Escapada al Alt Penedès: explorando la comarca a través de los Miravinya

La montaña de Olèrdola ha sido un enclave estratégico con asentamientos de diversa intensidad desde la edad del bronce (poco menos de 4.000 años atrás) hasta bien entrado el siglo XX. Podréis visitar tanto el recinto arqueológico como el Centre de Interpretació, que ocupa parte de un edificio de nueva planta. El museo ofrece tanto visitas guiadas como teatralizadas que permiten descubrir, entre otros elementos, las tumbas antropomorfas y la ciudad medieval, época en que se construyó el castillo de Olèrdola y la ciudad amurallada.

Se trata de un conjunto formado por los restos de la antigua casa fortificada de Penyafort, un convento y una iglesia. El castillo fue construido hacia el siglo XI. Tradicionalmente se localiza el nacimiento de San Ramon de Penyafort (1185 - 1275), dominicano y canonista, y consejero de Jaime I, canonizado en 1601. Las visitas guiadas se realizan el segundo domingo de cada mes con inscripción previa. En el castillo también comienza la Ruta de los refugios antiaéreos, que se hace el cuarto domingo de cada mes, ya que el recinto forma parte de los espacios relacionados con la aviación y la guerra civil.

Conocido como Conjunt monumental de la Roca, este recinto incluye la iglesia románica de Santa Maria, edificada en el siglo XII, el Castillo de San Martí, construido en el siglo X, y el museo, que alberga varias colecciones arqueológicas y etnológicas como un monumento funerario ibérico (siglo III-II aC), una cabeza de mujer de piedra (sI aC) conocida como Venus del Penedès, lápidas sepulcrales romanas y una sopera morisca de cerámica de Manises (s. XV), decorada por dentro y por fuera, una pieza que se puede considerar única, encontrada durante la restauración de la iglesia.

El Vinseum cuenta con un extraordinario fondo sobre la historia del vino que destaca por su heterogeneidad disciplinar y por su valor histórico. Las más de 17.000 piezas del fondo forman parte de una serie de colecciones que son testimonio imprescindible para completar la historia de un territorio marcado desde tiempos remotos el cultivo de la viña y la producción vitivinícola. Podréis ver las exposiciones y también diferentes audiovisuales para entender cómo se elabora el vino y que supone a nivel histórico y económico.

Ubicado en una destilería de espíritu de vino construida en 1814, el Centre d’Interpretació del Cava ofrece 1.200 metros cuadrados de recorrido por el mundo del cava, desde los orígenes, la historia, el proceso de elaboración, hasta su cultura, el arte de vivir y el espíritu de celebración. Con la visita disfrutaréis de Sant Sadurní d’Anoia en 3D, conoceréis el patrimonio arquitectónico de forma interactiva, y viviréis la Fiesta de la filoxera en gran formato entre otras propuestas.

100% Penedès. Así se venden en el restaurante Cal Padrí, y os damos palabra que efectivamente así es. Tanto los paisajes que se observan mientras se come, como todo lo que ponen en la mesa -una parte sale del huerto propio- tiene el aroma y el sabor de la comarca de las viñas. Cocina catalana, o en este caso deberíamos decir del Penedès, con los guisos de pato como recomendación primera.

En una masía bastante espectacular del siglo XVI, con cinco comedores y hasta con un helipuerto en el exterior, el restaurante ofrece un comida tradicional y de calidad, destacando los caracoles, las carnes a la brasa o, cuando es temporada, los calçots. Lugar ideal también para celebraciones especiales con mucha asistencia.

Excelente restaurante en el centro de la capital del cava, con cocina de proximidad, mediterránea y de calidad, y con una excepcional bodega de vinos y cavas. Tampoco les falta el sentido del humor, lo que siempre es de agradecer, como lo demuestran con el nombre de sus platillos, los "platticus", o de alguno de sus menús, como es el caso de lo que han bautizado " al tantu que de cantu ", que por cierto os recomendados, ya que se puede elegir desde ostras hasta arroz de bacalao con alcachofas, e incluso zarzuela.

Hacen una cocina actualizada de gustos tradicionales, siempre con producto de proximidad, y con especial atención al de la misma comarca. Como no puede ser de otra manera en un buen restaurante del Penedès, la bodega también es de altura, con un centenar de referencias, una buena parte de las cuales de la DO Penedès y la DO Cava, sin cerrarse a otros buenos vinos. Recomendamos (y sus responsables también lo recomiendan, y con razón) los canelones de conejo con bechamel de trufa.

Masía catalana rodeada de viñedos, el Sol i Vi es hoy un hotel con un restaurante más que aconsejable, donde la cocina de autor mezcla mar y montaña logrando sabores excelsos. Probad el arroz caldoso con bogavante, si sois más de agua, o el pato mudo a la catalana con ciruelas con sal, si sois de tierra y deseáis probar un plato típico del Penedès. El amplio abanico de menús, para todos los bolsillos, acaba de hacer aconsejable cruzar la puerta de entrada y pedir mesa.

Masía rodeada de viñedos con capacidad para 10 adultos -si tenéis chiquillos se pueden poner algunas camas complementarias- y donde estaréis la mar de tranquilos. Enfrente hay una era que sirve de zona de juegos y, para los que quieran tomar el sol, de solarium, y hay un montón de caminos por descubrir y excursiones por hacer al lado de la casa.

El Molí de Pontons es un pequeño hotel rural situado en el casco antiguo de esta población del Alt Penedès y pensado sobre todo para ir con pareja. Las suites son muy elegantes y de aire romántico, equipadas con jacuzzi-spa y con disponibilidad de varios tratamientos, masajes... Sin embargo, el mismo establecimiento también tiene un edificio con apartamentos para 4 o 6 personas. No os perdáis tampoco su restaurante, con posibilidad de hacer una buena mariscada.

Un cuatro estrellas en la capital del cava, que dispone de una fenomenal piscina y jardín, unos desayunos para empezar el día con fuerza, y cómodas habitaciones y donde no pasaréis calor en verano ni frío en invierno. También cabe destacar la amabilidad de su servicio. Tiene un total de 59 habitaciones y, si vais con vehículo privado, podéis dejarlo en el parking del mismo hotel.

Con dos estrellas, el Sant Sadurní no ofrece grandes lujos, pero sí es un hostal acogedor, pequeño -sólo 10 habitaciones, todas exteriores-, en el centro de la población, e inaugurado apenas hace diez años. Todas las habitaciones tienen TV de pantalla plana, baño privado, y llega el WiFi a la perfección.

Este alojamiento rural tiene 9 habitaciones, dobles e individuales, y se encuentra en un municipio, Subirats, ideal como punto de partida para descubrir el país y los paisajes del mundo del vino y el cava. Los propietarios disponen también de un restaurante con el mismo nombre en Sant Sadurní d'Anoia, especializado en carnes a la brasa, embutidos, asados, o, en temporada, calçotadas.