Desde 2007, en Barcelona se puede disfrutar de un espacio completamente insólito y original: un bar de hielo ubicado, ni más ni menos, en la playa, el primero de estas características abierto en el mundo. Con una temperatura constante de -5ºC (20ºF), su espectacular interior ha sido diseñado por artistas de renombre internacional. La temática de la sala, la iluminación y las esculturas se renuevan al menos dos veces al año. Entrar es siempre una experiencia que vale la pena vivir y que, además, es apata tanto para adultos como para niños, que se lo pasan súper bien.
Frecuentado tanto por gente de la ciudad como por extranjeros, con la entrada (16 €) se incluye ropa de abrigo (chaqueta y guantes) y una copa.