que viven entre sus paredes. Hablar de Rascafría también es admirar los bellos paisajes que la rodean, decorados con el omnipresente río Lozoya, y sus diversas rutas ayudan a descubrir, entre otras bellezas, el bosque de Finlandia, las cascadas del Purgatorio, el Puente del Perdón o sus piscinas naturales.

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Manzanares el Real
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7. Manzanares el Real

Este pueblo al pie de La Pedriza ofrece una de las visitas más atractivas que se puede hacer en Madrid y su capacidad para atraer turistas hace que sea una de las localidades más animadas de la sierra. Manzanares es muy conocido por su bello y cinematográfico Castillo de los Mendoza, una fortaleza medieval del siglo XV, muy bien conservada, que representa la postal más representativa del municipio. Además de otros puntos de interés en la localidad, su entorno paisajístico es único gracias al cercano embalse de Santillana y a las montañas que la rodean, casi siempre con nieve en las cumbres. Anima, sin duda, a tenerla como punto de partida para hacer rutas de senderismo.

Buitrago de Lozoya
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8. Buitrago de Lozoya

Practicar senderismo, montar en bicicleta, disfrutar de una ruta a caballo o hacer piragüismo son solo algunas de los variados atractivos que ofrece Buitrago del Lozoya para sacar el máximo partido a uno de los espacios naturales más espectaculares de Madrid. Enclavado en la Sierra Norte, a los pies del puerto de Somosierra y a unos 75 km al norte de la capital, Buitrago es el único pueblo de la comunidad que conserva íntegras sus murallas defensivas, que se alzan sobre el río del que toma su nombre. En este recinto amurallado, declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, se sitúa la Iglesia de Santa María del Castillo, la Torre del Reloj y su conocido castillo (antigua residencia del Marqués de Santillana), conformando un entorno medieval que ayudan a conocer las visitas teatralizadas con las que cuenta el municipio. Buitrago es cita obligada también para los amantes del arte contemporáneo, ya que en él puede visitarse el Museo Picasso, que acoge 60 obras donadas al municipio por Eugenio Arias, barbero e íntimo amigo del pintor malagueño.

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San Martín de Valdeiglesias
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9. San Martín de Valdeiglesias

Pegado a la frontera con Ávila, San Martín de Valdeiglesias es una gran opción de escapada de fin de semana. Tiene historia (el Castillo de la Coracera es buen testigo de ella), animación, gastronomía y paisajes en su entorno que suponen un regalo para la vista. El cercano Embalse de San Juan es reconocido como la playa de Madrid y, además de un buen baño, permite practicar deportes náuticos como el wakesurf o el esquí acuático. Por último, al sur de San Martín se encuentra el Bosque Encantado, un jardín botánico de fantasía, que ha logrado gran fama en los últimos años al ser una visita ideal para hacer con niños.

Aranjuez
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10. Aranjuez

Cualquier momento del año es bueno para acercarse y dar un paseo por Aranjuez, aunque probablemente sea en primavera y otoño cuando el tercer municipio más visitado de la región despliega su mayor magia y encanto. Su situación privilegiada en torno a los ríos Tajo y Jarama convertía a este municipio en el lugar elegido por Felipe II para pasar los meses de primavera, una costumbre a la que sus sucesores darían continuidad, modelando la ciudad a su gusto con la ayuda de arquitectos como Francesco Sabatini o Juan de Villanueva. De su pasado como real sitio perviven numerosos monumentos y espacios como su célebre Palacio Real, la Casa de Oficios y Caballeros, la Casa de los Infantes y hermosos jardines como el de La Isla, el del Rey, el del Príncipe o el de Isabel II. La gran belleza del entorno hizo que la Unesco lo reconociera en 2001 como Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad.

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