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Cup & Cake

Meriendas: los mejores lugares de Barcelona para comer por la tarde

Chocolaterías, granjas, pastelerías... Estos son nuestros rincones favoritos para tomar una buena merienda

Ricard Martín
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Las noches del sábado se hicieron para salir a bailar, y las tardes de domingo se hicieron para salir a merendar: bien seáis de la cofradía del 'cupcake' o adoradores del cruasán, en esta lista encontraréis una serie de locales muy diferentes, pero ideales para pasar la tarde entre chocolates y pasteles.

RECOMENDADO: Y si lo que queréis es un buen chute de cafeína con garantías, a continuación ofrecemos una lista de las mejores cafeterías de especialidad de Barcelona.

Los lugares más dulces

  • Cafés
  • Gràcia
Chocolatería La Nena
Chocolatería La Nena

La Nena mantiene todo lo que se espera de las granjas de nuestra infancia: baldosa de cerámica, mármol, mesas de mármol claro y una barra llena de delicadezas dulces, como pasteles caseros hechos con azúcar moreno, croissants, ensaimadas y galletas para acompañar el chocolate. Ah! ¿Hemos dicho chocolate? Este es uno de los pocos lugares de Barcelona que elaboran el chocolate con leche fresca, que sirven en tazas grandes hasta los topes. 

  • Cafés
  • El Raval

Hay hábitos, costumbres, tendencias que, afortunadamente, nunca pasan de moda. Una de ellas es, en esta Barcelona a veces poco identificable, regalarse un desayuno o una merienda en una de las granjas históricas de la ciudad. Es la patria del Cacaolat (es aquí donde se creó!) y su chocolate –sobre todo el suizo– no tiene competidores. El encanto del local, los camareros de toda la vida y el pintoresco cuadro que conforma la clientela hace que el café también adopte un sabor nostálgico y evocador.

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  • Barcelona
Cafeteria Forn Mistral
Cafeteria Forn Mistral

El Forn Mistral, fundado en 1977, es uno de los más míticos y emblemáticos de Barcelona. Aquel pan artesano, ecológico y cocido al horno de leña, especialidades que destacan, como la de kamut y espelta. Y aquellos mini-croissants de chocolate, crujientes como una hoja por fuera y una explosión untuosa por dentro. Y hecha la oda, vamos a la cafetería: detrás del pequeño horno que tantas alegrías nos da, está el espacio de cafetería. Se entra por Torre y Amat, la calle de atrás, y podéis probar todas las delicias del horno (no nos olvidemos de los pasteles!) Acompañadas de una buena taza de café.

  • Cafés
  • Sant Antoni
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El Café Cometa aterrizó en el epicentro 'hipster' de Sant Antoni como la nave de abastecimiento de la invasión moderna, y el paso del tiempo, lejos de desgastarlo, lo ha reafirmado como uno de los espacios más interesantes de Parlament. A parte de su ubicación privilegiada –con el Tarannà y La Donuteria al lado–, este local juega muy bien con el minimalismo nórdico, con un despliegue de techos altos, madera, mobiliario casero y luz, muchísima luz. La cocina a la vista, una cocina antigua que recuerda la de nuestras abuelas, preside el espacio principal, que se abre a la calle con un ventanal oxigenante. La atmósfera es relajada, y el público, moderno, joven y calmado. El Cometa es un centro de desintoxicación infalible cuando habéis tenido sobredosis de oficina: un zumo natural, limonada de la casa o una infusión, si estáis blanditos; un pastel casero o uno de sus magníficos sandwiches, si el hambre aprieta; un gin-tonic para hacerlo bajar todo. Cualquier hora del día es buena para visitar el Cometa, un espacio que ha logrado sobrevivir a la fiebre modernilla de Sant Antoni y no morir de éxito. De hecho, está tan sobrado de encanto que cuando las barbas se rasuren y las bicicletas pasen de moda, todavía seguirá en pie. 

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Épicerie
Épicerie

Detrás de las crepes de Épicerie, encontramos uno de los grandes nombres de la cocina francesa en Barcelona: el chef Romain Fornell, con una estrella Michelin por su Caelis en el Hotel Palace y alma mater del vecino Café Emma. Épicerie es el más pequeño de sus locales, el sueño del chef hecho realidad: una pastelería francesa en pleno centro de Barcelona. Uno de sus productos estrella son las crepes que pueden ser de jamón y queso o de mozzarella y tomate. Si las preferís dulces, en L'Epicerie encontraréis propuestas como la de frutos rojos con helado, nata, fresa, entre otros.

  • Eixample
Cup & Cake
Cup & Cake

Desde que empezó la moda del cupcake y el pastel a la americana han proliferado muchas pastelerías y cafeterías que siguen esta línea. Entre ellas destaca Cup & Cake, no solo por el sabor de sus creaciones, sino por la estética de sus pasteles y locales, que combinan a la perfección. Como se suele decir, una monada. Ventaja: solo cierran dos días al año.

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  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
Brunch & Cake
Brunch & Cake

Tras el éxito de la pastelería dedicada al 'cupcake' y al pastel a la americana, los reponsables Cup & Cake abrieron esta cafetería, donde, además de dulces, amplían la oferta con salados.

Tal vez os empalaga la estética del 'cupcake', pero es innegable que esta gente fueron pioneros del tema en Barcelona. Y su repertorio de pastelitos, magdalenas, pasteles y desayunos varios merece la pena. El café es bueno, y sólo cierran dos días al año).

  • Comida rápida
  • Vila de Gràcia
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Lúkumas
Lúkumas

Uno de los lugares claves para desayunar en Gràcia: esta inmaculada cafetería es punto de reunión del profesional liberal, modernillo y 'hipster' de buen desayuno del barrio. El griego Pétros Paschalidis hornea cada día, sólo con ingredientes naturales, la versión helénica del donut: la Lúkuma. Los venden con todo tipo de sabores y rellenos, algunos tan sorprendentes como el de matija, glaseado con esencia de resina.

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  • Mediterránea
  • Eixample
Tarte & Quiche
Tarte & Quiche

Hugo y Phillipe han creado en este pequeño espacio un gran lugar para los amantes de las quiches, esta especialidad francesa de variedad infinita, de los pasteles sabrosos y de las ensaladas sanas. Son todas especialidades francesas, extremadas en los productos orgánicos. Hay entre 15 y 20 posibilidades de quiches y el mismo número de pasteles y delicias para la hora de merendar.

  • Estadounidense
  • precio 1 de 4

Aunque la gente viene mucho a desayunar, la dueña de Mama 's Cafe prefiere la etiqueta diner –restaurante informal norteamericano– a la de brunch. "En EEUU un diner es un lugar muy informal donde puedes ir a cualquier hora y desayunar, tomar brunch, almuerzo o cena. Y comer muy rápido", explica. Aquí, en toda la franja horaria, encontraréis desayunos muy potentes -ojo, disponibles todo el día- platos del día y bocadillos gourmet, con la mayoría de la materia prima ecológica. Pasteles buenísimos y una terraza interior deliciosa!

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  • Eixample
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Cosmo Café
Cosmo Café

Si estáis paseando por Enric Granados a media tarde y el hambre os sorprende, en el Cosmos, café y galería de arte, os harán bien felices. Un local espacioso (aunque tan popular que os costará encontrar mesa!) con sofás y sillones que invitan a abandonarse allí con un zumo de tres frutas y jengibre en la mano y un pastel de zanahoria tierno como una nube en la otra. Cambiadlo por un matcha frappé y una tostada con aguacate. O por un café (de Nomad!) y un pedazo de tarda de chocolate intensa como una descarga de electricidad. Vamos, que hay que ir más de una vez, y de dos y de tres.

  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
Lolita Bakery
Lolita Bakery

Lolita Bakery nos remite a los años 50, una época naïf, con pasteles y decoración colorista e imaginativa. Un espacio ideal para pasar un rato cándidamente compartiendo cupcakes, pasteles y todo tipo de dulces. Y si queréis encargar un pastel con forma de unicornio, Dios nos ampare, este es vuestro sitio.

También te gustará

Este es el Top 10 del clásico bocadillo de jamón y queso con pan de molde El rotundo En El Tarannà, uno de los locales de moda de la calle Parlament de Sant Antoni, hace una variedad de bikini donde, a diferencia de lo que sucede en otras ocasiones, cambia en continente y no el contenido. En vez de pan de molde, lo preparan con pan de payés recién salido del horno de la panadería Baluard de la Barceloneta (palabras mayores) y tostado hasta adquirir aquel punto crujiente que rasca, rasca. Su contundencia acaba con el mito de que un bikini no llena. El payés del Tarannà no deja insatisfecho a nadie. El francés En la Perla de Oro siguen cortando y pesando el jamón dulce delante de los clientes. Pero en vez de envolverlo para que te lo lleves, lo utilizan para preparar algunos de los mejores bocadillos de la ciudad. La influencia francesa, el propietario viene de más allá de los Pirineos, también se hace notar en el bikini. En esta antigua tienda de comestibles llena de delicias gastronómicas lo preparan con emmental y lo planchan dentro de una barra estilo baguet. Aunque no estén dentro de la categoría de bikini, ofrecen variantes con queso de raclette o reblochon. El mallorquín En la Cerveseria de Gràcia siempre le encuentran un hueco a quien llega tarde, incluso los días que medio barrio se ha instalado en sus mesas para ver el partido del Barça. Este es el reino de los grupos y las familias (incluso hay un rincón para que jueguen los más pequeños), así que la comida y los pre

  • Cafeterías

Encontrar un buen lugar donde desayunar, merendar o tomar un café con amigos a veces es una tarea complicada, ya sea porque el ambiente del lugar no es el más adecuado o porque el café y la bollería dejan mucho que desear. Os damos algunos ejemplos para acertar con la elección ¿Crees que falta alguna cafetería importante? Dínoslo en los comentarios de abajo. La Granja No abundan los restaurantes vegetarianos en la parte alta de la ciudad. La Granja, en Sant Gervasi, es un restaurante sencillo y acogedor donde preparan una cocina casera que el cliente elige en un bufet. Ofrece opciones para veganos y procuran trabajar siempre que pueden con productos ecológicos. Podréis comer por unos 20 euros. Otro dato interesante: alquilan el local para celebraciones. Vil·la Florida La elegante Vil·la Florida, en el barrio de Sant Gervasi, fue completamente remodelada a principios del siglo XX. Está decorada con hierro modernista y flanqueada por una torre de cuento de princesas y está rodeada por jardines en los que hay una piscina infantil prístina (que forma parte de un circuito de spa refrescante de pies). Es un referente en la difusión de la medicina natural a través de un programa extenso de actividades que incluye talleres de taichí, yoga o pilates. También talleres de cocina saludable y nutrición, de gimnasia y de memoria para la gente mayor. La cafetería y el restaurante del centro cívico Vil·la Florida dispone de un menú diario cuidado y saludable, donde acostumbra a haber platos

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Granjas y chocolate a la taza
Granjas y chocolate a la taza

Para mojar churros, porras, ensaimadas, cruasanes... Delicias a la taza Viader Hay hábitos, costumbres, tendencias que, afortunadamente, nunca pasan de moda. Una de ellas es, en esta Barcelona a veces poco identificable, regalarse un desayuno o una merienda en una de las granjas históricas de la ciudad. Es la patria del Cacaolat y su chocolate, sobre todo el suizo!. No tienen competidores. El encanto del local, los camareros de toda la vida y el pintoresco cuadro que conforma la clientela hace que el café también tome un sabor nostálgico y evocador. Granja La Pallaresa Las colas de gente le indicarán dónde están las mejores granjas de Petritxol. Una es La Pallaresa, que ofrece desayunos y meriendas superlativos desde 1947. No hay ninguna duda de que el clásico chocolate a la taza y un suizo de antología son los grandes protagonistas de esta antigua lechería. Dulcinea Transformada de taberna a granja, en el Dulcinea preparan un chocolate excelente. Los más lamineros podréis acompañarlo de ensaimadas y croissants. Marisa Churrería con medio siglo de historia y punto de encuentro de los vecinos de Sant Andreu y de gente de todas partes que acuden atraídos por su chocolate a la taza y sus churros y porras caseras. Caelum ¡Ave María Purísima! No os lo toméis como una blasfemia: es la expresión que se os escapara cuando visitéis esta tienda del casco antiguo de Barcelona. Aquí tienen todo tipo de dulces elaborados en conventos por monjes y monjas de todo el país. También funciona

Donde pastelería y restaurante se funden Yin-yang en los baretos: mientras el vino, la taberna, la madera, el vermut y la salazón cortan el bacalao, es un hecho indiscutible que la cafetería pulida, multifuncional, de aires nórdicos y diseño trabajado está echando raíces con fuerza en Barcelona. Hasta hace meses, la proliferación de esta tipología de establecimientos estaba circunscrita a zonas muy específicas. Ahora hay por lo menos tres en cada barrio. Y se agradece: en su mejor versión, son espacios agradables y bien diseñados donde poder comer dulce y salado, por la mañana, a mediodía y por la tarde. En la peor, un horror de tonos pastel y cupcakes radioactivos. Pero de estos no hablamos. La Criolla En la parte alta de Muntaner, allí donde ninguna barra de cuarto cuesta menos de un euro treinta, nos encontramos con Cucho Suniaga. Es un reself made man; porque este ingeniero venezolano llego a Cataluña sin papeles hace veinte años. Ya reconocido como ser humano, se hartó de hacer carreteras y decidió estudiar pastelería en la Hofmann y  nutrición. Después de pasar por Canals, Escrivà y Alkimia, entre otros, y con la asociación de una argentina (Celeste Seoane) y uno de Martorell (Miquel Arús), han abierto La Criolla; hablamos de un espacio imponente -cocina abierta, zona infantil, terraza deliciosa, diseño casero- con un nombre lleno de intención. La Criolla hace referencia a sus orígenes latinoamericanos, a las ganas de integrarse y también al cabaret de las Drassanes don

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