11 cosas originales para hacer en Barcelona

Andamos por la ciudad sin pensarlo, pero bajo nuestros pies hay otra parte de Barcelona imprescindible para su funcionamiento y con mucha historia por descubrir para los que no tenéis manías. A ver, seguro que un olor a ambrosía no respiraréis, pero tampoco os caerán los detritus de alguien que tira de la cadena cuando pasáis por debajo de su casa, no os preocupéis, que no hay que tener el estómago de Bear Grylls para disfrutar de la visita, ni mucho menos. Para acceder a las cloacas tenéis que solicitar una visita en grupo. Os enseñarán la estructura de la red de gestión de residuos y os explicarán su funcionamiento. No os lo penséis mucho, ¡que el precio por persona está tirado!

Estáis encerrados en una habitación con unos cuantos amigos y tenéis una hora para cumplir una misión y salir. Para escapar, tendréis que usar el ingenio, la lógica y confiar en las habilidades combinadas del grupo, nada de juegos sádicos estilo 'Saw'. Seréis los protagonistas de la aventura gráfica o película hecha realidad que os plantee cada 'escape room'. En Barcelona hay unas cuantas opciones. Por ejemplo, en Cronologic seréis unos viajeros del tiempo al estilo Doctor Who, en Escapa si puedes seréis el doble de Indiana Jones, y en Parapark y Missionleak haréis el papel de detectives a través de varios niveles.

Transports Metropolitans de Barcelona os abre las puertas para enseñaros cómo se gestiona la red de transporte público y la función fundamental que desarrolla. Los forofos de los trenes y autobuses encontrarán su particular paraíso, porque enseñan por dentro las cocheras de buses, estaciones de metro y salas de control. Las visitas son en grupo, así que tenéis que solicitar la visita a través del formulario.

No podemos aspirar a ver la Tierra desde el espacio como los astronautas, pero sí que podemos disfrutar de una perspectiva aérea de Cataluña desde la cesta de un globo. No hace falta que cojáis el coche, tanto Camins de Vent como Balloning os pueden recoger y traer de vuelta del paseo. A unos 40 minutos de Barcelona podéis despegar, partiendo de Igualada, Cardedeu, Manresa o Vic. Podéis pedir servicios extra como almuerzos o vuelos románticos, así como salidas a medida desde donde queráis. Para todos los públicos, en grupo o en solitario.

Normalmente, cuando entramos en un bar nos quitamos ropa, pero en Icebarcelona tendréis que poneros unas cuantas capas más, y bien gruesas. Tranquilos, que no hace falta que empecéis a buscar el anorak ni los pantalones de esquiar; allí os proporcionarán guantes y anorak antes de entrar para que no tengáis que pasearos como un esquimal por la ciudad. Como su nombre indica, es un bar construido con bloques de hielo y que se mantiene entre 2 y 10 grados bajo cero. Por este motivo no sirven bebidas con gas, pero sí muchas otras sin alcohol, cerveza y cócteles creados para resistir el frío. La decoración destaca por las esculturas de hielo y cambia cada año como mínimo, de forma que encontraréis una temática diferente cada temporada. Cuando os canséis del frío podréis salir a la terraza de la playa, que seguro que entraréis en calor.

Primero fue el 'flyboard', básicamente un motor de moto acuática enganchado en los pies que permite gravitar gracias al impulso del agua a presión; ahora han sacado una versión en forma de 'skate', el 'hoverboard', con el cual se puede ir hacia adelante en línea recta sin tener que zambullirse y emerger. Es lo más parecido al patín volador que Marty McFly tenía en 'Regreso al futuro 2'; un aparato que parece ciencia ficción pero que ya está aquí. Si sois bastante habilidosos, podréis ejecutar piruetas increíbles. En Fly Board Barcelona tienen todos estos aparatos para que los probéis.

Esto del 'paddle surf' ya empieza a estar muy visto, pero ¿qué tal si cambiamos el día por la noche y nos subimos a una tabla de surf con leds que iluminan el fondo marino? Nada que ver. ¡Un momento! En realidad, ¡mucho que ver! Navegaréis por las aguas deslumbrando a los peces como si fuerais un coche recorriendo una carretera por la noche y podréis observar el fondo marino menos profundo. Pedid hora en Surf House.

En nuestra cultura vamos al cementerio sólo cuando la muerte toca a alguien cercano o, como mucho, el Día de Todos los Santos o cualquiera otro día extraordinario para visitar la lápida de un familiar difunto. Os proponemos visitar los recintos sepulcrales de la ciudad por otra razón, conocer la historia, curiosidades y el arte que contienen. La visita al Cementiri de la Pedrera, donde descansan centenares de víctimas del franquismo, es todo un ejercicio de memoria histórica. Las rutas de los cementerios de Montjuic y de Poblenou las podéis recorrer de día o por la noche... Si os atrevéis, claro.

El libro 'Fantasmas de Barcelona', de Sylvia Largarda-Mata, recopila las historias de brujería, edificios encantados y exorcismos que sucedieron en las mismas calles antiguas de la ciudad por las cuales paseamos hoy en día. Basándose en este libro, se ha organizado una ruta nocturna que sale de Arc de Triomf hasta Santa Maria del Mar, pasando por Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera. Se hace desde el 7 de agosto al 18 de diciembre, cada viernes a las 21.30 h. Dura 2 horas y vale 11 €. Se tiene que reservar.

La plaza Eivissa, alejada de las hordas turísticas que transitan el centro urbano, es una especie de reserva aborigen donde raramente escucharéis una palabra en otro idioma que no sea catalán o castellano; como en un pueblo, o casi. Coged la línea 5 hasta Horta y, una vez allí, parad a picar algo o un trago en el Quimet d'Horta, la Bodega Massana o La Vitamínica d'Horta, de menú vegetariano. Puesto que estamos de paseo, quizás os apetezca perderos por el Parc del Laberint d'Horta, con más de dos siglos de historia y vistas al mar desde la parte más alta.