De: Albert Boronat. Dir.: Judith Pujol. Con: Sergi Torrecilla, Òscar Mas, Oriol Genís, Rosa Cadafalch, Pepo Blasco, Xavi Álvarez
¿Es malo que unas páginas imaginarias se interpongan entre el espectador y el escenario? Hojas de un libro que lleva el mismo título que la obra de teatro y que pasan al ritmo de las voces de los intérpretes. Esas páginas invisibles irrumpen en la Sala Beckett mientras se desarrolla el relato de 'Este no es un lugar adecuado para morir' de Albert Boronat. Es difícil explicar cómo esa fantasmagoría se impone sobre la realidad inmediata de la función. Una sensación extraña, aunque no necesariamente molesta o en demérito del texto. Solo que de alguna manera la literatura se impone sobre el teatro.
El drama de Boronat (una pequeña tragedia que desvela el secreto de la gran tragedia) evoca la escritura de autores del medio-oeste como Richard Ford y sus brillantes soliloquios sobre y alrededor de los insospechados vínculos que mantienen en pie instituciones tan frágiles como la familia. Un aire “americano” que la directora Judith Pujol –con la segura anuencia del autor– hace emerger con sutiles detalles de ambientación: el mono del ferretero, el vestido demodé de la madre, el bigote y las botas del hermano mayor.
Aunque Víctor Peralta sorprende con la profundidad de su escenografía y los interpretes principales aportan cuerpo y densidad a sus personajes, la obra no trasmite teatralidad. No hay manera de hacer desaparecer las páginas escritas en tinta invisible. Como si el dramaturgo hubiera optado por estrenar una adaptación de su texto en formato de excelente cuento recitado.