No tendría sentido hacer esta lista sin la presencia de Fermí Puig: fue uno de los grandes modernizadores de la alta cocina catalana en Barcelona, pero también es uno de los defensores del chup-chup telúrico. El plato que cocina en casa –y tiene en la carta, claro– es tal como le gusta comerlo: con pelotas donde predomina más el cerdo que la ternera, poco ajo y perejil. Y sobre todo jugo del bazo de la sepia añadido a la picada, “la patada en los huevos, donde está el sabor de mar brutal”, exclama. Buenas, buenas, buenas.
Ha llegado la hora de defender lo que es nuestro. Y como el mundo es redondo, esta es la tierra de las pelotas, cocinadas por los chefs que no olvidan quiénes somos y de dónde venimos... Ei, y no lo dudéis: ¡son las mejores del mundo!