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The Born and Sant Pere

El Born y Sant Pere

Camina por algunas de las calles más bonitas de Barcelona y admira su mágica arquitectura

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El Born y Sant Pere son dos barrios divididos por la calle Princesa. El Passeig del Born, peatonal, la principal arteria del barrio, es una de las calles más bonitas de Barcelona, con el magnífico edificio del mercado del siglo XIX y una iglesia del siglo XIV. En el barrio de Sant Pere destaca el Palau de la Música, el magnífico auditorio del arquitecto Domènech i Montaner.

Restaurantes en El Born y Sant Pere

  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Española
  • La Barceloneta
  • precio 3 de 4

Los barceloneses quizá no hacemos mucho caso, pero 7 Portes es uno de los restaurantes más antiguos de Barcelona y, aún ahora, es uno de los lugares de referencia en cuanto a buena cocina tradicional de nuestra ciudad. A la hora de elegir qué plato es el más representativo de esta casa, afloran las dudas: ¡hay tanto para elegir!

Los canelones trufados de fiesta mayor se pelean con los arroces de temporada y las sartenes para ver cuál es la receta de más éxito de este establecimiento. Pero no hay que llegar a este punto del recetario catalán para ver la buena cocina en el 7 Puertas: unos 'sencillos' (no insustanciales) buñuelos de bacalao se vuelven un bien preciado en la mesa del comensal. Vale la pena ir para empaparse de la monumentalidad del espacio y por un servicio de los que ya no se encuentran. 

  • Restaurantes
  • Española
  • precio 2 de 4

Resguardado entre la Via Laietana y el Born, es una casa de comidas abierta en 1991 y que ha resistido 32 años con el mismo concepto: una barra con una cocina y un comedor anexo. Cada día, Joan Pérez cuelga una cuartilla con unos 25 platos, todo producto fresco y de mercado, que cocina Mercè Rosselló. Más que un restaurante, es una extensión de la casa del cliente, que goza de platos de cocina casera, mucha calidad y nula pretensión. El repertorio es tradicional: siempre recetas clásicas, como unos pies de cerdo excelentes, o unos fideos en la cazuela que llenan la sala, y siempre pescado fresco a la plancha. Sólo carta: “No somos de batalla. El cliente se gasta unos 20 euros, y por ese precio come muy bien”, dice Pérez.

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El Bar de l'Antic Teatre
  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Española
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

A principios de 2003, un grupo de artistas que buscaban un espacio para las artes escénicas encontraron un lugar que ya había sido la sede del Teatro del Círculo Barcelonés de Sant Josep, fundado en 1879 y espacio de teatro amateur hasta el 1976. Hoy, el Antic Teatre y su enorme terraza anárquica es un auténtico oasis: uno de los espacios del centro urbano con más encanto de Barcelona. Abre todo el día, de lunes a domingo, y los fines de semana por la noche se realiza música en directo. Es uno de los principales puntos de encuentro de artistas, vecinos y colectivos del barrio que se acercan a hacer una birra, un café o un bocadillo. Maravilloso.

Can Cisa / Bar Brutal
  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Bares de vinos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

La reverencia por la religión del barril y el rayo y la presión vecinal llevaron a los gemelos Colombo, propietarios del restaurante Xemei, a combinar una tienda de vinos en la entrada con el mantenimiento de una barra de vinos a granel y botas. Con unas 300 referencias de vinos, todos ecológicos o biodinámicos de todo el mundo, sin ningún tipo de química o aditivo, ya precios ni caros ni baratos, en una franja muy interesante. Una taberna de estilo antiguo que vende vermut, a chorro. De la pequeña cocina del bar salen platos de poca temperatura: ahumados, macerados, curados y marinados. Maridajes brutales. Para comer, es necesario reservar. Por sólo beber, no.

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  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Argentina
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

En su origen un restaurante argentino, Arcano es ahora un restaurante catalán y barcelonés centrado en la cocina a la brasa y especializado en las carnes premium. Así, son famosos su entrecot de ojo de bife y su solomillo angus, dos cortes argentinos que el comensal puede combinar con acompañamiento al gusto. Pero también son muy populares su tártar de angus o la pluma ibérica con crema de cacahuetes y boniato ahumado.

Sí, este es un lugar para comer carne con la rúbrica del know-how argentino, pero el chef Nicolàs Limarino, con muy buen criterio ha hecho que en la carta mande el producto catalán km 0, presente en platos como el huevo de payés a baja temperatura con setas a la brasa, cremoso de patatas y trufa negra, un variado de tomates km 0, aceitunas de kalamata, cebollas encurtidas y perlas de vermut o una elección de verduras de temporada en diferentes cocciones con salsa romesco; o brotes tiernos con pato confitado y vinagreta de tres mostazas aromatizada con miel de flores (siempre con verduras del Parque Agrario del Baix Llobregat). El capítulo de postre es de lo más goloso.

Arcano tiene una ubicación singular y privilegiada: a dos pasos del Born y la Rambla, es un local con encanto para quienes buscan una cena romántica entre sus gruesos muros de piedra. Ocupa unas caballerizas del siglo XVII, y sus magníficas bóvedas datan de la edad media.

 

Can Cisa / Bar Brutal
  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Bares de vinos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

La reverencia por la religión del barril y el rayo y la presión vecinal llevaron a los gemelos Colombo, propietarios del restaurante Xemei, a combinar una tienda de vinos en la entrada con el mantenimiento de una barra de vinos a granel y botas. Con unas 300 referencias de vinos, todos ecológicos o biodinámicos de todo el mundo, sin ningún tipo de química o aditivo, ya precios ni caros ni baratos, en una franja muy interesante. Una taberna de estilo antiguo que vende vermut, a chorro. De la pequeña cocina del bar salen platos de poca temperatura: ahumados, macerados, curados y marinados. Maridajes brutales. Para comer, es necesario reservar. Por sólo beber, no.

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Bar del Pla
  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Nada más entrar ya apetece quedarse; techo de bóveda, mesas altas, mobiliario de madera y, sobre todo, esa barra de mármol llena de delicadezas, que es una maravilla. Platos del día, tapas y platillos clásicos y de impecable factura son la máxima representación del local. Es pecado no probar las croquetas de calamar con tinta, el canelón de la casa y el crujiente de cola de buey con foie-gras. La carta, con vinos catalanes e internacionales, tiene botellas que cuestan encontrar donde esté. Referencia a la ciudad y fuera por su cuidado del producto y un trato que enamora; siempre con una sonrisa. Veréis turistas cargados de paciencia porque el Pla hace tiempo que es un fijo en las guías de Barcelona.

Bar Joan
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Bar de bocadillos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Escondiditos dentro del mercado de Santa Caterina hay un tesoro que se conserva con el paso de los años. El Bar Joan, una perla en forma de restaurante donde podréis disfrutar desde un fabuloso capipota para el desayuno hasta un bocadillo de chistorra que os volverá a la vida. Amabilidad y trato cercano detrás la barra, como si los conocierais de toda la vida, ¡vaya! Sumadle buena cocina catalana y ... ¡nada más reconfortante! Al mediodía deberéis hacer cola. El menú que sirven es sencillo (de aquellos que te cuidan: bastante plancha y verdura), pero excelente y el producto, claro, no puede ser más fresco tratándose de un bar de mercado. ¡Aviso! El arroz negro tiene muchos adeptos, preguntad qué día lo tienen y Reservad!

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  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Catalana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

No creo en la cocina tecnoemocional. Nunca he creído. No lo digo yo, sino Iñaki López de Viñaspre, chef y fundador de Sagardi. En 2019, el año que el grupo de cocina vasca cumplió 25 años –un bálsamo para los catalanes que a la mínima cogían los bártulos para ir a Euskadi a comer chuletón y pintxos– abrieron Cadaqués, un restaurante de homenaje a la cocina de l'Alt Empordà, cuna del platillo y el mar y montaña.

 

"Siempre me ha apasionado la cocina ampurdanesa, un punto desligada de la catalana y más cercana a la de Mallorca o Ibiza, muy pegada a la barca", explica Viñaspre. Maestro de la parrilla vasca, en el Cadaqués –situado en un antiguo bazar de los porches de Xifré– encontraréis "un fuego diferente del vasco y una aproximación radical al arroz", dice el cocinero. Radical porque los arroces de la carta "se hacen desde cero, con fuego de sarmiento o chopo, y ningún otro lugar en Barcelona hace esto". Y puntualiza que su monumental arroz 'brut' de sepia, rape y cáscara no es negro: "El arroz negro no existe. Es gris por la tinta, la cebolla y la melsa, pero si ves uno negro ya sabes que es de bolsa de tinta comestible".

El otro puntal de la carta, claro, es el mar y montaña y el platillo (¡que no es un plato pequeño! Es un guisado ampurdanés. ¡Las raciones aquí y en el Empordà son generosas!). "A veces cuesta que un cocinero joven entienda que te estés dos horas con el chup-chup de un plato, ya que en la cocina tecnificada todo pasa por el control de tiempo, humedad y calor, y la alarma". Pero para clásicos como las albóndigas con sepia y los pies de cerdo rellenos con butifarra de perol y gambas "entra en juego ver cómo hierve el caldo, y que la vista y la nariz lo interprete".

Cocina analógica contra lo digital. Lo único 3D aquí son sabores como la untuosa unión del bacalao con samfaina, que te cogen del cuello solo con olerlos. Primitivismo de lujo, con el mejor pescado dentro de Roses, ajeno a modas: "No sirven para nada. La comida es sagrada, y con eso no se juega". Madera, mar y piedra.

  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

Desde principios de los años 90 que en Barcelona nos puede dar un arrebato y decir, con los ojos iluminados y el bolsillo agujereado: ¿vamos a Cal Pep? La alegría es instantánea. Cuando el vaivén de locales que abren y cierran es el pan de cada día, es un gusto poder volver a aquellos restaurantes que nos han hecho felices, como este, que ya hace más de treinta años que nos ofrece su barra alargada, su cocina franca y exquisita, sus clásicos que nunca fallan. ¿Que no has ido, que no lo conoces? ¡Pon remedio!

No os podéis ir al otro barrio -ni comer otro bao, curry, cebiche o pizza- sin haber probado antes, por ejemplo, su tortilla trempera, al punto y hecha al momento, con aquel gustito ahumado del pimentón de la Vera que le da el chorizo ​​Tía Felipa y para terminar de hacerla inolvidable, el alioli por encima. O las alcachofas rebozadas, que te zamparías un kilo pim-pam. O las almejas con jamón, con un caldillo que harña que pidas todo el pan que haga falta para no dejar gota. Los segundos pican pero la calidad es indiscutible: la corvina a la donostiarra es sensacional, el filete también. Ahora, que seréis igual de felices, si en vez de eso, pedís pescado frito, sepia con garbanzos o unas albóndigas. ¡Que por muchos años podamos seguir volviendo a esta barra fabulosa!

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  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • precio 3 de 4

Abierto en 1944 por la familia gallega Millán, este restaurante satisfizo el apetito de muchos pescadores y trabajadores portuarios a base de caldo gallego, sopa de pescado y sardinas a la brasa. Casi setenta años después, se traspasó a un cliente de por vida. Éste preservó el aire familiar del establecimiento y apostó por la continuidad; gambas de Vinaròs, mejillones del delta del Ebro, langostinos de Palamós, caracoles punzantes, cangrejos, almejas, navajas, ostras y percebes de la costa gallega. El gran cambio fue abrir la cocina para que los clientes, una vez elegido el marisco y el pescado, pudieran ver todo el proceso de preparación antes de terminar en su plato.

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Fusión
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Si queréis vivir una experiencia muy singular en el centro de Barcelona con platos muy deliciosos, la posibilidad de entreteneros con juegos y todo ello rodeados de arte, Clubhaus es una muy buena elección. Este espacio situado en el Born y con un toque canalla y muy atrevido os va a ofrecer noches de mucha diversión. Además, su amplia oferta gastronómica tampoco os decepcionará porque su chef, Joel Serra, juega con los extremos y presenta un menú innovador que fusiona a la perfección la auténtica ‘street food’ con influencias de Asia y México. Junto con Alberto Mateos, músico y apasionado del arte, han convertido clubhaus en un espacio donde la creatividad y la diversión confluyen y se alimentan mutuamente. Si os atrevéis a adentraros en esta aventura, os encontraréis con un espacio multi-conceptual en el que podréis escoger entre distintos bares y restaurantes. ¡Las opciones no se os acabarán!
Arte y comida se mezclan y se inspiran mutuamente en una de las primeras salas: el ‘showroom’. En ella podréis disfrutar de un fresco diseño urbano y de exposiciones itinerantes mientras probáis delicias como las tostadas de tataki de atún, el ceviche, los korean tacos y las diferentes carnes, pescados y verduras que se preparan a la brasa. Y los fines de semana no os podéis perder el ‘brunch’, en el que podréis escoger entre platos como los ‘banana pancakes’, las tostadas de aguacate con ‘shashimi’ y sandía, una ‘sunny burguer’ con huevo frito o uno de sus cócteles refrescantes. 
Pero si lo que buscáis es la máxima diversión, os recomendamos dirigiros a la Jungle Room, donde podréis encontrar un minigolf en los baños, una mesa de ping-pong desde donde veréis la cocina o una sala de Karaoke privada. Y si estáis hambrientos no os preocupéis, porque podréis disfrutar de la misma oferta gastronómica que en la sala anterior. Toda esta diversión vendrá adornada por un fondo de música de los años 80 y 90. ¡Es el sueño de todo niño adulto!
En la Galaxy Room, en cambio, podréis bailar hasta caer exhaustos al ritmo del ‘tech-house’ de DJ sets exclusivos y de música en vivo  de la guitarra eléctrica, el teclado y la batería. Y, si queréis, también podréis participar de los múltiples talleres de cócteles, charlas, ‘popup’ cine, cenas privadas que se organizan. Será el lugar ideal para divertiros y desatar vuestra creatividad ¡Desconectaréis por completo y no vais a echar nada en falta!

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  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

En el Costa Pacífico encontrará algunos de los mejores cebiches de la ciudad en un local alegre y bien decorado sin pretensiones, bien iluminado y muy bien atendido. La elección del pescado y la sabia maceración, las combinaciones, el original juego de las especias y el añadido mágico del picante hacen de su cebiche clásico uno de los más valiosos de Barcelona. Este restaurante es uno de los pocos mejicanos de la ciudad condal dedicado a la cocina marinera de este gigante de la gastronomía. No se pierdan los tacos de pescado al estilo de Ensenada, con pescado fresco rebozado, col, mayonesa y aguacate. ¿Y de mamar? Aguas frescas, chelada, michelada, ojo rojo y un buen surtido de cócteles Margarita.

  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Este es una coctelería especial. ¡Especial y especiada! Uno de los socios es el Antonio Naranjo -¡mejor 'bartender' de España 2019! -, conocido por sus maravillas casi alquímicas en Dr. Stravinsky. Y tan pronto entramos -es un acogedor pasillo de bronce y madera donde antes estaba el bar más mugriento del Born, y que evoca una tienda de especias- sabes que no es otra coctelería con humo y torrijas encima de un vaso 'highball'. Primero, porque te asalta la visión de seis tiradores en la pared, uno por cóctel. «La gente aún no lo ha visto esto, en Barcelona, ​​pero son tragos de alta calidad, que mezclamos cada día y ponemos en su barril», me cuenta Ema Giacone, el 'bartender'.

Te tiran el còctel en barril, y lo decoran (nado en placer dulce pero no empalagoso de un Jamón de Mono, whisky con jarabe de mantequilla de cacahuete y haba tonka, licor de plátano y zumo de limón). Segundo, porque todos los licores de los tragos que no son de barril llevan una especie (u otras cosas) incorporada artesanalmente, mediante, por ejemplo, procesos de infusión, maceración o 'fat-wash', una técnica que extrae el sabor de un alimento graso. Y así pueden hacer... ¡Bourbon con croissant!

¡O macerar tequila con cera de abeja! Que es un ingrediente del cóctel 666, que además lleva chiles y Coca-Cola con toques especiados, de la que Naranjo es co-responsable. «Son tragos delicados y no invasivos, podemos jugar con muchas cosas, y el reto ahora es explicarselo al cliente», dice Giacone. La mejor manera, claro, es la práctica: tomarse un curryquiri (mezcla de ron con críticos, lima y tres curris diferentes) y apreciar la sutileza de las especies en un trago bajo en alcohol que el bebedor moderado y curioso hace bajar como si fuera liviana ambrosía. «Aquí la estrella es el sabor, podemos tener presentaciones más o menos coloristas, pero no usamos ningún gadget porque sí», argumenta Giacone. Los precios, sin ser de derribo, tiran a lo socialdemócrata: a diez euros todos los tragos.

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  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Japonesa
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

En cuatro palabras; la izakaya del Tragaluz. En los fogones, el joven Àlex Vall de 28 años. Pregunta: ¿Qué puede salir mal cuando pasas tus años formativos codo con codo con Hideki Matsuhisa del Koy Shunka? Respuesta: Nada. Bar de sushi y robata (parrilla de carbón) abiertos a la vista.

Veinte platos, wok, plancha, tres postres (dos helados y un coulant) y seis tipos de sake. Servicio eficiente que sabe aconsejar; escuchadlo. Decoración cuidada, muy Tragaluz; estilo industrial con detalles vintage, tablas grandes de madera y buena iluminación. Ambiente distendido e informal. Sólo cenas. Es un izakaya, por tanto, raciones pequeñas, pero muy tentadoras: costilla lacada, Fideus udon con setas, katsu sando, sushi de nivel... Iconos de la comida callejera y de taberna. Es necesario reservar.

  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Junto a la entrada de esta coctelería del Born, un líquido ambarino cae, gota a gota, en un proceso hipnótico de infusión fría. Es uno de los muchos procedimientos que utilizan dentro para realizar sus bebidas. El local es una especie de gato alquímico lleno de sorpresas. La salita interior, por ejemplo, tiene las paredes apretadas de botes iluminados con hierbas donde se hacen aceites esenciales que recuerdan a un antiguo herbolario. Con cócteles como el Fatty Paloma (tequila Curado, mezcal Bruxo de queso cheddar, jarabe de pimiento de Padrón y cajun, limón y soda de pomelo) ya no nos sorprende que Stravinsky sea un habitual de los rankings de los mejores bares del mundo.

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  • Restaurantes
  • Mediterránea

Con una de esas cartas poéticas que prometen un viaje gastronómico y sensorial, Bistro Helena propone desde un bacalao con alcachofas y fondue de cherries hasta un steak tártar de Black Angus, helado de mostaza y pan pintatu. Tienen muchas recetas mediterráneas de estilo vanguardista, pero sin olvidarse de los canónicos: un buen pan con tomate o una crema catalana quemada en su punto. ¿Qué les hace tan especiales? Un horno Josper (medio horno, medio parrilla), productos frescos y de primera calidad, las ganas de jugar de un chef entendido y el lujo de ser parte del 5 estrellas Grand Hotel Central. ¡Ofrecen un menú diferente para cada temporada, en una infinita rotación que no deja de sorprender al paladar!

  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Bar de bocadillos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Restobar de sandwiches, hamburguesas y bocadillos artesanales. Destacamos la hamburguesa de ternera con queso gouda, beicon, lechuga, mermelada de cebolla y arándanos, o la vegetariana de lentejas, queso Monterrey Jack, tomate, aguacate, cebolla confitada y mayonesa de zanahoria. Si venís famélicos, pedid unas bravas para picar mientras os esperáis. Atención porque hacen las patatas en el horno sobre una cama de sal gorda, las deshidratan y las fríen ligeramente. Tremendamente crujientes. Malbec en copas y cervezas comerciales y artesanas. También sirven 'brunchs' clásicos como los huevos Benedict con bollo artesano, tomates encurtidos y patatas fritas.

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  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Catalana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

El Grupo Isabella's ha abierto Carmina: esto significa nada menos que el resurgimiento del espacio donde estuvo el Senyor Parellada, alfa y omega de la cocina de fonda catalana en la ciudad. Han optado por respetar la esencia de la tradición nostrada: buenos platos de cuchara y sofrito lento, con todos los clásicos que te esperas, como por ejemplo las albóndigas con sepia, el fricandó con ceps o un suquet de pescado de roca (se nota que detrás de la carta de Isabella's está Josep Maria Massó, un cocinero que conoce a fondo el recetario catalán). Fondos y cocciones muy bien hechos y abundantes raciones.

También hay, claro, alguna innovación prudente, inevitable concesión a un establecimiento en medio de la concurrencia turística, como un tártar de trucha salvaje con aguacate. Ahora bien, es muy agradable también que hayan mantenido un nutrido apartado de desayuno de tenedor, con tripa a la catalana, bacalao con chanfaina y un capipota que rinde homenaje al mítico del Pinocho. Por cierto, los precios sí se han ajustado por la parte alta: a lo que está acostumbrado a pagar un turista para comer (bien) en el centro.

Un aviso a los nostálgicos: aquí la escudella comparte techo con las sesiones de DJ, y el local ha tomado aires de casa colonial cubana posmoderna, con luces de neón y colores cálidos. Eso sí... ¡hay carro de postres y quesos! ¡Nos encanta!

  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Marisco
  • precio 3 de 4

Este pequeño local cerca de Santa María del Mar se transforma en un homenaje diario a la mejor materia prima procedente del puerto de Roses de la mano de la quinta generación de la familia Gotanegra, de esta localidad. El chef Rafa Zafra, de escuela elBulli, y por tanto muy conocedor de estos productos, ofrece "pornococina" de esta materia en versión marinera: recetas sencillas que respetan al máximo un producto extraordinario. Desnudar el pescado, podríamos decir. ¿Queréis ejemplos? Probad unos sensacionales chipirones fritos acompañados de gota negra (mayonesa y tinta), o unos camarones de Roses cocidas al vapor de algas. ¡Estimar es una declaración de amor a los bienes preciados que nos da el mar!

 

Bares

  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Ahora le llamamos bar a cualquier cosa. Un bar es una cueva impregnada de energías, una madriguera donde sentirse cobijado, una gruta llena de caras conocidas y vasos vacíos. Un bar es un estado de ánimo, demonios, y de estos no hay muchos en Barcelona. Id a la calle Princesa cuando sea noche cerrada, entrad en Cal Brut, respirad profundamente y miraos en el espejo pasada media hora: lo que tenéis en la cara se llama sonrisa de felicidad... Esto es un bar.Cal Brut envuelve al cliente con una triple capa de grasa, pósters, objetos polvorientos y botellas, creando una atmósfera recargada y calorífica que contribuye a generar lo que en tierras catalanas se conoce como 'caliu'. El hilo musical de música jamaicano se funde con las conversaciones de los acólitos -una familia exenta de turistas y bien avenida- y genera un zumbido hipnótico que, combinado con las generosas cañas, sumerge al visitante en un líquido amniótico del que no querrá salir ni con fórceps.Es un rectángulo deliciosamente claustrofóbico donde encontraréis tablas de surf en el techo, caballos de juguete, grafitis de Banksy, fotos de la Velvet y Marley, papeles con frases lapidarias colgados por todas partes...En Cal Brut las cervezas son el producto estrella -artesanales y de importación-, y también hacen un vermut excelente, pero la auténtica ambrosía es la pomada, aprobada por las altas instancias de la Taja Menorquina y alimentada con Gin Xoriguer. Con esto, a Cal Brut ya le basta para ser un lugar de culto; u

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Capacidad máxima para 20 personas. Una barra. Unos cuantos taburetes. Un puñado de mesitas. Y tira millas. En el Pony, no encontraréis mobiliario de Neukölln. Cero concesiones al diseño escandinavo. No, aquí no hacen cursillos de sushi, ni están obsesionados con la cerveza artesana. El Pony es un bar de toda la vida y punto. Y en estos tiempos en los que todo el mundo busca nuevas sensaciones, que te vendan un perro viejo con un collar nuevo, una bofetada de realidad como ésta se agradece. No me extraña que los modernos más a la contra la hayan convertido en la nueva iglesia nocturna de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera. El Pony es sencillo, pero rezuma personalidad en cubos. La barra es vieja, está deliciosamente castigada, es un parche de historia viva y por su lomo deslizan cubatas y gin-tonics bien preparados durante toda la noche. Por cierto, no os paséis de listos con la bebida, aquí van los básicos, no se complican la vida. Seguimos. El bar se adentra en el hormigón describiendo un pasillo donde flotan las conversaciones, las risas, los brindis. Las paredes están rebozadas con un papel retro que no desentonaría en el boudoir de Núria Feliu. El color rojizo y los dibujos de cómic de algunas áreas ayudan a acentuar el espíritu canalla del local, que acoge la clientela en un amnios de calma, buen rollo y música. Música de la buena.Todas las veces que he ido me he encontrado con una selección exquisita de pop-rock independiente. Supongo que debe ser una de las razones

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Bormuth
  • 3 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Bares de tapas
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

El Bormuth forma parte de esta transformación que está teniendo el Born, un barrio de moda entre barceloneses y foráneos. Hay días en que el barrio queda sepultado por los cruceristas que emanan del Allure of the Seas de turno. El peligro de un lugar como el Bormuth es que caiga en la rutina y que las tapas que sirve acaben perdiendo frescura. Es más fácil morir de éxito que mantenerse en la excelencia. El Bormuth no pretende ser una Bodega 1900, pero sí un buen lugar para tapear, y esto, de momento, lo sigue manteniendo a pesar de un pan con tomate que no pasaría el corte ni en un concurso celebrado en Rivas-Vaciamadrid.A parte de por el vermut, ​​felicito al Bormuth por la forma en que tiran la cerveza. La base para tirar una buena caña es no ahorrar la cerveza que se pierde y esto no siempre está bien visto por los dueños de los locales. Las patatas bravas son buenas, un homenaje a las del Bar Tomás. Y el cazón en adobo es espléndido, aunque no llega a lo que yo suelo tomar en el Restaurante Triana de la calle Narváez de Madrid. Los huevos estrellados, de chistorra, de jamón o de butifarra negra, también ayudan a hacer la noche más amena. La ensaladilla rusa y las croquetas, melosas y con un rebozado crujiente, tampoco pueden faltar. Todo este conjunto de raciones maridan perfectamente con las conversaciones y las ganas de divertirse en una sala destinada a cenas en grupo.El día que fuimos había muchos extranjeros. Y no hablo de turistas, porque nosotros también podemos se

Bar Pasajes
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Inaudito: un bar cuyo exotismo radica en estar ubicado en una antigua portería del barrio de Santa Caterina. Tiran bien la caña y también disponen de una buena cantidad de tapas caseras, además de una cuidada lista de vinos.

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  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Vegetariana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Este pequeño bar-restaurante vegano tiene espíritu punk: las paredes parecen portadas de Black Flag protagonizadas por gatos. Y cervecero: disponen de nueve buenas cervezas artesanas catalanas y también en botella la muy punk y escocesa cerveza Brew Dog. Encontraréis un menú de mediodía donde no falta nunca una hamburguesa vegetariana (se podría decir que es la mejor de la ciudad en este estilo) y platos sencillos pero que siempre apetecen. Sirven comida y cerveza todo el día.

  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

¿Discoteca rock en Barcelona? Un nombre: Magic Club. Es el antro al que acude la fauna roquera de la ciudad en masa, cuando notan que se les caen encima las paredes de la modernidad impuesta, las decepciones vitales o sencillamente tienen ganas de emborracharse escuchando a los Dictators y bailando. Desde su apertura, en el 1976, el Magic ha visto de todo: onda laietana, contracultura, punk, new wave. Desde mediados de los noventa hasta la última década vivió una segunda juventud como sala de conciertos. Johnny Thunders, Hellacopters, lo mejor del rock de alta energía mundial quemó su minúsculo escenario. Ahora, por imposición municipal, sólo funciona como discoteca y asiste impasible al aparente declive del rock'n'roll. Es un minúsculo universo donde los fines de semana podemos vivir en la oscuridad perpetua hasta las 6 de la mañana. Y sus dos pistas de baile agitan tatuajes, jóvenes con ganas de fiesta abominadores del tecno y mujeres peligrosas: vale todo, menos fumar en la pista de baile.

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Collage
  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Para los que somos del morro clásico, lo más fácil es reivindicar bares antiguos ante la proliferación de espacios modernos. Sin embargo, algunas veces los gruñones nos encontramos con lugares como el Collage, pequeños tesoros que nos obligan a tragarnos las invectivas de bebedor rancio y a aceptar una cura de humildad coctelera. Lo que hace diferente a este rincón megacool de Ciutat Vella es que no se encuentra nada cómodo con la definición tradicional de bar. Se le queda pequeña. Es un bar, pero pretende convertirse en una especie de oasis artístico/etílico donde arte y cóctel se confunden en danza seductora: una celebración de la creatividad al servicio del hígado. Compro. En el Collage, los cócteles de autor son pura imaginación artística. Las pociones de la casa -también tienen los clásicos- responden a las pulsiones creativas de unos bartenders que saben de qué va. Tienen experimentos memorables, como el Cazador de Mosquitos, con Tanqueray, shakerato con cidronela, lichi y crema de mora, o el Spring Perfume, con fresa, Smirnoff, albahaca, jugo de limón y arándanos. Y la decoración está a la altura de las circunstancias. Barra de baldosa antigua en la entrada, y en el piso superior, la joya de la corona: un lounge con muebles vintage, piano decimonónico y sofás de piel, un atractivo espacio decorado con exquisitez y sabor donde suelen hacer exposiciones pictóricas de bolsillo. Por cierto, si tenéis hambre, facturan aperitivos y tapas muy competitivas. Ya se sabe, los mod

Disset 17 Graus
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Los gin-tonics están buenísimos y un whisky escocés también es una fantástica opción, pero no siempre tenemos ganas de enviar esta cantidad de alcohol al estómago. Preferimos una copa de vino, como las que nos bebemos en casa, después de compartir una comida con amigos o como las de antes de una buena cena. El Disset 17 graus, en La Ribera, es un bar rústico y elegante donde predomina la madera, para sentarse durante horas y arreglar el mundo. Al lado del paseo del Born, el Disset se convierte, sin quererlo, en un local para turistas, pero también un lugar para los de casa que ha nacido para mostrar la cultura del vino. La carta de vinos presenta más 60 referencias de vino del país y de países como Francia, Italia, Alemania o Portugal. Es en lo que en Europa se conoce como winebar. En cambio aquí, uno de los países productores más importantes de vino del mundo, todavía se considera exótico. A parte de la generosa lista de vinos y variedades, en abril el Disset dedica los miércoles al vino catalán para que los clientes puedan conocer las 11 DO del país sin complejos y desde un punto didáctico, que tanto se echa de menos. La propuesta está pensada para quienes les gusta beber vino y disfrutar pero sin convertirnos en catedráticos. Las neveras llenas de botellas están por todas partes. Blancos, rosados, negros y espumosos, podemos probar casi todas las variedades. Y es uno de los pocos lugares de Barcelona, donde, aunque parezca extraño, podemos probar copas de champán, tamb

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Bar del Pla
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Se luce. Es de esos sitios en los que, cuando entras, el hambre corre, se te adelanta y te encuentra un asiento donde querías comer. Con una barra de mármol rellena de cosas buenas, es una invitación a la abundancia. Elaboran tapas y raciones clásicas y factura impecable. Es de justicia probar las croquetas de calamar con tinta, el canelón de la casa y el crujiente de rabo de toro con foie. Vinos catalanes y de fuera, pero con el añadido de encontrar botellas que no ofrecen en todos sitios.  

Bar Papitu
  • Restaurantes
  • El Raval

En medio del jardín de hojas de col que dejan los puestos de payeses de la Boquería, está el Papitu, un bar para tomar un aperitivo entre gritos, carros de fruta y alboroto. Su terraza ocupa prácticamente toda la plaza y la barra resume a la mínima expresión el encanto del Papitu: un pequeño quiosco en el que tiran bien las cañas y sirven buenas croquetas y calamares. Mientras me tomo un vaso de vermut acompañado de un plato de anchoas, me distraigo pensando cómo puede ser que de un trozo de barra que no llega al metro salgan estas maravillas. Neorrealismo barcelonés con boquerón de guiri.

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Coppelia
  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Aunque quede muy bien reivindicarse las como el colmo de la autenticidad, a veces hay que desintoxicarse de las coctelerías de viejo y mojar los pies en locales de nueva generación. No todos los bares de calidad deben tener el aspecto de la sala de lectura de Margarita Landi, ni todos los camareros deben parecer el hermano mayor de Devon Miles.   Este establecimiento conjuga con exquisitez los conceptos de club de diseño-magnífico interiorismo-y coctelería premium. Y a diferencia de muchos negocios similares donde la estética supera el barman, el ideólogo de esta catedral, Christian Rubio, ha conseguido dar forma a una propuesta que funciona con la precisión de un Cartier. Porque Coppelia tiene el punto óptimo de cocción entre Coolness e hígado: es sofisticado (magníficos sofás de cuero), es elegantísimo (parquet cálido y color negro), es moderno (sesiones de house y funk), y tanto, pero también tiene uno de los mejores catálogos de cócteles de autor de la ciudad.   En la barra encontrarás los clásicos de siempre y una nutrida gama de gintónics, no obstante, debes meter la nariz en la carta de recetas de la casa. Un lujo. Atención al mojito de granada y al Elixir, una delicia con un puntito de lichi que os hará temblar la dentadura de gusto. No son pociones baratas, pero a veces es mejor pagar 12 euros por un buen trago que 30 por cuatro cubatas de aguarrás. Además, Coppelia ofrece uno de los servicios más atentos de Barcelona, ​​una clientela selecta con vips de clase bu

El Bar de l'Antic Teatre
  • Restaurantes
  • Española
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Tiene el look deteriorado de las asociaciones culturales alternativas. Si lo que buscáis son camareros con cuerpo de Adonis, David Guetta a toda caña y Absolut con Red Bull a precio de petróleo, mejor que vayáis al Opium Mar. El Antic Teatre es un espacio viejo y reciclado, pero tiene una de las mejores terrazas interiores que he visto en mi vida. Un patio gigante con brotes anárquicos de vegetación para tomar algo a la fresca, coger el puntillo a base de quintos y hacer tiempo antes de las actividades culturales que organizan. Mourinho no podía tener más razón: teatro del bueno.

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La Fianna
  • 3 de 5 estrellas
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Carta de vino nutrida, colección de cócteles bastante correctos –el Sex on the Beach es el mejor–, colores terrosos narcóticos para la vista, aires neohippies para jóvenes de pasta y carta blanca para quienes no saben sentarse como personas normales y necesitan mostrar los agujeros de los calcetines a la concurrencia...

Can Cisa / Bar Brutal
  • Bares y pubs
  • Bares de vinos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

En el sombrío y agradecido frescor de Can Cisa, se puede apreciar la primorosa remodelacion que han hecho de una taberna de barrio. La reverencia por la religión del barril y el tirador y la presión vecinal han llevado a los gemelos Colombo, propietarios del restaurante Xemei, a combinar una tienda de vinos en la entrada con el mantenimiento de una barra de vinos a granel y botas. Enfrente hay unas 300 referencias de vinos, todos ecológicos o biodinámicos de todo el mundo, sin ninguna química ni ningún tipo de aditivo, y a precios ni caros ni baratos, en una franja muy interesante. Una taberna de estilo antiguo que vende vermut a granel.

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L'Ànima del Vi
  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Bares de vinos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Nos llevan una botella de Sauvignon Blanc de Frantz Saumon. No somos expertos en la materia y nos hemos dejado aconsejar. Flipo con el vino y levantamos la vista con una sonrisa en los labios. En la pared descansa el catálogo de botellas más honesto y saludable del Born. En l'Ànima del Vi sólo trabajan con vinos naturales, sin aditivos, vinos que han evitado injerencias químicas y manipulaciones humanas para llegar a la mesa casi incorruptos. Se nota.El blanco se evapora como agua en el desierto. Decidimos hacer cojín con un platillo de ensalada de pulpo y patata orgásmica. Todos los ingredientes son de primera; están preparados con un gusto exquisito. Nos dejamos llevar por la concupiscence y nos permitimos el lujo de pedir un paté de pato con pan tostado para ponernos en sintonía con el allure francés del local: delicado, sabroso, vicioso como él solo. La noche fluye. Música jazz reverberante en las copas. La luz es cálida en este bar/cave à vins, una cueva atemporal que supura magia en cada rincón, y consigue una armonía indescriptible entre bodega, comida y atmósfera.Esto es un elegante maxmix catalano-francés que invita a matar las horas como moscas. Un piano antiguo. Mármoles desgastados. Sillas de madera. Una réplica del Guernica. Vajilla vintage. Podríamos morir aquí dentro. Los responsables de este milagro en zona de guerra turista son el Benoit y Núria, una pareja que hace funcionar el negocio con una cadencia hipnótica. Su pasión por los vinos naturales hace de l'À

Cocktail Bar Juanra Falces
  • 4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

El gimlet era el cóctel preferido del detective Philip Marlowe. En la novela El largo adiós de Raymond Chandler, el hombre de las cicatrices le descubría la receta a Marlowe. "Un gimlet es mitad ginebra, mitad zumo de lima", aseguraba el desconocido. Segundos más tarde, empezaban los problemas. Que esta coctelería se llamara Gimlet y deslumbrara la calle con su rótulo azul cielo y letras de espejo, ya apuntaba una tendencia a la desaparición. Hace unos meses volví, el antiguo rótulo había fundido y se le conocía por sus siglas, GMT, como una especie de adivinanza macabra. Levantó mis sospechas pero todavía no lo había visto todo. Me acerqué ayer, el nombre del local había cambiado por tercera vez. Ahora se hace llamar Cocktail Bar Juanra Falces. ¿Quién era aquel hombre? Era el mismo Juanra, el barman de siempre? ¿Por qué ese cambio? Aparentemente todo era el mismo lugar, la barra de caoba, los taburetes un poco demasiado elevados que siempre me dejan las piernas colgando, las cortinas detrás del vidrio, los cócteles de siempre ... la incertidumbre me hacía helar la sangre.En el Gimlet, probé mi primer Mary Pickford, el cóctel con nombre de actriz de cine mudo, pero ahora era yo la que me quedaba sin palabras. Incluso, cuando los sábados el local es un guirigay de gente que los malditos taburetes hacen parecer gigantes, no capto nada nuevo. Qué es lo que se me escapa? Un Marlowe de cómic vigila a través de una persiana. Estará buscando él lo mismo que yo? Me acerco a la barra

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  • Bares y pubs
  • Cervecerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Saldréis de aquí mamados, os aviso. Creo que conté unos diez tiradores con diferentes marcas de birra. Brutal. Quienes quieren huir de las cervecerías masificadas están de enhorabuena, porque esta es la cervecería indie de Barcelona por antonomasia. Ya lo sabéis... Se imponen los hits underground, las cervezas más trendy, las marcas más cool, las mezclas más atrevidas. Me dejé aconsejar y tuve ante mis narices una poción perversa de cebada y sangre del mismísimo Satanás; se llama Mikkeller y os cambiará la vida. Y si queréis encontrar el camino de vuelta a casa, acompañad la degustación con algunos de los exquisitos platillos que salen de la cocina: consejo de amigo.

  • 4 de 5 estrellas
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

En el Paseo del Born hay vida más allá del guiri. Aunque el barrio esté contagiándose del síndrome del parque temático, todavía hay rincones que sabes que permanecerán en pie cuando el pandemónium amaine y podamos vivir de una vez todos en paz en el Casco Antiguo. El Cactus es uno de esos reductos. A los turistas les flipa, pero este pequeño bar ha sabido mantener intacta su personalidad y en ningún momento se ha alejado de su esencia: forma parte del Born más incorruptible y así será, a pesar de las manadas de guiris que corren en estampida a la barra cada vez que aparece un mojito.Sí, los mojitos del Cactus son una maravilla. Mojitos como es debido. Golosos, generosos, con ingredientes de primera calidad y la medida exacta en las dosis. Y por la noche salen en tromba para rellenar el depósito de una tropa hambrienta de azúcar moreno, ron y menta; una tropa que suele llenar el local cuando llega el buen tiempo.La planta baja es una caja llamativa donde flota una bola de discoteca que baña de luces la estancia al ritmo de los DJs. Si estáis aburridos, podéis sentaros junto al ventanal y ver el desfile de personajes que pululan por el barrio cuando llega la oscuridad. Y si os apetece airear las axilas, resulta obligatorio clavar las nalgas en la terraza, la joya más codiciada del local.Cubierta por un pequeño porche de construcción antigua, protegida en una esquina, la terraza del Cactus es un enclave privilegiado en la ribera del Paseo del Born. Un mirador que adquiere estat

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Upiaywasi
  • 4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Upiaywasi no es un vocablo klingon. Es una palabra quechua que significa 'la casa de la bebida'. Vamos, que no os lo ponen fácil. Porque este bar es un rara avis, una guarida con un look disperso que fusiona raíces latinas, reciclaje bohemio, aromas de barrio y espíritu alternativo. Todo en el mismo pack y sin que la mezcla resulte indigesta. Relleno de mesitas con velas, sillas bastardas, sofás polvorientos y sillones rococó, el Upiaywasi es una cueva en penumbra con apuntes coloniales -colores terrosos bien hallados-, cortinas victorianas de terciopelo, lámparas de gas, lámparas de pie de la abuela y extraños cuadros que harían temblar a Toni Rovira. Pero el bar dispone de una ventaja que le otorga muchos puntos: la magnífica terraza, un asteroide zen que flota en el vacío del paseo peatonal de Allada Vermell e invita, sin tapujos, a holgazanear toda la tarde como cerdos silvestres.Ocasionalmente, algún yonqui os pedirá tabaco, puede que tengáis que ver pasar algún grupo de dominicanos con móviles que escupen música infernal, pero es un precio razonable a cambio de un rato de contemplación y soledad de los bastidores de la calle de la Princesa.Y el nombre del bar no es gratuito, ya que tiene un catálogo de 20 cócteles muy decente. Ahora bien, hay uno que han perfeccionado hasta el paroxismo: el mojito de coco, el mejor de toda la ciudad. Cuántas veces he vuelto a casa a gatas y cantando el tema de Las Chicas de Oro por culpa de la maldita poción...

  • 4 de 5 estrellas
  • Qué hacer
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Es el momento de reivindicar El Nus. Sobre todo ahora, que el Centro Cultural del Born se ha convertido en un imán faraónico para atraer guiris a un barrio bastante castigado ya por la costra modernilla y la pelambrera hipster. Es el momento de hablar de bares de verdad. Es el momento de alabar la madera envejecida, el polvo y los vasos gastados. Los rincones que, como El Nus, pueden considerarse notarios canallas de la auténtica biosfera del barrio, los animales que hacen del Born antiguo uno de los laberintos con más mística de Ciutat Vella. El Nus no es un bar cualquiera, es una trinchera, uno de los pocos refugios que resisten en los intestinos del Born - la siniestra y sombría calle de Mirallers- que mantiene vivo el espíritu cada vez más diluido del barrio. Es un antro crujiente, la madera crepita, como si quisiera hablar. Vitrinas rellenadas con una radio antigua, unas figuras de Laurel y Hardy y un teléfono vintage. Una cuerda llena de nudos - en honor al nombre del bar, supongo– cuelga de la barandilla del piso superior. Abajo también hay un salón más recogido, con vigas de madera cruzando el techo y ladrillo a la vista. Sin embargo, el calor de verdad, para mí, se encuentra definitivamente en la barra. El lugar donde se cuece la magia del local. La plataforma donde se deslizan las mejores cañas del barrio. Una montaña de botellas detrás del mármol preside los surtidores y añade épica en la preparación de la cerveza. Los vasos, largos, helados y coronados por una

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Bar Àngel
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Escéptico y socarrón, Santi Hoyos, propietario desde hace 25 años del Bar Mudanzas, sólo cree en la buena cocina. Es por eso que ha montado el Bar Àngel, justo detrás de la estación de Francia. La bodega es un encantador espacio estrecho donde al fondo culitos de cerco colgados de la pared nos recuerdan cual es el producto favorito de Hoyos. “Como decía Unamuno, el cerdo ha salvado más vidas en España que la penicilina”, se ríe. ¡Ei!, sólo “el ibérico, con un 57% de ácido oleico”. Él ha reciclado el cochinillo en todo tipo de platos con un toque imaginativo: vieiras con papada ibérica –el telo porcino se funde en la boca, delicioso–, garbanzos con un chorizo o una morcilla “extremeño, patatero, de verdad”, o este invento: judías de Santa Pau con bogavante. ¡A siete euros! Hay truco: son patitas de bogavante, que recibe congelado de West Yorkshire (UK) y que se mezclan a 30 gramos el plato. Menudillos de lujo, vaya. La pequeña pizarra de vinos es recomendable y asequible, y podemos cenar en un altillo para no darnos codazos en el barril. Le cedemos la palabra una vez más a Hoyos, que reproduce lo que le dijo a un turista: “Yo soy un gorrdo alemán, perro no tonto. Servesa i jamón en Rambla veinte eurros, no como aquí”.

Celta Pulpería
  • Bares y pubs
  • Bares de tapas
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

En el Celta, cuando haces ‘pop’ ya no hay stop. Sirven el mejor pulpo a feira de Barcelona, al menos los expertos me dicen que es de los más auténticos. Y la recomendación es devorarlo en la barra, como hace casi todo el mundo. El espacio natural para disfrutar de sus chucherías gallegas es la interminable barra de acero. A parte del pulpo, la tortilla de patatas, las navajas y los fritos –viscosos como Dios manda– os reconciliarán con el colesterol. Eructo permitido.

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Bar Mercaders
  • 4 de 5 estrellas
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Este bar es todo un clásico hecho a base de amor y rock'n'roll. Podréis encontrar de todo: antiguos rockers, abogados bandarras, 'jevis' y arquitectos, y todos se acaban haciendo colegas. En una esquina de un callejón del casco antiguo hay un cubil cálido que te llama como si tú fueras huérfano y aquella lucecita tu única posibilidad de salvación. Un bar que hace esquina ya tiene, de entrada, mucho ganado-los chaflanes son lugares ideales desde el punto de vista telúrico y psico-geográfico: tienen un encanto especial.   El Mercaders tiene esto y más: es un puñetazo familiar, hecho de amor y rock'n'roll. Era la antigua granjita de Pep Torres, miembro del Circ Cric y la Orquesta Platería, que dejó el local en manos de Ramón y Cristina, la experimentada pareja que lo ha hecho tal y como lo conocemos desde el 2000. Ramón es un histórico de los bares, estuvo en instituciones nocturnas como La enagua, el Falstaff o el Bauhaus y sabe cómo hacérselo: tiene la risa fácil y el deje calmado los hippies supervivientes de la generación diezmada los setenta layetanos.   En el último bar donde trabajó conoció Cristina, maquinista del Liceo, con quien unió fuerzas para comenzar su aventura en la calle Mercaderes. Pusieron el suelo de madera, llevaron sus discos-Pistols, el Exile on Main Street, Faces, Miles Davis ... Good old shit-y su buen rollo y la gente empezó a venir a abrevar en ella.   En el Mercaders te encuentras de todo: antiguos rockeros, abogados sinvergüenzas, jevis y arq

Bar del Pla
  • Restaurantes
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Se luce. Es de esos sitios en los que, cuando entras, el hambre corre, se te adelanta y te encuentra un asiento donde querías comer. Con una barra de mármol rellena de cosas buenas, es una invitación a la abundancia. Elaboran tapas y raciones clásicas y factura impecable. Es de justicia probar las croquetas de calamar con tinta, el canelón de la casa y el crujiente de rabo de toro con foie. Vinos catalanes y de fuera, pero con el añadido de encontrar botellas que no ofrecen en todos sitios.  

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  • 3 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Cafeterías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Detrás del Museu Picasso hay una plaza. En la plaza hay un bar con una puerta antigua de madera pintada de verde donde pone "Bar Bodega Flassaders 1956". Al entrar encuentras, a mano izquierda, la barra, larga, y en medio del paso, la eterna máquina tragaperras, lacra de nuestro tiempo nunca suficientemente denunciada.Al fondo, una docena de mesitas y en el techo lámparas fluorescentes. A un lado expositores de tapas-bravas, latas, tortillas, boquerones-, una plancha para hacer los bocadillos y los platos combinados. En la otra, una pared de ladrillos vistos y los arcos tallados de unas pretéritas caballerizas. "Aquí se reunían los de la CNT en los años 30", me dice el camarero, uno de los tres trabajadores del local. "Después, durante la dictadura, venían los guardias civiles que se encargaban de la vigilancia del museo.Ahora vienen sobre todo gente de aquí de toda la vida y extranjeros, que hacen la lagartija en la terraza cuando pica el sol. "En la barra, dos señores grandes meten cucharada:" Hemos pasado de un extremo al otro: de pocos por todo el barrio a no poder alquilar un piso porque los precios son prohibitivos y sólo se lo pueden permitir extranjeros o adinerados locales. Todo demasiado fashion. "El Flassaders tiene poco glamour, es un bar popular: los quintos a un euro treinta y cinco y los cafés a un euro con diez, pasan el fútbol por televisión siempre encendida, como la radio, que hace de cojín de fondo a las conversaciones los parroquianos. El camarero vuelve:

De compras por El Born y Sant Pere

  • Tiendas
  • Ciutat Vella

La ropa de deporte puede ser sexy, nos lo ha enseñado Krizia Robustella. La diseñadora, reconocida por su estilo, comparte este espacio con otros creadores locales como Ahida Aguirre, Niwen Paola y David Méndez Alonso, entre otros. Aquí no sólo encontraréis moda: en el KR Store Backyard acogen presentaciones y exposiciones de los creadores más activos de la ciudad.

  • Tiendas
  • Arte, artesanías y aficiones
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Ici et Là es un espacio ecléctico, apretado, atractivo, a medio camino entre una galería de arte y una tienda de decoración. Isabelle Dubois tiene interés por las piezas únicas, las series limitadas y el trabajo artesanal, y muebles, lámparas, pintura, pavimentos y objetos de autor son las cinco líneas maestras del espacio.

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  • Tiendas
  • Diseñador
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Bramby Supply es una tienda-taller situada a dos pasos del Palacio de la Música. El pequeño escaparate despierta la curiosidad: ¿por qué sólo se exponen delantales? La respuesta es simple: los delantales de denim de Kuroki -con tirantes de piel cruzados en la espalda para descargar las cervicals- son el producto estrella de la casa, aunque Fernando Brambila, alias Bramby, también confecciona con un tejido tipo canvas disponible en varios colores. En este proyecto tan singular, Bramby ha hecho confluir sus dos grandes pasiones. Por un lado, los delantales, una pieza imprescindible para aquellos a quienes les gusta cocinar. Y por otro lado, está el denim, el tejido que viste desde que tiene memoria. No le faltan encargos ni tampoco ideas para explotar las posibilidades de la combinación de denim y piel, ya sea en forma de bolsas unisex o en pequeños artículos de marroquinería.

  • Tiendas
  • Barcelona

La primera impresión cuando entras en Matiz es que te encuentras dentro de una versión XXL de Dentrodeloquecabe, la tienda de mobiliario y objetos vintage que Jordi G. Noddings abrió en Gracia hace varios años. Una sensación que crece cuando detectas viejos conocidos como las luces de Louis Poulsen o las sillas de Pierre Paulin. Pero hay que hacer un matiz: en esta nueva aventura en el barrio de Sant Pere han comenzado a tantear el mundo de las antigüedades. También se han volcado en los proyectos de interiorismo. Matiz respira un aire de concept store, donde los modernos clásicos se mezclan con arte contemporáneo, alfombras marroquíes, fundas de cojines, vajillas antiguas y una selección de joyería que lleva del Tíbet en la Polinesia.

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  • Barcelona

¿Hacerse unos zapatos a medida es un capricho de rico? Depende de si entiendes el calzado como un complemento o como algo más. En la tienda-taller de Ramon Cuberta, donde acuden clientes locales e internacionales, encontraréis sus ready-to-wear, modelos hechos en Almansa, y alguna prueba de diseño diseñada a medida del cliente. Emplea pieles de animales crecidos libremente, provenientes del País Vasco, Francia, Italia o Igualada, y hace énfasis en la búsqueda de la forma y las punteras, dos de las características que hacen reconocibles los zapatos de Ramon Cuberta.

  • Tiendas
  • Barcelona

No hay nada como llevar la hora en la muñeca. Los amantes de los relojes no han prescindido y los nuevos adeptos lo han adoptado como accesorio de moda; MAM Originales quiere satisfacerlos a todos. La marca nacida en 2015 abría tienda el año pasado en el Born y ahora el espacio luce blanco y minimalista para presentar 'The stainless collection'. La madera sigue siendo su principal aliada, pero los nuevos modelos incorporan el acero y el cuero tratado sin tóxicos. Los clientes pueden elegir su combinación: el color de la correa, el dial negro o blanco y el tipo de esfera, de madera de teca, ébano o arce. Los hombres prefieren las esferas pequeñas; las mujeres, las grandes. Y la mayoría se decanta por el modelo Light teak, reconoce el equipo de diseño. Para MAM la innovación es importante, y renovar la colección a menudo, también (pronto lanzarán un nuevo modelo íntegramente en madera que presume de caja superfina). Y para demostrar que cuidan los detalles, fíjaos en el corte de las manecillas y la línea perfecta que dibujan cuando pisan las doce.

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  • Decoración
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Para encontrar muebles, lámparas, bisutería y otros objetos especiales que datan de principios de siglo a mediados de los años 50 visitad Zaoum. En esta tienda, un negocio familiar con treinta años de trayectoria, tienen predilección por los productos bien diseñados que se encargan de restaurar y los materiales interesantes, como la baquelita a partir de la cual elaboran bisutería. En Zaoum reinvindiquen la capacidad de los objetos antiguos para seguir inspirando las creaciones contemporáneas.

  • Tiendas
  • Barcelona

De la calle Còdols pasó a instalar el estudio en casa hasta que encontró el espacio, un local en el barrio de Sant Pere suficientemente diáfano para situar la tienda y el taller. Working in the Redwoods quería tener un pie en la calle y un espacio desde donde explicarse. Detrás de la marca está Miriam Cernuda, que comenzó a "jugar" con la cerámica hace 12 años. Su estilo es depurado y el objetivo es que cada objeto sea lo que es: que hablen el peso, la textura, el color. Coincidiendo con el viaje anual a la feria Maison & Object -en septiembre- estrena una colección que vende internacionalmente: esta vez ha introducido pinceladas de esmalte y de cara al próximo curso trabajará con diferentes tipos de barro, de colores y rugosidades nuevas. En este espacio, la cerámica está acompañada por piezas de madera de Secret Barry Things, desde cucharas hasta retratos en marquetería; la cosmética natural de Mamita Botanical; los cepillos de pelo de los suecos Iris Hantverk y la ropa de lino de la marca francesa Linge Particulier.

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  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Como un oasis cálido y acogedor en medio del barrio del Born, Mirlett Boutique aparece como el lugar ideal para encontrar la prenda que estabas buscando: aquella que no pasa de moda, que no tiene nadie más que conoces y que eleva tu estilo. Esta boutique independiente ofrece ropa y complementos atemporales y con carácter: encontrarás de 'Norse Projects' y 'Le Mont Saint Michel', marcas de la Bretaña Francesa. Son el Born desde 2014 y se han consolidado como tienda de referencia para que ofrecen los mejores diseños nacionales e internacionales y también por su compromiso con la moda responsable, sofisticada y contemporánea.

Ana Yael Gallery
  • Arte
  • Barcelona

Ana Yael, ilustrador de origen argentino, está al frente de este espacio dedicado al arte de creadores jóvenes. Además de las composiciones de Yael, que tienen un toque absurdo y cercano al realismo mágico, aquí podemos encontrar accesorios como las bolsas estampadas de Forynja Edström y los collages de Pedro Murúa, entre otros.

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Abracadabra Llibres
  • Tiendas
  • Librerías
  • El Gòtic

En 2009 arranca la historia de esta librería pensada para niños, donde se satisfacen las ansias e inquietudes de lectores de cero a 100 años. La cuidada selección de Ricardo Rendón hace que en Abracadabra Llibres puedan encontrarse títulos nacionales y interacionales -en inglés, francés, italiano y holandés-además de juguetes didácticos y objetos únicos. También se organizan talleres y exposiciones y el espacio cuenta con pequeños rincones donde los más pequeños pueden leer. Aquí apuestan por los buenos libros, los títulos hechos con rigurosidad y amor.

  • Tiendas
  • Cocina y baño
  • Barcelona

La de Toni Lama es una auténtica tienda de barrio con escaparate apretado e interior sin reformar al servicio del oficio: afilar y vender herramientas de corte. El apellido de Toni designa -en castellano- una lámina de acero pero no cree en las coincidencias apellido / oficio. Ha cogido el testigo del bisabuelo Joaquín, el afilador de cuchillos que emigró desde Galicia, en el siglo XX, a Cuba. En Santiago y La Habana abrió tiendas La Perla con los mismos servicios que en la calle Mercaderes. Abuelo y padre, a partir del 1934, continúan con Casa Lama. Con filosofía de cuarta generación, Toni asume la otra especialidad de los ascendientes: reparación de paraguas. El sello de identidad, sin embargo, son las herramientas de corte para sastrería, peluquería, carnicería, chefs... Porque uno de los platos fuertes son los cuchillos. Desde los autóctonos Pallarès de Solsona hasta los Kai japoneses. Y, siguiendo con tendencias, pinzas para cocineros o cucharas agujereadas para hacer esferificaciones.

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My Beautiful Parking
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  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Se enamoraron de las bicicletas de piñón fijo y en My Beautiful Parking decidieron redirigir el negocio. Esto no los convierte en una tienda poco convencional: lo que los diferencia es que en lugar de trabajar con modelos montados de fábrica, ofrecen bicicletas a medida de los clientes.

  • Tiendas
  • Decoración
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Un viaje a Nueva York y muchos descubrimientos. A Iu y a Estela, una pareja de expublicistas, les hubiera gustado exportarlas a Barcelona y dedicar una tienda a los productos de diseñadores de Nueva York, pero de momento han empezado apostando por los creadores y las marcas de casa: en OMG BCN han reunido la ropa de Krizia Robustella, la cerámica de Miriam Cernuda, los abecedarios infantiles de Anna Tilche, los cojines de Cush, las joyas de Alba Casares y los anillos del estudio Mediodesign, hechos con impresora 3D, entre otras propuestas. El interiorismo de OMG también tiene su punto: un equipo de jóvenes arquitectos han diseñado los muebles del local y han incorporado las baldosas de flores de Puig i Cadafalch en el suelo. También han conservado el altillo, donde se harán exposiciones y pop-ups de marcas internacionales.

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  • Barcelona

40 metros separan los dos espacios, pero la gracia es que en OMG BCN 2 sólo comparten una veintena de referencias con la tienda original de la Estrella y Iu. Aquí dedican una pared entera a la ilustración y cuentan con los productos de cuero reciclado de Walk with me, la línea elegante de Wouf, la ropa para el hogar de Agustina, los jarrones de Plec Metalgoods y las riñoneras de Jarapa. Tienen espacio para exposiciones y pop-ups y de cara el 2019 esperan poder empezar a fabricar sus referencias.

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  • Decoración
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

De profesión, Cyril Sauzay es restaurador de lámparas Jieldé, de cuerpo articulado y foco orientable diseñadas por Jean-Louis Domecq. Su taller, Antic Beauty, es un oasis del hierro y la madera, un pequeño homenaje al mueble industrial que imperó en la década de los 40, 50 y parte de los 60. Y lo que más abundan son las lámparas, la gran pasión de Cyril.

Para salir a bailar

  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

¿Discoteca rock en Barcelona? Un nombre: Magic Club. Es el antro al que acude la fauna roquera de la ciudad en masa, cuando notan que se les caen encima las paredes de la modernidad impuesta, las decepciones vitales o sencillamente tienen ganas de emborracharse escuchando a los Dictators y bailando. Desde su apertura, en el 1976, el Magic ha visto de todo: onda laietana, contracultura, punk, new wave. Desde mediados de los noventa hasta la última década vivió una segunda juventud como sala de conciertos. Johnny Thunders, Hellacopters, lo mejor del rock de alta energía mundial quemó su minúsculo escenario. Ahora, por imposición municipal, sólo funciona como discoteca y asiste impasible al aparente declive del rock'n'roll. Es un minúsculo universo donde los fines de semana podemos vivir en la oscuridad perpetua hasta las 6 de la mañana. Y sus dos pistas de baile agitan tatuajes, jóvenes con ganas de fiesta abominadores del tecno y mujeres peligrosas: vale todo, menos fumar en la pista de baile.

Bar Mercaders
  • 4 de 5 estrellas
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Este bar es todo un clásico hecho a base de amor y rock'n'roll. Podréis encontrar de todo: antiguos rockers, abogados bandarras, 'jevis' y arquitectos, y todos se acaban haciendo colegas. En una esquina de un callejón del casco antiguo hay un cubil cálido que te llama como si tú fueras huérfano y aquella lucecita tu única posibilidad de salvación. Un bar que hace esquina ya tiene, de entrada, mucho ganado-los chaflanes son lugares ideales desde el punto de vista telúrico y psico-geográfico: tienen un encanto especial.   El Mercaders tiene esto y más: es un puñetazo familiar, hecho de amor y rock'n'roll. Era la antigua granjita de Pep Torres, miembro del Circ Cric y la Orquesta Platería, que dejó el local en manos de Ramón y Cristina, la experimentada pareja que lo ha hecho tal y como lo conocemos desde el 2000. Ramón es un histórico de los bares, estuvo en instituciones nocturnas como La enagua, el Falstaff o el Bauhaus y sabe cómo hacérselo: tiene la risa fácil y el deje calmado los hippies supervivientes de la generación diezmada los setenta layetanos.   En el último bar donde trabajó conoció Cristina, maquinista del Liceo, con quien unió fuerzas para comenzar su aventura en la calle Mercaderes. Pusieron el suelo de madera, llevaron sus discos-Pistols, el Exile on Main Street, Faces, Miles Davis ... Good old shit-y su buen rollo y la gente empezó a venir a abrevar en ella.   En el Mercaders te encuentras de todo: antiguos rockeros, abogados sinvergüenzas, jevis y arq

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Upiaywasi
  • 4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Upiaywasi no es un vocablo klingon. Es una palabra quechua que significa 'la casa de la bebida'. Vamos, que no os lo ponen fácil. Porque este bar es un rara avis, una guarida con un look disperso que fusiona raíces latinas, reciclaje bohemio, aromas de barrio y espíritu alternativo. Todo en el mismo pack y sin que la mezcla resulte indigesta. Relleno de mesitas con velas, sillas bastardas, sofás polvorientos y sillones rococó, el Upiaywasi es una cueva en penumbra con apuntes coloniales -colores terrosos bien hallados-, cortinas victorianas de terciopelo, lámparas de gas, lámparas de pie de la abuela y extraños cuadros que harían temblar a Toni Rovira. Pero el bar dispone de una ventaja que le otorga muchos puntos: la magnífica terraza, un asteroide zen que flota en el vacío del paseo peatonal de Allada Vermell e invita, sin tapujos, a holgazanear toda la tarde como cerdos silvestres.Ocasionalmente, algún yonqui os pedirá tabaco, puede que tengáis que ver pasar algún grupo de dominicanos con móviles que escupen música infernal, pero es un precio razonable a cambio de un rato de contemplación y soledad de los bastidores de la calle de la Princesa.Y el nombre del bar no es gratuito, ya que tiene un catálogo de 20 cócteles muy decente. Ahora bien, hay uno que han perfeccionado hasta el paroxismo: el mojito de coco, el mejor de toda la ciudad. Cuántas veces he vuelto a casa a gatas y cantando el tema de Las Chicas de Oro por culpa de la maldita poción...

El Bar de l'Antic Teatre
  • Restaurantes
  • Española
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Tiene el look deteriorado de las asociaciones culturales alternativas. Si lo que buscáis son camareros con cuerpo de Adonis, David Guetta a toda caña y Absolut con Red Bull a precio de petróleo, mejor que vayáis al Opium Mar. El Antic Teatre es un espacio viejo y reciclado, pero tiene una de las mejores terrazas interiores que he visto en mi vida. Un patio gigante con brotes anárquicos de vegetación para tomar algo a la fresca, coger el puntillo a base de quintos y hacer tiempo antes de las actividades culturales que organizan. Mourinho no podía tener más razón: teatro del bueno.

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Cocktail Bar Juanra Falces
  • 4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

El gimlet era el cóctel preferido del detective Philip Marlowe. En la novela El largo adiós de Raymond Chandler, el hombre de las cicatrices le descubría la receta a Marlowe. "Un gimlet es mitad ginebra, mitad zumo de lima", aseguraba el desconocido. Segundos más tarde, empezaban los problemas. Que esta coctelería se llamara Gimlet y deslumbrara la calle con su rótulo azul cielo y letras de espejo, ya apuntaba una tendencia a la desaparición. Hace unos meses volví, el antiguo rótulo había fundido y se le conocía por sus siglas, GMT, como una especie de adivinanza macabra. Levantó mis sospechas pero todavía no lo había visto todo. Me acerqué ayer, el nombre del local había cambiado por tercera vez. Ahora se hace llamar Cocktail Bar Juanra Falces. ¿Quién era aquel hombre? Era el mismo Juanra, el barman de siempre? ¿Por qué ese cambio? Aparentemente todo era el mismo lugar, la barra de caoba, los taburetes un poco demasiado elevados que siempre me dejan las piernas colgando, las cortinas detrás del vidrio, los cócteles de siempre ... la incertidumbre me hacía helar la sangre.En el Gimlet, probé mi primer Mary Pickford, el cóctel con nombre de actriz de cine mudo, pero ahora era yo la que me quedaba sin palabras. Incluso, cuando los sábados el local es un guirigay de gente que los malditos taburetes hacen parecer gigantes, no capto nada nuevo. Qué es lo que se me escapa? Un Marlowe de cómic vigila a través de una persiana. Estará buscando él lo mismo que yo? Me acerco a la barra

Diobar
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Seguramente, lo último que uno se espera encontrar en el sótano de un restaurante griego es una fiesta. Pero en el Dionisos del Born cada viernes y sábado por la noche hay juerga, y además de entrada libre. Buena música y ambiente fresco para lo que quieren sacar el cisne negro que llevan dentro.

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Ohla Boutique Bar
  • 4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • Coctelerías

El futuro de la coctelería ya está aquí y se encuentra en un hotel. El Ohla Boutique Bar apuesta por el barman como artista y la alta gastronomía que se bebe. ¿Os parece pretencioso? Pues consiguen su objetivo, dando la vuelta a los clásicos a su manera.

Qué visitar

Palau de la Música Catalana
  • Música
  • Espacios de música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Uno de los auditorios más espectaculares del mundo: una extraordinaria explosión de arquitectura modernista construido en 1908 por Lluís Domènech i Montaner y considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A parte de su interior, con una sala de conciertos de belleza abrumadora y con la presencia de las musas, vale la pena dedicar un tiempo a admirar la fachada y reconocer algunos elementos representados, como los bustos de los compositores Palestrina, Bach, Beethoven y Wagner, o el grupo escultórico La cançó popular catalana, que hace esquina.

Santa Maria del Mar
  • Lugares de interés
  • Sitios y edificios religiosos
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Es uno de los ejemplos más emblemáticos y representativos del arte gótico catalán. Esta encantadora basílica destaca por sus características líneas horizontales, superficies llanas, contrafuertes cuadrados y torres octogonales planas. La gran unidad de su estilo se debe a que se construyó con bastante rapidez, en sólo 55 años, de 1329 al 1384.Recibe el nombre de María, patrona de los marineros, y fue construida en el lugar en el que antes había una pequeña iglesia conocida como Maria d’Arenys, por su cercanía con el mar.En su amplio interior, con tan solo una nave, las columnas perfectamente proporcionadas se elevan en bóvedas de abanico, creando una sensación de espacio alrededor del ligero altar. También hay vitrales maravillosos, especialmente el rosetón del siglo XV que se encuentra encima de la puerta principal, aunque la ventana original se cayó durante un terremoto. El actual se añadió en el año 1997, como celebración tardía de los Juego Olímpicos.

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Museu Picasso
  • Museos e instituciones
  • Ciutat Vella

El Museu Picasso de Barcelona es el centro de referencia para el conocimiento de los años de formación de Pablo Ruiz Picasso. Abierto al público en 1963, acoge un fondo de más de 3.800 obras que componen la colección permanente y ofrece una dilatada programación de exposiciones temporales.El museo fue creado por propia voluntad­ del artista y de su amigo y secretario Jaume Sabartés, que donó su colección. Hay una sala dedicada a los retratos que hizo Picasso de él –el más conocido es el del Período Azul- y los garabatos de Sabartés. La mejor parte es la serie completa de 58 lienzos basados en Las Meninas de Velázquez, donada por el propio Picasso después de la muerte de Sabartés. La exposición acaba con linoleografías, grabados y una maravillosa colección de cerámicas donada por la viuda de Picasso.

Mercat de Santa Caterina
  • Lugares de interés
  • Ciutat Vella

Construido en 1846, el Mercat de Santa Caterina es el segundo mercado más antiguo de la ciudad. El proyecto de reforma fue obra del equipo de arquitectos de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue y su elemento más característico es su preciosa cubierta de mosaico de cerámica, de reminiscencias gaudinianas, hecha con 325.000 piezas que quiere ser un guiño al colorido de los puestos de frutas y verduras. Del antiguo edificio se ha conservado la fachada porticada original, reconstruida en 1988, y las paredes laterales.

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MEAM: Museu Europeu d'Art Modern
  • Museos e instituciones
  • Arte y diseño
  • El Gòtic

En el barrio del Born, en el Palau Gomis, es donde encontraréis el Museo Europeo de Arte Moderno, que hace difusión del arte figurativo de los siglos XX y XXI. Una disciplina que no acostumbra a tener mucho espacio en otros museos. Además, la Fundación del museo organiza cada año el premio de Pintura y Escultura Figurativa.

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