Ramses
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Puerta de Alcalá: restaurantes y bares a un paso del parque del Retiro

A un paso del parque del Retiro se concentran nuevas direcciones gastronómicas que no te puedes perder

Gorka Elorrieta
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Al legendario Horcher, al infalible y elegante Alabaster, a todos los galones y saber hacer de Vinoteca García de la Navarra e incluso al epatante interiorismo de Aarde, se han sumado en muy poco tiempo nuevos protagonistas a la sombra de la Puerta de Alcalá, en los alrededores de la Plaza de la Independencia, la entrada más animada al parque del Retiro, un hervidero constante de turistas y madrileños con ganas de terraza o de un paseo por nuestro pulmón verde. Celebrad el Paisaje de la Luz, recién nombrado Patrimonio de la Humanidad, en estos restaurantes y bares que pueblan esta privilegiada zona. 

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  • Barrio de Salamanca
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

Si te estás imaginando uno de esos locales típicos de Nueva York de maneras afrancesadas y con una oferta gastronómica capaz de conquistar todo tipo de paladares (y bolsillos), vamos bien. Es justo lo que encuentras al atravesar la entrada del recién llegado Tribeca Bistró, ubicado en una de las zonas más atractivas del barrio de Salamanca. A escasos metros de Cibeles, la Puerta de Alcalá y la concurrida calle Recoletos, te espera una propuesta –sin pretensiones– que cuenta con muchos atractivos, lo que hace que estés pensando en volver incluso antes de haber empezado a ojear la carta de cócteles.

  • Mexicana
  • Crítica de Time Out

La nueva casa del mexicano Roberto Ruiz tiene unas vistas privilegiadas al Pacífico. Tras cerrar el estrellado Punto MX y triunfar con su servicio de comida a domicilio, abrió Barracuda MX, un local enorme, a un paso de la Puerta de Alcalá. En su aventura más personal no solo ha reducido el ticket medio y lo ha vestido de un ambiente más desenfadado sino que por el camino busca mostrar una gastronomía menos conocida, otras técnicas (pescados zarandeados o a la talla), nuevos sabores a partir de la influencia asiática y de las rutas comerciales que van Baja California al estado de Chiapas.

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  • Bares de tapas
  • Crítica de Time Out

El concierto de Canito fue la presentación y antesala de la movida madrileña. Casa Canito es el bar para picar rico de la calle Recoletos mientras La Movida Madrileña es el local contiguo para beber cócteles y bailar música de los ochenta.La idea, amparada en la rentabilidad del hecho nostálgico, rebosa más frescura de lo esperado. Es cosa de Hussi Istambuli, empresario de origen damasquino que en su momento montara La Gabinoteca con Nino Redruello y Patxi Zumárraga. Asesoró a distintos grupos, ayudó con la apertura de Habanera, abrió un par de restaurantes italianos en Valdebebas y Montecarmelo, y nunca ha dejado de estar vinculado a la hostelería y el ocio nocturno.

  • Vegana

El coqueto local, repleto de tonos pastel, es perfecto para la foto en redes sociales. Pretende ir más allá de lo cuqui con recetas sabrosas, coloristas y muy bien presentadas que consiguen, casi, que no se eche de menos lo animal. Buenísimo el tiradito de alcachofas sobre emulsión de ají amarillo, aguacate, ají limo y aceite de pimentón picante. El aguacate especiado, rebozado en semillas y frutos secos y sobre yogur de anacardos es como para mojar el pan de patata que lo acompaña; sin embargo, no convence tanto la variedad de sushi a partir de distintas frutas como el mango o la pera.

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  • Española
  • Barrio de Salamanca
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

Ha sido una de las aperturas más ovacionadas en lo que va de año. Y con razón. Por un lado, porque ocupa el local que, con el traslado de Taberna Verdejo al barrio de Lista, dejó huérfanos a muchos vecinos de la zona de Retiro que acudían recurrentemente para dejarse en manos de la chef Marian Reguera. La otra razón de peso tiene que ver con lo atractivo del concepto creado por Manuel Figueroa y Roberto Fuentes, que tiene alma de taberna, como bien reza en su nombre, pero también un nivel de cocina que ya quisieran muchos restaurantes de la capital.

6. Ramses

Desde su apertura en 2007, Ramses fue un imán del glamour cosmopolita en Madrid. Pero no es solo un restaurante sino una experiencia que combina gastronomía, coctelería de vanguardia y eventos exclusivos. El rediseño a cargo del estudio parisino Jouin Manku ha dotado a esta privilegiada ubicación de espacios versátiles y chic, como La Kitchen, el Champagne bar, una terraza pet-friendly y climatizada y la Cristal Room, con ventanales abatibles que conectan el Champagne bar con el exterior y desde la que el DJ hace sonar música deep house y slow disco, entre otros géneros, por las tardes.

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  • Mexicana

Por supuesto, la decoración gobierna el local ya sea en el exterior con una terraza vestida con distintas especies de cactus o en un interior dominado por su cocina a la vista del comensal (ahí preparan las tortillas una a una para los tacos) y una gran estantería acristalada repleta de mezcales y tequilas; de hecho, quizás sea el mezcal el verdadero rey de la casa. El espacio de este restaurante mexicano se ha trabajado al detalle. Los techos traen el arte indígena huichol, el color lo traen las piñas de Michoacán en cada esquina del restaurante y el cobre de todo el menaje proviene de Santa Marta.

Tras ser consolidar su propuesta vasco-navarra y familiar en Baqueira Beret, las hermanas Arantxa y Marta Martínez siguen los pasos de su padre y traen de las montañas al centro de la capital una carta con similar filosofía. En El Pañuelo (Valenzuela, 10), icónico postre de la casa (con dos versiones) que da nombre al restaurante, tratan con sabores de siempre, con recetas consolidadas a lo largo del tiempo y producto fino (Joselito por aquí, carabineros y anchoas 00 por allá). En una elemental carta, que tiende a incorporar los bocados estacionales, hay un solomillo con foie o una lubina a la donostiarra y platos con adn propio: carpaccio Jimena, arroz Ignacio o ensaladilla de la mama Encarna. 

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  • Bares de tapas
  • Crítica de Time Out

Nada está improvisado en esta versión sofisticada de nuestro idiosincrático bar de tapas. El ya exitoso local, autoproclamado bar boutique, es pequeño y cada detalle –y hay muchos entre el servicio y la iluminación– cuenta. Mira al pasado (cuando eran nobles todos los materiales en esta categoría de local) con un pie en el presente (estrenan una línea de bocatas brioche). Liderado, ideado y pertrechado por Carlos Bosch, el proyecto aterriza en una de las zonas más codiciadas y con mayor movimiento de la ciudad mientras su espacio homónimo en Alicante continúa cerrado por las restricciones. Llega, y quizás vengan más, para pulir, encerar y dilatar el perfil más informal, popular e internacionalmente reconocido de nuestra cultura gastronómica, ese espacio donde se encuentran croquetas, gambas, ensaladilla, canelones (receta casera de la madre del propio Carlos)... Un elegante y cinematográfico rincón de rincones donde gastarte 30 pero también 300 euros (custodian la carta de Dom Pérignon más nutrida del país). 

  • Beber

Las faraónicas dimensiones de sus cavas son comparables a las botellas que atesoran. Tenéis de etiquetas de prestigio mundial a añadas legendarias con referencias contadas en el mercado. En Madrid hay bares de todo pelaje, tenemos cada vez más coctelerías y bares de vinos de mínima intervención pero aquí han venido para pasarse todas las pantallas, han subido la apuesta a un nivel casi inaccesible para el resto de barras de la ciudad. Madera de roble, metales envejecidos y mármoles conforman el escenario y la atmósfera diseñadas por Lázaro Rosa-Violán para esta monumental biblioteca líquida.

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